El ‘training camp’ emerge en el horizonte de la NBA y muchas cuestiones comienzan a irrumpir con fuerza en las distintas franquicias que componen la liga. La principal pregunta sobre la que gira la actualidad de los New Orleans Pelicans señala a Zion Williamson, de cuyo estado de salud dependerán gran parte de las posibilidades competitivas del equipo.
El número uno del draft de 2019 solo disputó 29 partidos la temporada pasada debido, principalmente, a una lesión en el tendón de la corva, después de perderse toda la campaña anterior por problemas en el pie. Cuando ha estado sano, Zion ha demostrado ser un jugador dominante, pero su estado físico ha lastrado cualquier tipo de continuidad, así como las expectativas de los Pelicans. Ahora, jugador y franquicia afrontan un año vital en el que se juegan su crédito ante los aficionados y la NBA.
De momento, un relativo optimismo se ha instalado en la organización después de que el general manager, David Griffin, compartiese su satisfacción por el sacrificio mostrado por Zion durante el verano. El ejecutivo destacó que el jugador ha estado en las instalaciones de los Pelicans «más veces que en el resto de su carrera» de cara a fortalecer su físico.
Estas declaraciones han sido confirmadas por el periodista de ESPN, Andrew López. El ‘insider’ afirmó, en el podcast de Zach Lowe, que Williamson ha estado trabajando de forma concreta en su tren inferior para ser capaz «de jugar más de 30 partidos en una temporada», algo que solo ha logrado una vez en su carrera. Lo ideal, por supuesto, es que Zion logre romper la barrera de los 61 encuentros que disputó en el curso 2020-21. Y más aun cuando el proyecto de New Orleans pende de un hilo, quizá demasiado fino.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)