Dillon Brooks, quien se autoproclamó el mes pasado como el mejor defensor exterior de la NBA, no es el único jugador de los Houston Rockets con una tremenda confianza en sus habilidades en ese lado de la cancha. Tari Eason, quien se encuentra preparando su segunda temporada en la liga, también ha compartido uno de sus ambiciosos objetivos.

«Quiero ser el mejor defensor de la NBA en algún momento», afirmó el ‘sophomore’, según recoge el medio The Houston Chronicle. «Realmente creo que puedo llegar a serlo. Estoy trabajando para lograrlo y el resto irá tomando forma. En cuanto al esfuerzo y el orgullo en ese lado de la cancha, es mi tarjeta de presentación. Quiero ser el mejor defensor que pueda ser.»

Mejorar una defensa que se situó como la segunda peor de la liga la temporada pasada es la máxima prioridad para el nuevo entrenador de los Rockets, Ime Udoka. De momento, la plantilla ha notado un gran cambio de mentalidad defensiva durante el ‘training camp’.

«Todavía hay algunas cosas que tenemos que resolver, pero creo que estamos logrando ese cambio», añadió Eason. «Se han logrado avances en cuanto a la comunicación. El año pasado, muchas de nuestras deficiencias defensivas se debieron a que no hablábamos entre nosotros, lo que también se debió a que somos jóvenes.»

Eason cree que, además de la llegada de Ime Udoka, la incorporación de jugadores experimentados ha permitido esa mejoría. «Con la combinación de veteranos y la nueva mentalidad que ha llegado [sobre Udoka], hemos dado un salto adelante en términos de comunicación, de saber dónde estamos y de querer mejorar.»

(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)

 

Ime Udoka ha sido entrevistado recientemente por el medio ESPN donde ha explicado, entre muchas otras cosas, por qué rechazó el fichaje de James Harden este verano, y en su lugar llegó como agente libre Fred VanVleet, procedente de los Toronto Raptors.

«No tengo nada en contra de James Harden», reconoció Ime Udoka. «Pero Fred (VanVleet) simplemente encaja mejor. Ya entrené a James en Brooklyn. Es uno de los jugadores más inteligentes con los que he trabajado. Las palabras de ‘Ime no quiere a James’ nunca han salido de mi boca. Fue como… ‘Vamos a ver. Encaja mejor’. Si queremos que Jalen (Green) y los otros jóvenes den los siguientes pasos, necesitamos que tengan el balón. En cuanto a decir que no quería a James aquí, nunca ha sido así. Se trataba sobre cómo encajar mejor», explicó.

VanVleet alcanzó un acuerdo con los Rockets mediante 3 años y 130 millones de dólares. Por su parte, Harden continúa en rebeldía con los Sixers después de hacer efectiva su ‘player option’ y no acordar un nuevo compromiso. Por tanto, el escolta, molesto con el dirigente Daryl Morey, está buscando su salida inmediata de Philadelphia.

A las órdenes de Nick Nurse disputó 69 encuentros oficiales con unos guarismos de 19,3 puntos, 4,1 rebotes y 7,2 asistencias en casi 37 minutos de juego.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)

 

Estructura, equilibrio, orden y defensa serán los cuatro pilares sobre los que el recién llegado Ime Udoka tratará de sustentar el nuevo proyecto de los Houston Rockets. Algo que no tomará a nadie por sorpresa, pues el técnico ya avisó de sus intenciones nada más aterrizar en el equipo.

«Todos vosotros habéis jugado al baloncesto durante mucho tiempo. A todos os han enseñado el juego. Quiero chicos que lo entiendan rápido, pero que también se adapten a lo que intentamos hacer. No voy a prescindir de nada defensiva o esquemáticamente porque seamos un grupo joven, eso sería ir en contra de lo que quiero hacer», afirmó en mayo en una entrevista para el medio The Athletic.

Los Rockets cuentan con una de las plantillas más jóvenes de la NBA, por lo que la gerencia ha querido equilibrar esta situación incorporando a varios veteranos capaces de impregnar al vestuario de esa disciplina y actitud, entre los que se encuentran Fred VanVleet, Dillon Brooks y el recién firmado Reggie Bullock.

VanVleet, adquisición estrella de los de Texas durante la agencia libre, profundizó en las palabras del entrenador y aseguró que quiere que su profesionalismo y ética de trabajo se contagien a sus nuevos compañeros de equipo. «Muchas cosas se reducen a saber los sistemas y esquemas de juego, ver qué acción vamos a ejecutar, los quintetos que pone el entrenador y asignar los roles», comenzó el base.

«Pero, en última instancia, se trata simplemente de tener ese aplomo y esa presencia para manejar las cosas e impulsar a los compañeros hacia donde necesitan estar. Tenemos que controlarlo, conseguir algo de orden, de estructura, y descubrir cómo maximizar el potencial de estos chicos. Que puedo ser clave en ello.»

La ausencia de un base de garantías fue el principal lastre de los Rockets en las últimas temporadas, en las que la apuesta de Stephen Silas por otorgar libertad a sus exteriores no surtió ningún efecto. De hecho, Houston finalizó la pasada campaña como el peor equipo en porcentaje de asistencias y porcentaje de pérdidas de balón, lo que les llevó a ser, también, el cuarto peor equipo en ratio ofensivo y el segundo peor en ratio defensivo.

Ahora, las ideas de Udoka y la experiencia de VanVleet esperan revertir esta situación para que los Rockets vayan construyendo una identidad positiva en ambos lados de la cancha y, poco a poco, ser capaces de ascender posiciones en la Conferencia Oeste.

(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)

 

Una vez superado el periodo de waivers, fuentes cercanas del periodista Shams Charania informan que el veterano jugador, Reggie Bullock, ha alcanzado un acuerdo para jugar la próxima temporada en los Houston Rockets de Ime Udoka.

Bullock, recientemente despedido por los San Antonio Spurs, llegó a la franquicia tejana en un triple traspaso procedente de Dallas Mavericks en la operación que terminó con Grant Williams en el conjunto de Jason Kidd.

En Dallas fue titular en 55 de sus 78 encuentros disputados con unos promedios de 7,2 puntos, 3,6 rebotes y 1,4 asistencias por jornada.

Anteriormente a su fichaje por los Mavs pasó por numerosos equipos, tales como LA Clippers, Phoenix, Detroit, LA Lakers y New York.

(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)

 

Previa NBA 2023-24 Houston Rockets. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Houston Rockets

• Balance 2022-23: 22-60 (14º del Oeste)
• Entrenador: Ime Udoka (debuta)
• Agentes libres más importantes en 2024: Alperen Sengün, Jabari Smith Jr., Jae’Sean Tate, Jeff Green, Jalen Green (todos opción de club), Boban Marjanovich y Aaron Holiday
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Houston Rockets.
• La franquicia: El origen de Houston Rockets.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Salidas de D.J. Agustin, John Cristopher, Usman Garuba, Kenyon Martin Jr., Josh Christopher, Frank Kaminsky; llegadas de Fred VanVleet, Jeff Green, Jock Landale (agentes libres), Dillon Brooks (sign-and-trade).
• Backcourt: Fred VanVleet, Jalen Green, Amen Thompson, Kevin Porter Jr., Aaron Holiday.
• Frontcourt: Dillon Brooks, Jae’Sean Tate, Tari Eason, Alperen Sengün, Jabari Smith Jr., Jeff Green, Cam Whitmore, Jock Landale, Boban Marjanovic.

Así encaran la temporada

Hay que mirar un par de veces a la clasificación para descubrir con asombro que en la temporada 22-23 hubo hasta dos equipos peores que los Houston Rockets. O si no peores, si de menor o igual rendimiento en lo que importa: la columna de victorias. Parece vox pópuli que los Rockets acumulan tres años de estancamiento en el desarrollo colectivo. Que Green, Sengün y cía pueden crecer en lo individual. Pero que no tienen una estructura que ayude a colocar las realidades de cada uno. 

Es precisamente el tiempo que acumulan inmersos en una ponzoñosa dinámica lo que provoca una ola crítica considerablemente mayor a la que recibieron Pistons y Spurs. Los primeros porque contaron con la excusa de la lesión de Cade Cunningham y al menos lo intentaron en el mercado y los segundos porque algún día tenían que tocar fondo y dejar de pelear por migajas. Fruto de ello, el despi… la no renovación de Stephen Silas y la llegada de Ime Udoka, Fred VanVleet y Dillon Brooks. 

No es demasiado aventurado decir que los Rockets son, sobre el papel, el conjunto que ha experimentado cambios más profundos en el tiempo entre cursos. Primero porque a su núcleo joven lograron sumar dos jugadores con talento de ‘lotería’ y, según se ha contado, los que tenían marcado con rojo en la libreta. Todo apunta a que Kevin Porter Jr. no se volverá a vestir el uniforme de Houston y quizás el de ninguna otra franquicia NBA. Pero aun así, los regateos que precedieron a su renovación por parte de un equipo con espacio salarial ilimitado dejaban a las claras la poca confianza real que tenían en su hasta ahora base titular. 

Con Green, Sengün y Smith Jr., sólo quedaban el ‘uno’ y el ‘tres’ para formar un quinteto ‘para una década’. Aunque estos planes rara vez (quizás ninguna) suelen funcionar. Amen Thompson y Cam Whitmore son la respuesta a esto. De ahí que, una vez abierta la agencia libre los Rockets se lanzasen precisamente a por un base y un alero. Lo que los primeros días de offseason parecía un experimento raro, con el reposar del tiempo y los movimientos que siguieron a las llegadas de VanVleet y Brooks a golpe de talonario, parece tomar una forma más seria de la esperada. 

Probablemente, los actuales Rockets no sean el escenario ideal para los ex de Raptors y Grizzlies respectivamente. Teniendo VanVleet alguna muy buena temporada como macho alfa en Toronto, es un jugador que luce más siendo cola de león que cabeza de ratón. Un base como él, gran tirador, sacrificado sin balón (es uno de los exteriores que mejores bloqueos coloca de la liga) y con su capacidad para resolver en el uno contra uno es un lujo al lado de otro jugador que amase balón y atraiga atenciones. Aquí tendrá que hacer de ‘señuelo’ para que el demasiadas veces atolondrado Green no tenga que tomar decisiones complejas por obligación sino como expresión natural de su evolución en el juego. 

Lo mismo pasa con Brooks, al que si le das una mano te mete un codazo. Creo que la frase hecha era así. Memphis ya era un conjunto que pedía a Dillon dar un paso a un lado en el reparto de tiros y responsabilidades ofensivas .Sin embargo, el alero seguía asumiendo lanzamientos y acciones que no dominaba (aquí un artículo por si queréis recordar hasta qué punto es negligente su comportamiento en ataque). Aclarados, bloqueo y continuación, tiros tras bote, penetraciones. Su naturaleza le impide, al calor de los hechos, apartarse del foco ofensivo cuando es evidente que no tiene el día. Pero es un peaje para gozar de uno de los mejores defensores de la competición. 

Y es que el verdadero salto cualitativo de los texanos está en defensa, especialmente en la exterior. Smith Jr. es un gran proyecto de defensor interior, pero aún sufre con demasiados emparejamientos. Sengün como ancla ha sido uno de los mejores defensores de la temporada en Houston, y la única tarea pendiente con él es precisamente resolver cómo unirle con el sophomore en cancha sin excesivo coste atrás. Pero el triángulo que puede asentar Udoka en el jugador turco, VanVleet como punta de lanza y Brooks como stopper encargado de la estrella rival da para ilusionarse. Súmale la presencia de Jae’Sean Tate o Tari Eason como ‘falsos’ ala-pívots y el potencial destructivo tiende al infinito. 

Redondear esta rotación con Aaron Holiday, cuya presencia en el doble base de la segunda unidad ayudará a Thompson para que ande antes de echar a correr (aunque su impulso sea volar), Jeff Green o Jack Landale es dar muchos pasos en la confección de un conjunto que piense en asentarse en posiciones de acceso a postemporada. Incluso más cerca del séptimo puesto que del décimo. Los mentados quizás no den para sostener un banquillo, sobre todo teniendo en cuenta la edad de Jeff Green, pero sí dan cuerpo a un equipo que carecía de estructura. 

Por supuesto, de todo ello se encargará un tipo cuya última labor deportiva en la liga fue alcanzar unas finales de la NBA construyendo por el camino una de las mejores defensas NBA del último lustro pecando de prudente. Al final va a ser verdad que Rafael Stone no comenzó montando la casa por el tejado. 

El jugador a seguir

A pesar de que todo apunte a Green como el jugador con más potencial para romper en superestrella, Alperen Sengün viene de ser el mejor jugador de la pasada temporada de los Rockets, con diferencia. Y es que realmente lo tiene todo. La tendencia de Jabari a permanecer en el perímetro le ha empujado a ser al pick & roll hasta el vómito. Una de cada cinco acciones ofensivas que finalizó el turco el curso pasado llegaron de esta forma. Este exceso y no contar con un generador de élite como pareja de baile provocó que su eficiencia estuviese lejos de lo deseable. Pero el 46 percentil que registró ya suponía una mejora notable con respecto a su año rookie (de 0,85 a 1,08 puntos por posesión). 

Su apariencia podrá dictar lo contrario, pero Sengün es un jugador potente en esa arrancada posterior a la pantalla. Y, recibiendo camino del aro, tiene calidad y músculo suficiente para castigar a la defensa desde el pase o atacando el aro. Por supuesto, sus mayores virtudes no están aquí. El turco es un superdotado técnico. Uno de esos pocos a los que el baloncesto moderno perdona para permitirle el juego de espaldas. Un arte en el que ya sólo sobreviven los mejores de los mejores. Su juego de pies e infinita visión de juego le permiten sobrevivir en tierra non grata. 

Sin embargo, resulta igual de genial de cara al aro, donde utiliza el bote o el físico a conveniencia del defensor que tenga enfrente. Con él la sensación es que su explosión sólo es un tema de volumen. En el sindiós que ha sido Houston estos años, sólo 7,3 y 10 tiros han llegado a las manos de Sengün en sus dos primeras campañas. Hasta tres jugadores gozaron el anterior curso de mayor porcentaje de uso que él, superándole Jalen Green casi en un 7%. Por paradójico que pueda resultar habiendo incorporado a dos jugadores que suman cerca de 30 tiros por noche entre los dos, no habría mayor muestra de madurez en Houston que delegar en su pívot. Hasta que se demuestre lo contrario, el mejor jugador de este equipo.

Previa NBA 2023-24 Houston Rockets, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

A la espera de saber qué pasará con Portland y Lillard, solo hay un equipo en el Oeste al que le importe poco no entrar en play-in: los Spurs. En los otros trece equipos podemos hacer una diferencia entre los que iniciarán el curso pensando en tener aspiraciones al anillo; los que saben que deben estar en playoffs aunque sea solo por la calidad de sus jugadores; y los que van mas justos de personal pero tienen aspiraciones legítimas al play-in. ¿Serán los Rockets lo suficiente para luchar por la décima posición de conferencia durante toda la regular season? Me da que no, pero no por ello no los veo mejorando sustancialmente este año gracias a Udoka y los veteranos que han llegado al olor del dinero. Candidatos a 30-35 victorias moviéndose alrededor de la duodécima posición del Oeste.

Próximo equipo: Charlotte Hornets.

(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

No hay mal que por bien no venga. Algo así ha debido pensar este verano un Scottie Barnes que no duda en admitir que la marcha de Fred Van Vleet a los Rockets es un golpe para el equipo, pero que a su vez puede ser positivo para el desarrollo de algunos compañeros y el suyo propio.

«Sin duda quedarnos sin él ha sudo una gran pérdida, pero de igual modo abre más oportunidades para otras personas y para mí… Siento que nos irá muy bien este año», comenta el joven alero sobre cómo le irá a los Toronto Raptors en la temporada 2023-24.

La realidad es que la organización de Canadá ha cambiado poco respecto a la plantilla del curso anterior. Por Van Vleet he llegado Dennis Schröder, se ha renovado a Jakob Poeltl y el resto de jugadores importantes siguen en plantilla; eso sí, piezas del calibre de Pascal Siakam o OG Annoby (opción de jugador para el curso 2024-25) acaban contrato.

En cualquier caso, es obvio que Van Vleet acumulaba gran parte del juego de los Raptors, por lo que ahora se abre una puerta para que otro (u otros) hereden ese peso en el equipo. Scottie Barnes aspira a ello.

(Fotografía de Mark Blinch/Getty Images)

 

En Houston están tratando de construir un proyecto sólido en su propósito de ascender posiciones dentro de la Conferencia Oeste. Un exigente camino en el que no quieren dejar ningún fleco abierto y exprimirán hasta el último recurso que tengan a mano.

La contratación de Ime Udoka como entrenador jefe fijó el punto de partido y una declaración de intenciones por parte de la organización. Paralelamente, la incorporación de varios veteranos demostró que los Rockets quieren competir mientras impulsan el desarrollo de sus jóvenes. Para ello firmaron a Dillon Brooks y Jeff Green, quienes deberían de asumir también el rol de mentores. Un designio que estará acompañado de incentivos para que ‘no se duerman en los laureles’.

De acuerdo con el periodista de ESPN, Bobby Marks, el contrato de ambos jugadores incluye bonus económicos. En el caso de Brooks, este percibirá un millón de dólares más de los 80 que incluye su nuevo contrato si los Rockets alcanzan la primera ronda de playoffs. Green, por su parte, ganará otros 1,6 millones si disputa, al menos, 55 partidos con un promedio de 19 minutos por velada. Sobre el papel no resultan objetivos fáciles, pero, de conseguirse, los Rockets estarán muy satisfechos con el desembolso extra realizado.

(Fotografía de portada de Yong Teck Lim/Getty Images)

 

El pívot internacional con España y ex jugador de Atlanta Hawks, Usman Garuba, ha alcanzado un acuerdo dual para jugar la próxima temporada en los Golden State Warriors, confirmaron fuentes del medio The Athletic.

Garuba, que estaba prácticamente con pie y medio en el Real Madrid, finalmente aparca su regreso a España para volver a intentarlo en la NBA, y concretamente en unas de las mejores franquicias de las última década.

Formado en el Real Madrid de baloncesto y seleccionado por los Houston Rockets mediante su pick 23º de la primera ronda del Draft 2021, en la NBA atesora unos promedios de 2,8 puntos, 3,9 rebotes y 12,2 minutos en 99 encuentros oficiales.

El pasado 1 de julio de 2023 fue traspasado a los Atlanta Hawks junto a TyTy Washington, pero una semana más tarde era nuevamente traspasado a Oklahoma City Thunder para posteriormente ser cortado.

(Fotografía de portada: Gregory Shamus/Getty Images)

 

Lamar Stevens continúa sin equipo, pero esta situación podría no durar demasiado. El alero ya programó hace unos días unas sesiones de entrenamiento con los Boston Celtics, que están barajando su incorporación, y ahora más franquicias se han unido a este interés. Michael Scotto, periodista de Hoopshype, señala a Minnesota Timberwolves, Houston Rockets y Miami Heat como equipos que han posado sus ojos en el ex de los Cavaliers, que parece que tendrá algunas opciones para elegir dónde termina finalmente.

Stevens ha disputado sus tres temporadas en la NBA en Cleveland, y viene de hecho del año en que más minutos en pista y más presencias en el quinteto titular ha acumulado. No obstante, los de Ohio le dieron salida en el traspaso a tres bandas que llevó a Max Strus a los Cavs, lo que le hizo poner rumbo a San Antonio para ser posteriormente cortado. Dicho despido se oficializó el 17 de julio, y desde entonces Lamar se encuentra sin equipo y a la espera de poder firmar un contrato.

El alero viene de promediar unos discretos 5,3 puntos y 3,3 rebotes, aunque sus virtudes siempre han tenido más que ver con su agresividad y esfuerzo en la mitad defensiva de la cancha. Estas podrían convertirle en la pieza de valor en la rotación de alguna franquicia, y ahora que todas están terminando de apuntalar sus plantillas su adición podría ser un movimiento interesante.

Stevens llegó a la NBA tras no ser elegido en el draft, pero se ganó su puesto primero mediante un contrato two-way y luego con uno regular para terminar de asentarse. Esta vez tendrá que seguir peleando para mantenerse en la liga y seguir poco a poco creciendo en ella.

(Fotografía de portada: Jason Miller/Getty Images)

 

Los Houston Rockets no han tardado en contactar a otras franquicias con el fin de ejecutar un traspaso por Kevin Porter Jr., acusado de agredir y estrangular este lunes a su novia Kyse Gondrezick en un hotel de Nueva York.

Según Shams Charania de The Athletic, los texanos están trabajando para cambiar al guard y han llamado a «múltiples equipos ofreciendo compensaciones de Draft como incentivo para recibirlo», explicó el periodista.

Al jugador de 23 años de edad le restan cuatro temporadas de contrato, aunque solo la 2023-2024 está garantizada por 15,8 millones de dólares. La organización espera utilizar el salario de Porter para apuntar a una ficha bajo contrato que pueda participar de inmediato y ayudar el equipo.

«Los Rockets están manteniendo todas las opciones abiertas con el futuro de Porter», comentó Charania.

La NBA comenzó una investigación independiente sobre el ataque que terminó con una vértebra del cuello fracturada y un corte sobre el ojo derecho de Gondrezick. Por los estatutos de la liga, Houston no puede sancionarlo todavía.

«Las acusaciones son horribles. No hay duda de ello. Pero no sé nada más sobre los hechos reales aparte de esas acusaciones. Estamos en el proceso de recopilar información», declaró el comisionado de la NBA, Adam Silver.

Porter Jr. fue puesto en libertad tras pagar una fianza de 75 mil dólares y deberá volver a Nueva York el 16 de octubre para enfrentar un proceso judicial. No está previsto que el oriundo de Washington se reporte al training camp a principios del próximo mes.

(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)

 

La fiscalía del distrito de Manhattan ha acusado a Kevin Porter Jr. de agresión y estrangulamiento un día después de ser arrestado por presunta agresión a su pareja, la exjugadora de la WNBA, Kyse Gondrezick.

Ambos cargos son delitos graves y el jugador de los Houston Rockets se ha declarado inocente, aunque no tuvo que declarar durante su comparecencia. Este martes fue puesto en libertad después de pagar una fianza de 75 mil dólares y se le ha ordenado que se mantenga alejado de Gondrezick. El próximo 16 de octubre deberá enfrentar en Nueva York un proceso judicial.

Según las autoridades, el ataque dejó a la mujer con una vértebra del cuello fracturada y un corte sobre el ojo derecho. El incidente ocurrió en el Millenium Hilton de Manhattan y, de acuerdo a los fiscales, el guard no paró de agredirla hasta que Gondrezick salió al pasillo cubierta de sangre. «Esto es un caso serio de violencia doméstica», aseveró a AP la fiscal adjunta del distrito, Mirah Curzer, quien agregó que hay antecedentes de malos tratos por parte de Porter Jr. incluido un choque de su coche contra el de la pareja.

La NBA ha iniciado su propia investigación del caso, de modo que Adrian Wojnarowsi de ESPN aseguró que, hasta ahora, los Rockets no pueden aplicar ningún castigo inmediato. «No hay duda de que el futuro de Kevin Porter Jr. en la NBA está en peligro. Se tratan de acusaciones extremadamente graves. Los problemas le persiguen desde hace años en la USC, los Cleveland Cavaliers y los Rockets. Cleveland lo fichó en primera ronda y esencialmente se rindió con él. Su contrato con Houston era un acuerdo muy favorable al equipo con dinero no garantizado después del primero año», manifestó el periodista.

En efecto, los texanos protegieron sus intereses cuando el año pasado firmaron una extensión por cuatro temporadas y 63,4 millones de dólares. Los 15,8 millones de la 2023-2024 están garantizados, pero los dos siguientes cursos están sujetos a cumplir ciertas condiciones para recibir una compensación y la última, la 2026-2027, es una opción de la franquicia.

(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)

 

La sólida actuación de Dillon Brooks en el Mundial con la selección de Canadá, que obtuvo la primera medalla de su historia en dicho torneo tras vencer a Estados Unidos, no supuso una sorpresa para el general manager de los Houston Rockets, Rafael Stone. El ejecutivo compartió su satisfacción con el buen rendimiento del alero y afirmó que ese es el nivel que esperaban de él cuando lo firmaron este verano.

«En gran medida, ese es el jugador que esperábamos cuando lo firmamos», declaró Stone en una entrevista para el The Houston Chronicle. «Es genial, pero no nos sorprende. Hay una narrativa sobre él que es extraña y errónea. No puedo recordar a cualquier otro jugador en los últimos tiempos con una narrativa igual. Y creo que durante la última semana todo el mundo ha reconocido que es un muy buen jugador de baloncesto.»

De forma más concreta, el gerente general de los Rockets destacó la pasión y la competitividad de Brooks. «Cada día, en cada posesión, compite y siempre está listo. Lo hace a un nivel verdaderamente de élite, de una manera divertida, que es lo que cada aficionado y entrenador dice que es lo más importante. Por eso me resulta gracioso que este tipo, que encarna ese espíritu, haya recibido tantas críticos en los últimos meses. Pero también creo que la gente se dará cuenta de que es un jugador realmente bueno. Compite a muerte.»

El nuevo acuerdo de Brooks con los Rockets asciende hasta las cuatro temporadas y 80 millones de dólares. Si extrapola su nivel con la selección a la NBA, Ime Udoka tendrá a su disposición a una opción muy interesante en ambos lados de la cancha, con experiencia y que se mueve como pez en el agua en el fango.

(Fotografía de portada de Ezra Acayan/Getty Images)

 

Después de repasar los mejores y peores contratos de cada equipo del Este, toca mirar a la otra conferencia. Para quienes no hayan leído la primera parte, cabe recordar que quedan excluidos los jugadores con contratos fijados por la rookie scale, pues su salario viene determinado por la liga y es muy escaso para el peso que algunos de estos hombres tienen en sus equipos, lo que podría hacer que copasen la lista de mejores contratos. Dicho esto, vamos allá.

Dallas Mavericks

Mejor: Kyrie Irving. Elección controvertida, pero que gana coherencia cuando se piensa en la alternativa. Dallas se la jugó yendo a por Irving, e hizo una apuesta fuerte por un jugador cuya presencia para este próximo curso no estaba ni mucho menos garantizada. Y lo cierto es que su salida en la agencia libre podría haber dejado tan colgada a la franquicia, que el hecho de que continúe tiene que considerarse un éxito. Los Mavs respiran aliviados.

Peor: Kyrie Irving. Respiran aliviados… por ahora. Y es que con Kyrie nunca sabes. Su talento nadie lo discute. Es claramente el mejor compañero que Luka Doncic ha tenido nunca y perfectamente puede ser la pieza que, ahora que ha tenido más tiempo para encajar, permita al proyecto alcanzar todo su potencial. Pero su capacidad desestabilizadora tampoco la pone nadie en cuestión, y lo mismo en un par de meses tienes un lío en vestuario de los que no resuelven fácilmente. Por eso es el único jugador capaz de ocupar el mejor y el peor contrato a la vez. Porque las dos posibilidades coexisten hasta que abras la caja y veas si el gato está vivo o muerto.

Denver Nuggets

Mejor: Kentavious Caldwell-Pope. Con su excelente defensa exterior y su eficaz tiro de tres, el alero es uno de esos jugadores que no acaparan portadas pero que son fundamentales en equipos campeones como estos Nuggets. El rol de quinto hombre, el de ese jugador que redondea un quinteto titular y tapa todos sus huecos para que el resto puede brillar en lo suyo, es más importante de lo que normalmente se reconoce, y contar con alguien que lo ejerce tan bien por 14,7 millones es un buen negocio.

Peor: Michael Porter Jr. Cuando un equipo viene de quedar campeón todo se ve de otra manera y parece osado hablar de malos contratos. Y lo cierto es que el alero viene de hacer un gran año y de ser muy importante en playoffs por su capacidad para abrir espacios con su amenaza exterior pese a sus desacertadas Finales. Pero eso no quita que no haya terminado de llegar a las expectativas que se pusieron sobre él cuando firmó su extensión de 179 millones en cinco años.

Golden State Warriors

Mejor: Kevon Looney. Siempre ha parecido la pieza que sobra, la quinta pata de la mesa. Pero con sus 15,1 rebotes por partido en la serie ante los Kings y sus 10 capturas ofensivas en el Game 7, reivindicó su labor como tan importante como la de compañeros mucho más reconocidos. Tenerle a cambio de 7,5 millones es un lujo para los de San Francisco.

Peor: Klay Thompson. Este es un puesto que el escolta se disputa con Chris Paul, y lo cierto es que hay argumentos para colocar o salvar a cualquiera de los dos. Y la duración del acuerdo, que sería el criterio de desempate más sencillo, no ayuda (Klay será agente libre en 2024 y Paul no tiene garantizado para ese año). El elegido es el escolta porque, viniendo de los playoffs menos eficientes de su carrera (38,8% de acierto en tiros de campo), parece difícil que vaya a poder rendir a un nivel que se ajuste a sus 43,2 millones de dólares.

Houston Rockets

Mejor: Dillon Brooks. Si de algo se ha tachado al proyecto de Houston en los últimos años es de falta de hambre y gen competitivo. El talento está, pero nadie parece dispuesto a hacer nada con él ni a conducirlo a ningún sitio. Si el objetivo es revertir eso, es difícil incorporar una pieza mejor que Dillon. El ex de los Grizzlies llegaba denostado tras un mal año en Memphis, pero el Mundial le ha servido para reivindicarse antes de incorporarse a unos Rockets que pueden permitirse absorber su salario de 21,5 millones anuales y en los que deberá comandar la transición hacia un baloncesto más competitivo, y eso le vale para hacerse con este puesto. Eso y, siendo justos, el hecho de que entre tanto contrato de rookie tampoco había mucho donde elegir.

Peor: Fred VanVleet. No quería poner aquí a VanVleet. De verdad que no quería. Los texanos pueden permitirse pagarle los más de 40 millones anuales que va a recibir, su presencia les ayudará a empezar a mirar hacia arriba y enderezar el proyecto, y su tercer año está recogido como team option por si el contrato se vuelve un problema llegado el momento. Pero lo cierto es que en toda la plantilla solo hay dos jugadores cobrando más de 20 millones anuales y al otro ya lo hemos puesto en el mejor contrato, así que…

Los Angeles Clippers

Mejor: Russell Westbrook. Tras varios años ocupando el puesto de peor contrato con su anterior acuerdo, el base se ha librado del lastre que aquella enorme cifra le suponía. Sus pasados playoffs fueron la clase de reivindicación que tanto necesitaba, y ahora podrá tratar de volver a tener ese impacto a cambio de 3,8 millones.

Peor: El que juegue menos. Sobre el papel, no hay un pero que ponerle a esta construcción de plantilla. Dos superestrellas consagradas, varios jugadores de clase media con contratos cortos para no comprometerse a largo plazo si no funcionan, y veteranos con contratos pequeños para apuntalar. Pero a baloncesto se juega sobre el parqué y no sobre el papel, y lo cierto es que Kawhi Leonard y Paul George han tenido muchos problemas para pisarlo regularmente. Ese es el único motivo para poner en duda alguno de sus contratos, pero es un motivo que ha sido bastante recurrente en los últimos años. Así que a falta de una bola de cristal que nos diga cuánto va a jugar cada uno, vamos a dejarlo así.

Los Angeles Lakers

Mejor: Austin Reaves. Quizás nos estemos precipitando todos al saltar de cabeza al tren del hype del joven de los Lakers, pero tras sus últimos playoffs no puede no considerarse un éxito su renovación por 53 millones en 4 años. Otras franquicias le pusieron sobre la mesa ofertas mucho más suculentas, y desde luego todo apuntaba a que los angelinos iban a tener que rascarse el bolsillo mucho más.

Peor: D’Angelo Russell. Hay quien pondría aquí a Davis por sus continuos problemas físicos, pero ha quedado evidenciado que incluso con una pierna es un jugador imprescindible en este equipo y en los pasados playoffs dejó claro que la posibilidad de que se lesione es un riesgo que vale la pena asumir. El elegido pues es Russell, quien con sus 18 millones anuales no tiene tampoco un mal contrato, especialmente en comparación a los más de 30 que cobraba el año pasado, pero se hace extraño ver a un hombre que dejó tantísimas dudas en los últimos playoffs con el tercer salario más alto del equipo.

Memphis Grizzlies

Mejor: Marcus Smart. En un equipo que ya cuenta con Jaren Jackson Jr. en la pintura, añadir a Marcus Smart a la defensa perimetral suena como una combinación demoledora, y hacerlo a cambio de 18,6 millones suena mejor todavía. Es uno de esos jugadores que polariza pero al que todos los aficionados de su equipo aman por lo mucho que da sobre la cancha incluso en los días malos. Que pregunten si no en Boston.

Peor: Luke Kennard. Otro contrato que no es ni mucho menos desastroso en un equipo sin demasiados problemas de espacio. Pero puede chirriar un poco un salario de más de 14 millones en un jugador que cuando llegan los playoffs acaba quedando bastante relegado al segundo plano. En cualquier caso, de los contratos menos malos de la lista.

Minnesota Timberwolves

Mejor: Naz Reid. Su extensión a cambio de 42 millones en tres años justo antes de abriera la agencia libre, en la que podría haber aspirado a un contrato mayor, pilló por sorpresa a todo el mundo. Su eficiente aportación en un rol menor fue una de las noticias positivas para los de Mineápolis el año pasado, y será interesante ver si, con este nuevo contrato, intentan que tenga más presencia en una pintura bastante colapsada.

Peor: Rudy Gobert. Normalmente se habla de este contrato como peor de lo que es. Gobert es un jugador que ha demostrado tener un enorme impacto defensivo y ser capaz de sostener a un equipo entero gracias a su capacidad de intimidación bajo el aro. Pero su encaje en estos Timberwolves es raro, y no parece que esté en una plantilla que él pueda potenciar o que pueda potenciarle. Y es ahí cuando esos 41 millones anuales se vuelven una losa.

New Orleans Pelicans

Mejor: Jose Alvarado. Los Pelicans se lo sacaron de la nada y estuvieron lo suficientemente rápidos como para firmarle un contrato largo antes de que terminara de explotar de verdad. Que esté cobrando 1,8 millones al año suena difícil de creer.

Peor: C.J. McCollum. Esta es otra franquicia sin contratos genuinamente malos, pero siempre llama la atención ver que el jugador mejor pagado es la tercera espada del equipo. Los problemas físicos de Zion le hacían candidato, pero ver el nivel al que rindieron los Pelicans mientras estuvo sano el año pasado invita a seguir teniéndole fe.

Oklahoma City Thunder

Mejor: Luguentz Dort. Los Thunder son otro equipo con muchos jugadores jóvenes en el que no hay demasiados contratos para elegir, pero el del canadiense es sin duda un buen acuerdo para aportar defensa y competitividad al equipo a un precio más que asumible con las cifras que se manejan hoy en día.

Peor: Davis Bertans. Tal vez alguien le haya recuperado fe tras su Mundial, en el que sacó su tiro de tres a relucir, pero en la NBA lleva sin tener sitio prácticamente desde que firmó su contrato de 16 millones anuales y parece que así seguirá siendo. Por lo que sea, no lo imagino acogiéndose a su Early Termination Option del año que viene.

Phoenix Suns

Mejor: Eric Gordon. Tras varios años en el ostracismo de unos Rockets a la deriva, demostró en su paso por los Clippers que sigue capacitado para ser un anotador eficaz en el contexto adecuado. Con una plantilla tan cargada de salarios estelares, es un lujo para los de Arizona poder apuntalarla con hombres como él a cambio del mínimo.

Peor: Bradley Beal. La apuesta de los Suns puede salir muy bien, pero está claro que se la han jugado. Mucho. No solo han incorporado a un jugador que cobrará una media de 51,9 millones anuales hasta 2027 para que sea su tercera espada, sino que no han conseguido que renuncie a la cláusula anti traspaso que traía de los Wizards. De modo que si la cosa no sale perfecta, se puede venir un absoluto caos.

Portland Trail Blazers

Mejor: Matisse Thybulle. Es difícil valorar esta plantilla a falta de que Lillard salga traspasado y la veamos en su forma definitiva, pero conservar a Thybulle a cambio de 10,5 millones parece por ahora uno de los aciertos del verano de los de Oregón. Sigue siendo un jugador que no encaja en cualquier sistema y que necesita mejorar su contribución ofensiva, pero con unas capacidades defensivas extraordinarias que pueden sumar mucho a este joven proyecto.

Peor: Jerami Grant. No termina de estar del todo claro si los Blazers sabían que Damian Lillard iba a pedir el traspaso justo después de que acordaran con Grant la renovación de cinco años a cambio de 160 millones, pero tanto si es así como si no, este es un acuerdo no parece encajar demasiado bien en una plantilla que empezará a reconstruirse una vez que el base salga, y su duración lo hace difícilmente traspasable.

Sacramento Kings

Mejor: Malik Monk. El escolta ha caído como un guante en los Kings, donde ha demostrado que su rendimiento puede estar muy por encima de los 9,9 millones que va a recibir este año. Su capacidad para dar puntos a la segunda unidad y descansos de calidad a los titulares ha sido un valor muy apreciado tanto en el equipo como fuera de él, pues de hecho viene de terminar quinto en las votaciones a Mejor Sexto Hombre como prueba de su gran rendimiento.

Peor: Harrison Barnes. Sus 18 millones anuales están lejos de ser un salario desorbitado, pero tampoco lo es el de ninguno de sus compañeros y él es quizás la pieza más sustituible en el sistema de Mike Brown. En cualquier caso, no hay malos contratos como tal en la plantilla.

San Antonio Spurs

Mejor: Victor Wembanyana. Dije que no pondría rookies, ya lo sé, pero dejad que me explique. El francés no está aquí por su bajo salario o la relación rendimiento/sueldo de su contrato, sino simplemente porque ese contrato existe. Porque está en la plantilla. Y es que si los texanos hubiesen tenido mala suerte en la lotería del draft y hubiesen acabado varias posiciones más abajo, pensaríamos cosas muy distintas de este proyecto. La mera presencia de Wemby les da coherencia, les da un plan y les da futuro. Así que no puede no aparecer aquí.

Peor: Como ocurría en el artículo de ayer con los Wizards, determinar esta posición en plantillas tan en construcción es imposible. Porque para que un contrato sea malo, tiene de alguna manera que dificultar el desarrollo del proyecto o al menos molestar de alguna manera. Y cuando tu equipo tiene apenas algunos cimientos, es muy difícil encontrar algún contrato así entre jóvenes recién elegidos en el draft, veteranos con los que rellenar el cap y jugadores por los que apuestas sin muchas garantías. Así que me rindo.

Utah Jazz

Mejor: Lauri Markkanen. Tras su explosión como Jugador Más Mejorado del pasado curso, cuesta no considerar un chollo su contrato de 17,3 millones anuales. De hecho, su salto de calidad fue tal que se hace raro imaginar que en su momento fuera un jugador que dejara tantas dudas como para que su contrato de 2024-25 solo esté parcialmente garantizado.

Peor: John Collins. Los Hawks llevaban años queriendo quitarse su contrato de encima, mientras que los Jazz querían mejorar su posición y tenían espacio salarial, haciendo de este un acuerdo con mucho sentido. Aunque sus 25 millones de salario puedan parecer excesivos, tras el movimiento se convierte en uno de esos contratos que, al caer en el contexto salarial adecuado, deja de parecer tan malo como antes.

(Fotografía de portada: Era Shaw/Getty Images)

 

Kevin Porter Jr. ha sido detenido en la ciudad de Nueva York por presuntamente agredir a su pareja, la jugadora de la WNBA, Kysre Gondrezick, informó el medio Houston Chronicle.

«Los agentes fueron informados de que una mujer de 26 años sufrió una laceración en el lado derecho de la cara y se quejaba de un dolor en el cuello», dijo un portavoz de la policía de Nueva York. «Una investigación preliminar determinó que un individuo la golpeó varias veces en el cuerpo y le rodeó con sus manos el cuello», explicó.

Esta no es la primera salida de tono de Porter Jr., ya que durante su estancia en los Cavaliers protagonizó varios incidentes, tales como una pelea en el downtown de la ciudad donde resultó herida una mujer, y también fue arrestado por posesión de un arma de fuego y marihuana.

Cabe recordar que su renovación con los Rockets por 4 años adicionales y 82,5 millones de dólares no está garantizada al cien por cien, por lo que un caso de esta índole podría ocasionarle futuros problemas con la franquicia tejana.

El año pasado disputó 59 encuentros oficiales con unos guarismos de 19,2 puntos, 5,3 rebotes y 5,7 asistencias en 34 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)

 

Boban Marjanovic no se moverá de Houston. Según informa Adrian Wojnarowski, periodista de ESPN, el pívot serbio ha firmado un contrato de un año con la franquicia texana, en la que han valorado muy positivamente su presencia desde su llegada hace poco más de un año y han optado finalmente por seguir contando con él.

Marjanovic llegó en el movimiento que llevó a Christian Wood a Dallas junto a otros cuatro jugadores (Sterling Brown, Trey Burke, Marquese Chriss y Wendall Moore Jr.), pero solo él aguantó más de tres meses en la plantilla de los texanos, que dieron salida al resto antes de que arrancara la pretemporada. Durante el curso, Boban llegó a jugar 33 partidos, en los que promedió 3,3 puntos y 1,9 rebotes en apenas 5 minutos, contando pues con un rol muy de fondo de armario.

No obstante, el serbio es un jugador muy apreciado por sus compañeros, y al parecer los Rockets consideran que su aportación fuera de la pista es algo a valorar. Tras los movimientos de la agencia libre, en Houston confían en que su proyecto empiece a dar pasos hacia adelante este curso, y aunque Boban no es quizás quien más les va a ayudar por su impacto en cancha, sí puede ser alguien útil en otros aspectos. Además, dado que queda aún un hueco libre en la plantilla, la franquicia no se ata las manos con esta contratación, y cuenta todavía con margen para seguir apuntalando el roster.

(Fotografía de portada: Scott Taestch/Getty Images)