Washington es uno de esos equipos que lleva demasiado tiempo en tierra de nadie. Han tenido momentos mejores (con John Wall en su apogeo) y peores (el último lustro). Sin embargo, lo que es innegable es que se trata de uno de esos equipos que nunca sabes exactamente por dónde van a salir. Pues bien, justo eso es lo que quieren cambiar.
Eludiendo hacer uso de la palabras reconstrucción –con las salidas de Bradley Beal y Kristaps Porzingis ya está claro– el presidente de los Wizards, Michael Winger, va un paso más allá para señalar que se van a tomar medidas no solo para tener un mejor equipo en unos años, sino para que sea algo que perdure en el tiempo.
«Queremos construir una organización que desarrolle y pueda respaldar a un gran equipo de manera sostenible. No queremos ser un destello. No queremos ser una maravilla de un solo éxito. Queremos construir de la manera correcta. Hemos estudiado a todos los equipos de la liga, histórica y actualmente, que lo han hecho de la manera que caracterizaríamos como correcta. Es obvio que se trata de un trabajo muy pesado. Decisiones difíciles, mucha paciencia, un intenso enfoque en el desarrollo de jugadores, un intenso enfoque en la investigación… Eso es lo que vamos a hacer», comenta a Ava Wallace de Washington Post.
La determinación de los capitalinos es lógica, pero llevarla a cabo es otra historia. Con 30 franquicias en la NBA, para que unas brillen otras deben estar por debajo. Los Wizards quieren dar el salto hacia los primeros, pero ya lo anuncian ellos mismos: sencillo no es.
(Fotografía de Mike Stobe/Getty Images)