La primera parte de la burbuja NBA ha caducado. Los conocidos como seeding games, antesala de lo que importa, dejaron un final de temporada bastante más juguetón de lo esperado. Lejos de una ópera bufa como anteriores anocheceres, el final sorprendió por la extenuante partida de ajedrez entre quienes querían el último boleto de playoffs por la Conferencia Oeste. Sí, unos salían a jugar prendiéndose fuego y otros, ya clasificados, alternaban descansos con siestas demasiado largas; pero el experimento ha resultado con nota.
La valoración de este amanecer en Florida es muy satisfactoria. Lo es porque un tramo que podría haber resultado puro relleno ha dejado historias inspiradoras. Quién narices nos iba a contar la película de unos Suns imbatibles. O de un Damian Lillard alcanzando a Wilt Chamberlain y Allen Iverson en varios hitos históricos.
A continuación, sobrevolamos el rumbo que todos los equipos del Oeste dejaron en su primera comparecencia en clave de resort.
Lakers
Indicios preocupantes en la familia Buss: el récord de los Lakers ha sido de 3-5. No sabemos si todo forma parte del plan de LeBron James de no destapar cartas hasta que sea necesario, o que la resaca sanitaria se les ha ido de las manos. Los Lakers han sido el segundo peor ataque en la burbuja, solo mejorando los registros de unos Wizards que iban con el equipo cadete.
En playoffs puede tocar el kamikaze de los Trail Blazers. Juegan a 120 o 130 puntos por partido y los Lakers en ataque no han ido sobrados. Favoritos, desde luego, son los Lakers, pero la combustión espontánea de Lillard obliga a los angelinos a llevar extintores de sobra. Si los Lakers obran como hasta la fecha en Orlando, habrá problemas.
Clippers
Otro gran favorito que ha circulado con marchas cortas, casi al tran tran, son los Clippers. Ya se sabe que con Kawhi Leonard no se prenden las turbinas hasta los playoffs. El techo del equipo queda muy por encima de lo ofrecido, y eso que tanto Kawhi como Paul George han dejado rotos y descosidos varios. Todavía queda la guinda, un Montrezl Harrell que querrá honrar la memoria de su abuela fallecida dando lo mejor que alberga su depósito. Si los Lakers siguen de siesta —todo podría ser una argucia de LeBron—, los Clippers serán favoritos.
Denver
Un mar de dudas. Atención: los Nuggets han presentado la PEOR DEFENSA de la burbuja NBA. Peor que Dallas o Portland, esquemas que renuncian parcialmente a defender dada su temperatura en el otro barrio. Peor también que Sacramento, New Orleans o Philadelphia, equipos que casi ni comparecieron o que estuvieron muy por debajo de su caudal.
Muy preocupante este dato de Denver dado que, antes del parón, los Nuggets habían conseguido tapar su tradicional socavón atrás (12º en defensive rating). Estuvieron en cuadro hasta ayer por la tarde, pero hay mucho que mejorar. Por lo menos, compensaron su abominable retaguardia gracias al cuarto mejor ataque de la burbuja. Con todo, podrían ser una de las torres altas que caigan en primera ronda. Cuidado a su cruce con los Jazz y al ritmo caribeño que traen los Nuggets.
Oklahoma
Muy de más a menos estos Thunder; pero es que tampoco el contexto les ha obligado a pisarle mucho más. Chris Paul se vio imperial en algunos momentos; a los 35 palos todavía tiene voto en el Consejo Jedi de la Liga. El buen rumbo de OKC demuestra también que las reconstrucciones a golpe de 60 derrotas anuales son un mito. Se puede remodelar el hotel en tiempo récord.
En la burbuja, los Thunder (4-3 hasta ahora) podían haber empujado más —dieron mucho descanso a partir del ecuador—, pero su cuarto (o quinto) lugar es de sobresaliente. Recordemos que todas las quinielas otoñales les creían fuera del top ocho de la conferencia. De diez Presti, Donovan —candidato a técnico del año— y toda la familia. Poco más se les puede pedir.
Houston
Coronan el puerto con la peor nueva posible: preocupa el estado físico de Russell Westbrook. De manera lógica, sin una de las dos estrellas el plan pinta más a muermo que a otra cosa.
La apuesta de los Rockets tiene todo el mérito del mundo pero puede pecar de insuficiente para los grandes depredadores del Oeste. Eso sí, les valió para unos Bucks merced a la pócima anti-Anteto definitiva.
Se esperaba que Houston hubiera ganado más partidos (4-3 ahora) pero tampoco se les ha quedado mala tarde para acceder a semifinales. Llegarán, de hecho, hasta donde Harden y sus partidas de ajedrez —para algunos desesperantes— quieran.
Ah, y de manera sorprendente, su gran noticia de la burbuja es que los Rockets fueron la segunda mejor defensa (106,4 por cien posesiones). Esa es su mejor conquista en Florida. No por falta de centímetros son un coladero.
Utah
¿A que no sabías lo importante que Bojan Bogdanovic era para los Utah Jazz? La mayoría no éramos conscientes hasta que vimos cómo el equipo de Quin Snyder ha pasado por la burbuja.
Con su amenaza exterior, el croata daba sentido a todo lo que bullía a su alrededor. Sus triples eran termómetro de muchas cosas. Por ejemplo, los Jazz contaban con el mejor porcentaje de tres antes del parón (38,4) y en Florida solo hicieron el 14º (35,6). No es casualidad que hayan perdido cinco partidos de ocho. Y aun con eso, pueden resultar un grano cargado de pus en la nariz de Denver. Eliminatoria abierta, mucho.
Dallas
Muy poco nuevo bajo el Sol; y bajo lo esperado. Un ataque de campanillas (quinto mejor de la burbuja)… pero la segunda peor defensa. Luka Doncic siguió desternillándose de estadísticas legendarias pero estuvo también más fallón que antes del parón.
Muy de alabar los 30,5 puntos de Porzingis en un sistema de Rick Carlisle que aprovecha la heterogeneidad física para desdoblar funciones y confundir así por el camino a los rivales. Habráse visto que 221 centímetros suban el balón o te frían a triples de manera indistinta. Eso pasa en los Mavs: el reto de jugar sin posiciones. A priori, son carne de 4-0 o 4-1 ante los Clippers. Necesitan, de cara al futuro, frotar un poco más el roster para pasarse el videojuego y llegar al malo final.
Portland
Uno de los grandes animadores de la burbuja. Detrás de Phoenix, quizá la mejor nota entre todos los equipos. Con Lillard comiendo ya en la mesa de los mejores: D.O.L.L.A. es ya el tercer jugador en activo con más partidos de 50 puntos (11), por detrás de Harden (23) y LeBron (12).
Tampoco ha venido mal el tratamiento antiarrugas a Carmelo Anthony, que vive sus mejores días desde que era capitán muñeca en los Knicks. Pese al buen papel de Jusuf Nurkic, los Blazers no defienden así los maten. Pero meten muchísimos puntos. Han sido el mejor ataque de la burbuja (122,5 por cien posesiones) y también la tercera peor defensa. Es su gran apuesta: partidos a muchos puntos, parientes lejanos de los Suns de Mike D’Antoni. Y les ha salido bien. Les queda confirmar esa resurrección ante unos Grizzlies que en la burbuja parecieron no haber destetado.
Memphis
Han conseguido el objetivo ofreciendo lo justo —2-6 en resultados—. Lo justo y unos Bucks con servicio de play-in a domicilio. El líder del Este se plantó en el partido decisivo, el jueves, atestado de suplentes. Gracias a eso los Grizzlies pudieron salir del remolino. Si no… Debería revisar ese sistema la NBA para el futuro; toda la emoción que dieron unos la restaron otros con descansos por encima de sus posibilidades. Y de nuestras emociones.
Mala burbuja de unos Grizzlies desafortunados —Jaren Jackson Jr.— que estaban destinados a pagar la novatada. Eso sí, mérito enorme su temporada 2019-20. Sin haber llegado a la edad de educación obligatoria, ya pelearán unos playoffs.
Phoenix
La gran paradoja: grandes triunfadores de la burbuja pero ni con un 8-0 histórico han podido catar playoffs. Imbatibles, mérito interminable el de los Suns. Como el de su community manager. Entre Devin Booker y Monty Williams han repartido más ilusión que el calvo de la lotería en diciembre.
Es el primer aviso de unos Suns que ya están preparados para las guerras que vengan. Sobre todo gracias a un Devin Booker en el molde de estrellón absoluto. Dominando partidos de principio a fin; matrícula en todo y exhibiendo aparato reproductor cada noche.
San Antonio
Los Spurs han dejado el contador de playoffs seguidos en 22. Igualan por tanto a los 76ers de los 50, 60 y 70 como franquicia con mayor número de temporadas llegando a las eliminatorias.
Se acaba la era del equipo más exitoso de las dos últimas décadas. Y a Gregg Popovich le da igual. Él ha dicho estar orgulloso de cómo se luchó y de haber encontrado lo que buscaba en Orlando: seguir picando piedra para extraer jóvenes listos para ayudar la temporada que viene. Keldon Johnson es un buen ejemplo de ello.
Además, habrá más Pops la temporada que viene. El jueves, tras caer eliminado, cuando fue preguntado si volvería a entrenar a San Antonio, respondió: «¿Por qué no iba a hacerlo?». 71 años y sigue soñando.
De sobresaliente la burbuja de los Spurs (5-2 hasta que tuvieron opciones). Dando minutos a jóvenes y arrancando el laboratorio 2020-21. En el último partido ante Utah, no hubo en cancha ningún veterano excepto Marco Belinelli.
Por cierto, también muy buen concurso de DeMar DeRozan actuando fuera de sitio. En muchos partidos atacó como ala-pívot. Y no le fue nada mal (promedio de 21,7).
Sacramento
De los mejores de la clase… a los repetidores. El suspenso de Sacramento (3-5 en la burbuja) lo sabían hasta las máquinas expendedoras. Nunca dejaron atrás el cartel de simple invitado por la normativa que la NBA había impuesto para la reanudación.
Tienen mucho trabajo que hacer. Empezando por pensarse muy mucho la extensión mareante que querrá firmar De’Aaron Fox desde ya. O la de Bogdan Bogdanovic, uno de los mejores en el resort. La chimenea sigue sin expulsar humo blanco, y aunque Divac continúa, el proyecto permanece en mitad del océano. La primera temporada de Luke Walton, todo un fracaso.
New Orleans
Hablando de insuficientes… El de New Orleans también lo conocían hasta en el cuarto de contadores —2-6 en la burbuja—. Tampoco dieron nunca sensación de entrar en la pelea por el play-in. Buenos números de Zion Williamson (18,4 puntos), Ingram (19,8) y actuaciones de Holiday —cumple siempre—. Pero poco más. Lonzo, mal; y suenan rumores de que podría no ser bien recibido el año que viene.
Un padre coraje como J.J. Redick se perderá la postemporada por primera vez en su carrera —14 años en la Liga—. Ven A New Orleans, (le) decían. Será divertido (le) decían.
(Fotografía de portada: Kim Klement-Pool/Getty Images)