Se acabó. Chicago Sky se han proclamado campeonas de la WNBA después de derrotar por 74-80 a Phoenix Mercury en la noche de ayer, escribiendo un cierre de historia perfecto. Porque fue Candace Parker, quién si no, una de las principales responsables de darle la vuelta al partido, de ofrecerle a su ciudad natal el anillo que había venido buscando hace unos meses. El encuentro de Ulises con Penélope, ahí, tras tanto viaje, en un Wintrust Arena hasta la bandera.
Porque el primer título en la historia de la franquicia se ha conseguido ante Phoenix Mercury, el equipo que las había barrido en su única otra aparición en unas finales: en 2014. De aquella, la estrella Sky era una tal Elena Delle Donne. Esta se marchó traspasada en 2016 a Washington Mystics. A cambio llegaron dos jóvenes jugadoras: Kaleah Copper, Stefanie Dolson. Una es hoy MVP de las finales. La otra anotó ayer las tres canastas más importantes de su vida en el último cuarto.
Y en resumen, la victoria de ayer es el colofón a trayectorias de continuo ascenso. La de Astou Ndour, tercera española tras Amaya Valdemoro y Anna Cruz en ganar la WNBA. La del técnico James Wade. La de las propias Sky, que pasaron de un comienzo nefasto de liga regular, a una clasificación a playoffs discreta (récord de 16-16), a una victoria con suficiencia sobre Dallas Wings en primera ronda. A, a partir de ahí, ir dejando por el camino a todos cuanto favorito al anillo se cruzaban. Minnesota Lynx. Connecticut Sun. Phoenix Mercury.
Chicago Sky, a contracorriente
No fue una victoria plácida para las Sky, ni mucho menos. Hace unos días decíamos que estas Sky de James Wade se encuentran corriendo, que no hay más calma para ellas que la de ir a toda pastilla, porque con Courtney Vandersloot y Candace Parker a los mandos se puede vivir así. Pero el de ayer fue un partido lento, atascado, estático. Escenario perfecto para que las Mercury forzasen un quinto partido en Phoenix.
Las de Sandy Brondello mejoraron el balance defensivo. Cerraron las vías a la pintura que tanto daño le habían hecho durante la serie. Impidieron las penetraciones a cambio de dejar que Chicago se la jugase al tiro exterior. Y funcionó. Al descanso, las Sky llevaban un 2/13 en triples. Al final del tercer cuarto, un 3/17.
En ese contexto, se erigió colosal, imparable, Brittney Griner. Salió Griner enchufada desde el primer segundo, sus compañeras tuvieron la paciencia para buscarla en la pintura, las rivales no encontraron antídoto para ella. Durante tres cuartos fue un castigo constante. Sin ayudas, canasta segura. Con ayudas, pase fuera, movimiento de balón, dos puntos fáciles para las Mercury.
Para más INRI, un amigo del artista de Chicago Chance the Rapper, sentado allí, en primera fila,se encaró con Griner y esta no hizo más que calentarse todavía más. Toma una, capullo. Y otra. Y otra. A ver si sigues gritando. El público que abarrotaba el Wintrust Arena de Chicago empezó a pagar su frustración con el tipo de la gorra verde. Pero idiota, que la estás liando.
Diana Taurasi y Skylar Diggins-Smith, las otras dos patas del big three de las Mercury, estaban un tanto erráticas, pero daba igual. El marcador al final del tercer cuarto era 63-54 para Phoenix. Olía a quinto partido.
Remontada en el último cuarto
Chicago se mantuvo en el partido a base de detalles, como una boxeadora que se cubre del chaparrón de golpes junto a las cuerdas. Soltando un puñito aquí, un combo allá. Acciones clave de Candace Parker en defensa. Pequeños arrebatos a la carrera, comandados por Vandersloot. Los puntos de Allie Quigley, otra nativa de Chicago que quería ganar el primer anillo WNBA de la ciudad. Cositas que las mantuvieron en el partido.
Hasta que olieron sangre en el último cuarto. Hubo ahí un momento clave: varios fallos bajo la canasta de Taurasi, de Diggins-Smith, de Turner. La defensa de Chicago que sube un punto, que deja a Brittney Griner en un 2/7. Que empieza a correr. Quigley que anota tres triples. Vandersloot que coge el timón del partido y que reparte cinco asistencias. Candace que se encuentra a gusto. Y llegó la remontada.
Las Sky arrollaron a las Mercury con un parcial de 26-11 en el último cuarto después de haber perdido los tres primeros. Fue una apoteosis final, con triples de Quigley y de Candace Parker. Con cuatro puntos cruciales de Stefanie Dolson a pase de Vandersloot. Y una canasta histórica de la base más dos tiros libres para certificar el anillo.
Kaleah Copper, MVP de las finales
En pretemporada, Candace Parker le había dicho a Kaleah Copper —27 años, una carrera en constante ascenso— que tenía que ser una de las líderes de estas Sky. Una de las que llevase a la franquicia a su primer título. Dicho y hecho. Copper fue nombrada ayer MVP de las finales. Ha promediado 17 puntos y 5,5 rebotes en los cuatro partidos.
El premio podía haberse ido para la propia Parker, que repetiría el MVP de 2016 cuando ganó su otro anillo con Los Angeles Sparks. Había motivos para ello. Por su influencia, por su capacidad de cambiar los partidos en ambos lados de la cancha. Por un liderazgo y un carisma y una calma inigualables.
Había también motivos, muchos, para dárselo a Courtney Vandersloot. Siempre un punto infravalorada, la directora Sky acabó ayer con 10 puntos, 9 rebotes y 15 asistencias. Sus promedios en los cuatro partidos han sido de escándalo: 11,5 puntos, con un 52,5% en tiros de campo; 5 rebotes; 12,5 asistencias con solo 2,3 pérdidas por partido. Súmale 1,8 robos y 1 tapón por partido.
Sin embargo, ha sido Kaleah Copper, ejecutora del juego que lideran Sloot y CP3, nativa de Filadelfia que juega duro, rápido, física, volando hacia el aro sin miedo no matter quién se ponga en el camino, tal y como se juega en la Costa Este, la que se ha llevado el premio. Merecido, como todo lo que le ha ocurrido a Chicago esta temporada.
Astou Ndour-Fall, tercera española con anillo de la WNBA
El partido de ayer supuso el tercer anillo WNBA en la historia del básket español, obra de una Astou Ndour-Fall que se quedó en 4:41 minutos de juego. Astou une así si éxito a los de Amaya Valdemoro con Houston Comets y el de Anna Cruz en Minnesota Lynx.
Puede, también, que haya sido la última oportunidad de ver a Diana Taurasi sobre el parqué. The GOAT, sus 39 años, todavía no tiene claro si seguirá jugando otra temporada más. Se irá ahora al rincón de pensar, como su amiga Sue Bird, que sigue dándole vueltas a la cabeza.
Lo seguro es que el de ayer fue el colofón a una gran temporada, en la que la WNBA ha disparado sus audiencias. Un año en la que una nueva hornada —la propia Kaleah Copper, junto con Betnijah Laney, Kelsey Plum, Jonquel Jones, Sabrina Ionescu, Arike Ogunbowale y, por supuesto, Breanna Stewart— ha tomado el relevo generacional de forma definitiva. Y en la que las Chicago Sky de Candace Parker han cerrado un círculo maravilloso. Qué mejor manera de despedirse. Hasta el año que viene.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)