Desde su llegada en el mercado de febrero 2022, mucho se ha especulado con el posible traspaso de Buddy Hield. Sin embargo, todo lo contrario, su entrenador en Indiana Pacers, Rick Carlisle, ha reconocido recientemente en el Training Camp que cuentan con él.

«Nuestra esperanza es tenerle a largo plazo», dijo Carlisle en declaraciones recogidas por Forbes Sports.

El bahameño de 30 años de edad se encuentra en su último curso garantizado valorado en 19,27 millones de dólares, y próximamente podrían reunirse ambas partes para negociar una posible extensión.

Desde su llegada a los Pacers ha disputado 106 encuentros oficiales (99 como titular) con unos promedios de 17,1 puntos, 5 rebotes, 3,3 asistencias, 1 robo y un 41% en triples en 32,1 minutos por jornada.

La llegada de Toppin

Uno de los grandes fichajes del verano, el joven Obi Toppin, llegó prácticamente a precio de saldo procedente de los Knicks. El que fuera número 8º del Draft 2020 está ante una nueva oportunidad en Indianápolis con un ojo puesto en el próximo mercado, ya que finaliza su respectivo contrato rookie.

«Obviamente tienen una muy buena oportunidad aquí», destacó Carlisle.

“He obviously has a very good opportunity here.”

Head Coach Rick Carlisle speaks to what he’s seen from Obi Toppin in training camp. pic.twitter.com/QQFyBmNWQI

— Indiana Pacers (@Pacers) October 4, 2023

Con Julius Randle por delante de la rotación, apenas tuvo continuidad y oportunidades de juego a las órdenes de Thibodeau, salvo cuando el ala-pívot se lesionó de gravedad. En 15,7 minutos por jornada cosechó 7,4 puntos y 2,8 rebotes en 15,7 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)

 

Los Indiana Pacers han oficializado los respectivos despidos de los jugadores ‘no garantizados’ Jordan Bell y Elfrid Payton con el fin de retener sus derechos para su equipo de la Liga de Desarrollo, informó la franquicia de Indianapolis a través de un comunicado.

We have waived Jordan Bell and Elfrid Payton.https://t.co/aF42s1efNP

— Indiana Pacers (@Pacers) September 30, 2023

Bell, de 28 años y campeón de la NBA en 2018 con Golden State Warriors, llegaba procedente de los Guangzhou Lions de China donde disputó la pasada temporada 2022-23.

Seleccionado por Chicago Bulls mediante el pick 37º del Draft 2017, pero inmediatamente traspasado a los Warriors, en su carrera NBA ha jugado 161 encuentros oficiales con unos promedios de 3,7 puntos, 3,1 rebotes y 1,2 asistencias en 12 minutos por jornada.

Por su parte, Payton, quién fuera número 10º del Draft 2014, disputó su última campaña en la NBA en la 2021-22 con Phoenix Suns, y sus guarismos fueron de 3 puntos, 1,8 rebotes y 2 asistencias en 11 minutos.

(Fotografía de portada: Ronald Martinez/Getty Images)

 

Elfrid Payton realizará al menos la pretemporada con los Indiana Pacers. Según ha hecho oficial la organización de Indianapolis, el veterano base se suma al equipo con un acuerdo del cual no se han revelado los términos, si bien es muy probable que se trata de un Exhibit 10 que le permitiría jugar con el conjunto afiliado de Indiana en la G League, los Mad Ants, a lo largo del curso.

Los Pacers suman así un point guard de dilatada experiencia, ya que desde 2014 (cuando fue elegido número 10 del draft) ha disputado hasta 500 partidos de temporada regular repartidos entre Phoenix Suns, New Orleans Pelicans y New York Knicks; eso sí, no juega en la NBA desde el curso 2021-22.

En lo que concierne a la campaña pasada, estuvo poco tiempo en Puerto Rico antes de unirse justo a los Mad Ants de la G League, con los cuales promedió 7,9 puntos, 6,0 asistencias, 3,9 rebotes y 1,4 robos en 20,5 minutos por noche.

En su intento por regresar a la NBA, durante este verano estuvo entrenando con Minnesota Timberwolves y Charlotte Hornets. Ahora, formando parte de los Pacers, tendrá realmente complicado acabar formando parte del roster que inicie el curso 2023-24, ya que estos tienen 20 jugadores bajo contrato, incluidos 15 con acuerdos estándar garantizados y los tres two-way contracts ocupados.

(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)

 

Los Phoenix Suns no han terminado ni mucho menos en este mercado de agentes libres y, de acuerdo a fuentes del periodista Jake Fischer del medio Yahoo! Sports, la franquicia de Arizona estaría interesada en adquirir al base T.J. McConnell de Indiana Pacers.

Los Suns solo cuentan en plantilla con un único base puro, Jordan Goodwin, y el citado McConnell les permitiría tener una mayor profundidad en dicha posición.

Además de Bradley Beal, los Suns han acometido los fichajes de Drew Eubanks, Keita Bates-Diop, Chimezie Metu, Yuta Watanabe, Eric Gordon, el citado Goodwin, Isaiah Tod, y recientemente han llegado Jusuf Nurkic, Grayson Allen y Nassir Little en la operación salida de DeAndre Ayton.

McConnell, de 31 años de edad, ha jugado durante los últimos cuatro cursos en los Pacers con unos guarismos de 8 puntos, 3,2 rebotes, 5,5 asistencias y 1,2 robos en 242 encuentros oficiales.

Por delante le restan dos años de contrato valorados en un total de 18 millones de dólares.

(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)

 

En Indiana no tienen prisa alguna por cerrar la extensión de aquellos jugadores que se encuentran en su último año de contrato. Según ha informado el periodista del Indianapolis Star, Dustin Dopirak, los Pacers valorarán el rendimiento de Obi Toppin, Aaron Nesmith y T.J. McConnell antes de tomar una decisión respecto a su futuro.

Toppin fue adquirido durante el verano procedente de los New York Knicka para reforzar y competir por el puesto de ala-pívot. Se embolsará 6,8 millones esta temporada y se convertirá en agente libre restringido el próximo verano si se le traslada la oferta calificada. Una situación muy similar a la de Nesmith, quien percibirá 5,6 millones antes de salir a la agencia libre restringida, aunque se le atisba un rol menor que el de Toppin.

«Tendremos conversaciones con sus agentes», declaró el gerente general de los Pacers, Chad Buchanan. “Obi es alguien que aún no hemos visto en nuestro equipo. Nos gustaría ver cómo se desarrollan las cosas con él. Obviamente, Aaron ha pasado un año con nosotros e hizo un buen trabajo. Tendría que ser una situación adecuada para ambas partes. Tendremos esas conversaciones, pero no hay prisa por cerrar algo con ambos muchachos en el corto plazo”.

En cuanto a McConnell, el base suplente de 31 años ganará 8,7 millones de dólares esta temporada. Su salario de 9,3 millones de dólares para la próxima campaña está parcialmente garantizado por cinco millones de dólares. Su lugar en la rotación podría verse modificado ahora que han llegado nuevas piezas al roster, lo que lo sitúa como una pieza comercial atractiva. Aun así, Buchanan ha sugerido que le gustaría que siguiese en el equipo.

“T.J. es otro tipo que quiere jugar y se lo merece”, continuó Buchanan. “Vendrá a competir. T.J. ha tenido que luchar por todo en su vida. Aún no sabemos cómo será eso, pero creo que quiere ser un Pacer. Está feliz de ser un Pacer. Quiere estar aquí y eso es algo que debemos ver cómo se desarrolla y ver hacia dónde va”.

(Fotografía de portada de Greg Fiume/Getty Images)

 

Previa NBA 2023-24 Indiana Pacers. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Indiana Pacers

• Balance 2022-23: 35-47 (11º del Este, no clasificado para playoffs).
• Entrenador: Rick Carlisle (3ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2023: Buddy Hield y T.J. McConell.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Indiana Pacers.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Fichaje de Bruce Brown y extensión de Tyrese Haliburton.
• Backcourt: Tyrese Haliburton, T.J. McConnell, Isaiah Wong (two-way), Bennedict Mathurin, Andrew Nembhard, Buddy Hield y Ben Sheppard.
• Frontcourt: Bruce Brown, Jordan Nwora, Kendall Brown (two-way), Jarace Walker, Obi Toppin, Aaron Nesmith, Jordan Bell, Myles Turner, Daniel Theis, Jalen Smith, Isaiah Jackson y Oscar Tshiebwe (two-way)

Así encaran la temporada

Con muchas dudas, pero con un proyecto firme. Los Pacers están en ese punto en el que tienen claro lo que desean, pero no si lo van a conseguir. Rick Carlisle es el jefe desde el banquillo y Tyrese Haliburton sobre el parqué; a partir de ahí saber qué serán capaces de hacer depende de muchos factores, tantos como para encarar la temporada con interrogantes que no se podrán despejar hasta que vayan pasando los partidos.

El primer elemento a analizar es el propio Haliburton. Llegó a Indiana en el traspaso por el que salió Domantas Sabonis y simplemente ha encajado a la perfección para simplemente pasar a ser All-Star en su primer año al mando de los de Indianapolis. Su juego quizás no sea ese que te lleva cada noche a los highlights, pero sí uno cuya regularidad e impacto en pista apenas tiene nadie a quién envidiar. El curso pasado fueron 20,7 puntos, 10,4 asistencias, 3,7 rebotes y 1,6 robos, número que consiguió además con un excelente acierto en el lanzamiento (49 por ciento en tiros de campo y 40 en triples). Directamente no se nos ocurre una base mejor sobre la que podrían plantear las Pacers el presente y futuro del equipo. Por supuesto sería genial para la organización que su jugador franquicia siguiese progresando, pero este nivel ya es simplemente espectacular.

A partir de aquí llegan las preguntas. ¿Irá a más Bennedict Mathurin? ¿Qué conseguirán por Buddy Hield? ¿Tendrán un gran impacto el novato Jarace Walker y Bruce Brown? Vamos por partes.

Mathurin fue la gran alegría de Indiana en la pasada campaña. Con un número 6 del draft es obvio que esperaban un muy buen jugador, pero ver la respuesta tan seria y productiva que tuvo, el canadiense de 21 años superó sin duda las expectativas –al menos para el inicio de su carrera–. Partiendo casi siempre desde el banquillo, fue diferencial por momentos y nunca dudó cuando le tocó asumir responsabilidades. Ahora, de cara a su segundo año, debe empezar a dilucidar qué tipo de jugador es. Sabemos de sobre que un año complicado, ya que luchas contra tu sombra, pero para que los de Indianapolis sigan avanzando necesitan que Tyrese y Bennedict formen uno de los mejores backcourt de la NBA. Por cierto, ¿apostará Carlisle por Mathurin como su ‘dos’ titular o seguirá dándole salida desde el banquillo? Aquí apostamos porque le veremos de inicio.

La realidad es que Indiana puede ser un buen equipo, pero no hay que olvidar que sigue en reconstrucción. Aunque históricamente es imposible verles un año simplemente dejándose llevar –en el curso 2022-23 fueron 35 victorias con lesiones importantes como la de Haliburton–, lo cierto es que tienen mucho trabajo de oficina por delante para llegar a ser lo que desean. Por ello, porque no es hora de pillarse los dedos con nada, han intentado extender el contrato de Buddy Hield, pero en cuanto han visto que éste pide más de lo que están dispuestos a poner sobre la mesa, han colocado a su jugador en el mercado.

Así es, Hield saldrá como muy tarde en febrero –si no llega antes una oferta que les convenza a Indiana–, pero el momento y lo qué se consiga por él serán determinantes. Si el equipo no empieza bien, su relevancia en el presente bajará, pero de cara al futuro seguirá siendo fundamental. Los Pacers renunciarán a uno de los mejores tiradores de la Liga y el equipo lo notará a nivel deportivo; por ello, en plan es lograr a cambio una selección de primera ronda del draft. Si lo consiguen, su marcha será menos dolorosa, aunque Carlisle la sentirá igual en su esquema.

Los nuevos

Los Pacers tenían margen salarial en verano y decidieron gastarlo en Bruce Brown, pero no de cualquier manera. Puede que dos años y 45 millones de dólares suene a demasiado, pero ni mucho menos han hipotecado sus próximos pasos, ya que el segundo curso depende de una opción de equipo. Si Brown tiene un año espectacular, puede que se lo queden, pero si no lo ven estrictamente necesario, de cara a la agencia libre de 2024 liberarán su salario. Casi se puede hablar de un alquiler de un año. Lo repetimos: están en reconstrucción.

La otra pieza que ha llegado para ser importante es Jarace Walker. El número 8 del draft de 2023 llega con la vitola de ser un jugador potente que puede dotar al equipo de la energía que le falta a veces. En su único año en la Universidad de Houston ha promediado 11,2 puntos y 6,8 rebotes en 27,6 minutos por noche. Es un buen punto de partida para un jugador que incluso podría empezar la campaña en el quinteto inicial, algo apoyado por el hecho de que lanzase un 34,7 por ciento desde el triple. Será más que interesante ver cómo encaja en el equipo. Él ya ha dicho que está convencido de su aportación.

Cuestión de defensa y talento

No vamos a descubrir nada, pero en el caso de Indiana es una doble realidad. En la campaña 2022-23 el equipo fue divertido de ver: jugó rápido, ganó unos cuantos partidos… Sin embargo, a la hora de defender la luz se apagó; tanto es así que terminaron el año con la 26ª peor defensa de la NBA al recibir 117,1 puntos por cada 100 posesiones. Es un problema a resolver. Todos sabemos la facilidad que tiene Myles Turner para intimidar bajo el aro y poner tapones, pero aquí hablamos más bien de algo colectivo. En este sentido, las mencionadas adquisiciones de Bruce Brown y Jarace Walker pueden suponer un importante avance.

Mientras hacen progresos en defensa –así lo desean–, menos sencillo será que el talento crezca per se. Indiana tiene muchos jugadores de equipo con buen físico y entendimiento del juego, pero para nada va sobrado de talento y piezas diferenciales. El backcourt suena muy bien y quizás alguien sorprenda, pero falta algo de chispa. Apunta a ser un año en el que algunos jóvenes crezcan y el conjunto lo haga al unísono; sin embargo, no hay que perder lo que estamos diciendo casi desde el principio: los Pacers podrán ganar partidos, podrán pelear por el play-in, pero siguen en reconstrucción.

El jugador a seguir

Benndict Mathurin. Si hace 12 meses decíamos que tenía que ser el año de Tyrese Haliburton, ahora casi nos repetimos para poner el acento en el escolta canadiense de 21 años. El curso pasado, pese a salir desde el banquillo, deslumbró con su desparpajo y atrevimiento. Ahora le llega la hora de dejar claro que puede ser una estrella de los Pacers y de la NBA. A diferencia del caño anterior, ya le están esperando. No será un año sencillo, pero debe sobreponerse a ello. Es raro ver que a un jugador de segundo año le den el premio a mayor progresión, pero esa debe ser su hoja de ruta. En la 2022-23 fueron 16,7 puntos, 4,1 rebotes y 1,5 asistencias desde el banquillo. Para el 2023-24 no se trata de marcarse una meta exacta, pero sí de demostrar que su sitio está (o más bien estará) entre los mejores.

Previa NBA 2023-24 Indiana Pacers, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Curioso caso el de los Pacers. Equipo en reconstrucción que no hace tanking, que tiene equipo suficiente para entrar en el play-in de su conferencia y que a su vez no tiene el futuro hipotecado para bien o para mal. En Haliburton confiamos para que los Pacers sigan creciendo y las 39 victorias con puesto de play-in sean una realidad. Ese es mi pronóstico al menos.

Próximo equipo: Utah Jazz

(Fotografía de Dylan Buell/Getty Images)

 

La notable temporada de debut protagonizada por Bennedict Mathurin le permitió ser incluido en el Mejor Quinteto de Rookies hace apenas cinco meses. El alero de los Indiana Pacers se situó como el segundo máximo anotador (16,7) entre los jugadores de primer año, tan solo superado por Paolo Banchero (20,0), lo que le sirvió también para ocupar la octava posición en las votaciones para el Sexto Hombre del Año.

Su gran rendimiento le abrió las puertas de la titularidad en los últimos once partidos de la temporada, un privilegio que no tiene, ni mucho menos, asegurado de cara a este nuevo curso. De acuerdo con el periodista Dustin Dopirak, de The Indianapolis Star, Mathurin solo mantendrá su puesto en el quinteto inicial si mejora su defensa, de lo que se desprende que comenzará la campaña como suplente.

Las adquisiciones realizadas durante el verano se traducirán en varios cambios en los titulares y la rotación de Rick Carlisle. Según Dopirak, el recién llegado Bruce Brown y Andrew Nembhard parten con ventaja sobre Mathurin gracias a su mayor impacto defensivo. Aun así, se espera un papel más importante del sophomore si, finalmente, los Pacers consiguen dar salida a Buddy Hield.

Si Mathurin consigue recuperar su puesto en el quinteto inicial, Nembhard pasaría a ser el base suplente, convirtiendo a T.J. McConnell en el principal damnificado de este cambio estructural de roles.

(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)

 

Memphis Grizzlies, Dallas Mavericks, Philadelphia 76ers, Milwaukee Bucks… En cuando Buddy Hield pasó a estar ‘oficialmente’ disponible, no pocos levantaron las orejas y se pusieron manos a la obra para ver cómo podían conseguir a uno de los mejores tiradores de la NBA. Se trata de una oportunidad de lujo, de una pieza que puede aportar muchísimo a un candidato al anillo. ¿Cuál es el problema entonces? El precio.

Los Pacers han intentado renovar el alero, pero no han podido llegar a un acuerdo para extender su contrato. El motivo es sencillo: los de Indianapolis ofrecen menos de lo que quiere Hield. Llegados a ese punto, se han puesto de acuerdo para buscar un traspaso, el cual ejecutaría la organización si algún equipo pusiese sobre la mesa una primera ronda del draft. No parece excesivo por un jugador de esta talla, la cuestión es que sería un alquiler por una sola campaña que no termina de convencer.

Según informa el periodista Marc Stein, ejecutivos anónimos a los que ha consultado señalan que el hecho de que a Hield le quede un solo año de contrato complica que se cumplan las pretensiones de los Pacers, siendo probable que solo reciban ofertas que incluyan –como mucho– múltiples picks de segunda ronda del draft y algún contrato para igualar el del alero.

Aunque este escenario no cierra la puerta al jugador, sí complica una pronta partida. Tal y como comentaba hace poco Shams Charania de The Athletic, es probable que la situación de Hield no se resulta con prontitud, ya que los Pacers podrían apurar hasta febrero y ver si por el camino aparece algún equipos tan necesitado como para apretar el gatillo con una primera ronda. Hablamos de un jugador de 30 años que el curso pasado firmó un excelente 42,5 por ciento en triples. No es descabellado que terminen consiguiendo lo que desean.

(Fotografía de Elsa/Getty Images)

 

Ha saltado la alarma de muchos equipos al conocerse que Buddy Hield está disponible. Indiana y el jugador están trabajando para buscar un traspaso y aquellos que tenían su nombre en la agenda parecen preparador para disparar en esa dirección. Así, si en primer lugar supimos que Memphis Grizzlies se ha fijado en el escolta, ahora es Shams Charania de The Athletic quien suma otros tres equipos de primera línea a la ecuación.

El citado periodista señala que Dallas Mavericks, Philadelphia 76ers y Milwaukee Bucks han mostrado interés en Hield. No se trata de una sorpresa, ya que estos tres mismos equipos ya habían posado sus ojos en él hace meses, si bien entonces –ni por el momento– se ha llegado a un acuerdo.

Decir que este excelso tirador le vendría bien a cualquiera de los mencionados, prácticamente sobra. Con un 42,5% en triple en la campaña 2022-23, sería sin duda una adquisición que les haría dar un importante paso al frente. Además, el riesgo sería mínimo, ya que aunque tiene un salario de 19,2 millones de dólares para el curso 2023-24, este concluye el próximo verano.

Conociendo las organización que desean ficharle, lo que tenemos menos claro es que pedirían los Pacers a cambio. Charania no da pistas sobre ello, pero sí aclara que no será una negociación sencilla y que es probable que no se llegue a un acuerdo por Hield hasta que comience la temporada regular.

(Fotografía de Stacy Revere/Getty Images)

 

Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo de extensión de contrato, los Indiana Pacers y Buddy Hield están trabajando en la búsqueda de un traspaso para el jugador. Un desenlace que no debería de ser muy difícil de lograr, teniendo en cuenta su durabilidad, acierto exterior y que se encuentra en el último año de su actual contrato.

Seguramente se filtrarán más nombres durante las próximas fechas, pero desde The Athletic han señalado que los Memphis Grizzlies estarían interesados en explorar la posibilidad de incorporar a Hield. Los de Taylor Jenkins componen un grupo muy sólido, pero con pocos tiradores de garantías: registraron el octavo peor porcentaje de acierto en triples (35,1%) el pasado curso.

El escolta recopila un acierto exterior del 40,2% a lo largo de su carrera, el cual aumentó hasta el 42,5% en la pasada campaña. Los Grizzlies disponen de Luke Kennard y Desmond Bane, pero les urge incluir otro perfil similar más ante el gran desarrollo de Bane, quien asumirá un rol ofensivo aun mayor, principalmente como generador, durante la ausencia de Ja Morant.

Hield cerró la temporada 2022-23 en Indiana con unos promedios de 16,8 puntos, 5,0 rebotes, 2,8 asistencias y 1,2 asistencias en un total de 80 partidos, 73 de ellos como titular.

(Fotografía de portada de Justin Ford/Getty Images)

 

La situación de Buddy Hield en los Pacers está cada vez más clara. Si durante mucho tiempo se ha estado rumoreando sobre su posible salida –no siempre con fundamento–, ahora parece que su adiós definitivo a Indiana es un hecho probado a la espera de fecha.

Según informa Shams Charania de The Athletic, la negociación entre el jugador y la franquicia para llegar a un acuerdo de extensión de contrato está completamente estancada; tanto es así que los de Indianapolis han acordado con Hield comenzar a dialogar para trabajar en la búsqueda de un traspaso.

Si bien los Pacers nunca han cerrado la puerta a un traspaso de su jugador –en enero de 2023 escucharon ofertas–, no ha sido hasta ahora cuando han empezado a moverse activamente para encontrar un acuerdo para un jugador que termina contrato el 30 de junio de 2024 y que en este curso debe percibir 19,2 millones de dólares.

En cuanto a las opciones de encontrarle acomodo, lo cierto es que se trata de una pieza que puede ser deseada por muchos equipos. Dada su capacidad anotadora y acierto exterior (42,5% en el curso 2022-23) es sin duda atractivo para cualquier contender. Además, el hecho de que sea expiring también es interesante, ya que se trata de una apuesta de un solo año que puede llamar también la atención de equipos que deseen liberar salario de cara a la agencia libre de 2024.

(Fotografía de Elsa/Getty Images)

 

El pívot de los Indiana Pacers, Myles Turner, aprovechó su participación en el podcast de Theo Pinson para compartir uno de sus grandes objetivos individuales para esta temporada. Coincidiendo con la celebración del All-Star Weekend de 2024 en Indiana, el interior aseguró que formará parte del Partido de las Estrellas.

«Estoy ilusionado por el All-Star Game«, declaró Turner. «Será en Indiana este año. Por cierto, todos me veréis allí. Lo escuchaste aquí primero. Que el evento sea en la ciudad y que la NBA muestre su cariño a Indy será genial. Creo que es una ciudad que realmente lo merece. Estuvimos a punto de organizar el All-Star Weekend de 2020 cuando ocurrió lo del COVID. Esa es la razón por la que se atrasó hasta este año.»

Turner se ha asentado como uno de los mejores defensores interiores de toda la NBA. El pívot de los Pacers ha liderado la NBA en tapones en dos ocasiones y su tiro exterior le otorga una mayor versatilidad ofensiva que otros jugadores de su mismo perfil. En la temporada 2022-23 promedió 18,0 puntos, 7,5 rebotes y 2,3 tapones por encuentro.

Para alcanzar el ambicioso desafío de ser elegido All-Star, Turner tendrá que dar un paso adelante más en cuanto a rendimiento, teniendo en cuenta que en su posición contará con la competencia de estrellas como Nikola Jokic, Joel Embiid, Karl-Anthony Towns, Domantas Sabonis o Bam Adebayo.

(Fotografía de portada de Andy Lyons/Getty Images)

 

Buddy Hield ahora lucirá el dorsal 7 en los Indiana Pacers y Jermaine O’Neal ha alzado la voz mostrando su descontento. Nada personal contra el bahameño, sino un reproche a la organización que representó por ocho temporadas con ese número.

«Me encanta Buddy y el trabajo que hace. Mi declaración no tiene nada que ver con él. Es decepcionante ver a los equipos cada año reconocer y celebrar a los jugadores que han sido los mejores de la franquicia dentro y fuera de la cancha, sin embargo, los Pacers no lo hacen. Ha sido confuso y decepcionante por decir lo menos», se desahogó O’Neal en el post de Instagram donde el conjunto anunció el cambio de Hield, quien antes usaba el 24.

El otrora interno llegó a Indianápolis en el 2000 desde los Portland Trail Blazers a cambio de Dale Davis. Durante ocho años disputó 514 partidos en los que promedió 18,6 puntos, 9,6 rebotes y 2,4 bloqueos. En esta etapa ganó el premio Jugador Más Mejorado del Año en la 2001-2002, también asistió seis ediciones seguidas al All-Star y fue tres veces nombrado All-NBA.

O’Neal, quien además participó en seis postemporadas con Indiana, se ubica en el quinto puesto de la franquicia en puntos con 9580, sexto en rebotes totales (4933) y es el líder histórico en bloqueos al totalizar 1245.

Por su parte, la organización cuenta con solo cuatro dorsales retirados: George McGinnis (30), Reggie Miller (31), Mel Daniels (34) y Roger Brown (35). Los dos primeros fueron honrados por sus logros en la pista NBA, mientras que Daniels por su desempeño como director de personal y head coach. En el caso de Brown también vistió la camiseta del equipo, aunque participó en la extinta ABA.

 

Es la realidad de la NBA actual. Tras muchos años en los que evitar superar el límite salarial era casi un objetivo, en el presente son numerosos los equipos que no solo lo sobrepasan, sino que van más allá al pagar grandes cantidades tanto en sueldos como en impuesto de lujo. No es un capricho, sino una necesidad para tener una plantilla competitiva; eso sí, las restricciones del nuevo convenio colectivo para las franquicias que superan el límite del impuesto de lujo ha hecho que muchos conjuntos busquen fórmulas para ahorrar. Sin mas dilación, y tras repasar el mejor y peor contrato de cada equipo en la NBA, toca ordenar a las franquicias de mayor a menor gasto en sus plantillas.

Antes, cabe recordar que el límite salarial para la temporada 23-24 está fijado en 136 millones de dólares, mientras que el límite del impuesto de lujo se encuentra en los 165,3. Por contra, el cap floor, es decir, la cantidad mínima que las franquicias deben gastar en sueldos, es de 122,4 millones, algo que en estos momentos están cumpliendo todos los equipos.

Los que más gastan

Los Golden State Warriors recuperan la primera plaza. Tras el sorpasso del curso anterior con los Clippers en el primer lugar, los de San Francisco superan en esta ocasión los 200 millones de dólares –único equipo que lo hace– para destacarse como el que mayor gasto tendrá en salarios y, por tanto, en impuesto de lujo. La renovación de Draymond Green, el incremento anual de Stephen Curry y Klay Thompson, así como la llegada de Chris Paul, hacen que sea con diferencia la organización que está en cabeza.

Ya en segunda plaza aparecen Los Angeles Clippers. Contando aún con dos enormes contratos como son los de Paul George y Kawhi Leonard, los angelinos acumularán en esta ocasión 195,2 millones de dólares. Un año más apuestan por un proyecto caro que esperan les lleve de una vez por todas al ansiado anillo, algo que dependerá en gran medida de la salud de los jugadores anteriormente nombrados.

Completando el podio nos encontramos a Milwaukee Bucks. En la línea de los dos equipos ya mencionados, los de Wisconsin también han optado por mantener su proyecto con la renovaciones de Khris Middleton y Brook Lopez, las cuales han disparado un poco más el gasto. Además, entre Giannis Antetokounmpo y Jrue Holiday suman 91 millones de dólares. En total estamos hablando de un inversión en plantilla que llega hasta los 191 millones de dólares en este curso 2023-24.

La gran caída, Brooklyn

Es quizás el cambio más sorprendente que se ha producido en los gastos salariales de un año a otro. Los Brooklyn Nets empezaron el curso pasado con Kevin Durant y Kyrie Irving en plantilla para ser el tercero que más gastaba en salarios; sin embargo, con la salida de ambos a mitad de la temporada anterior ahora han pasado a ocupar el 18º lugar con un gasto total de 161,2 millones de dólares; es decir, 22 menos que hace doce meses. Tal ahorro les ha permitido salir además del impuesto de lujo.

Una tabla cambiante

Aunque a continuación detallamos el gasto salarial de cada equipo, hay que tener en cuenta que se trata de un número vivo, ya que cualquier movimiento en las semanas que quedan para que arranque la nueva campaña puede hacerlo cambiar. Hablamos de traspasos, despidos, contrataciones de agentes libres… Lo lógico es que ningún equipo vea una variación sustancial en su cifra, por lo que la tabla nos sirve para colocar a cada uno en su particular contexto, dando por hecho que los que están abajo –Indiana Pacers, Orlando Magic o San Antonio Spurs– están en reconstrucción, mientras que los primeros no tienen otro objetivo que el anillo.

Equipo	Salario	Impuesto
Golden State Warriors	209,6	SÍ
Los Angeles Clippers	195,2	SÍ
Milwaukee Bucks	191	SÍ
Phoenix Suns	189	SÍ
Miami Heat	187	SÍ
Denver Nuggets	185	SÍ
Boston Celtics	181,2	SÍ
Philadelphia 76ers	178,5	SÍ
Los Angeles Lakers	173,4	SÍ
Dallas Mavericks	170,1	SÍ
Toronto Raptors	169,7	SÍ
Chicago Bulls	169,5	SÍ
New York Knicks	168,5	SÍ
New Orleans Pelicans	168,1	SÍ
Minnesota Timberwolves	164,4	NO
Cleveland Cavaliers	164,2	NO
Portland Trail Blazers	163,2	NO
Brooklyn Nets	161,5	NO
Atlanta Hawks	157,9	NO
Memphis Grizzlies	155,8	NO
Sacramento Kings	154,4	NO
Houston Rockets	151,7	NO
Oklahoma City Thunder	149,1	NO
Utah Jazz	142	NO
Detroit Pistons	141,5	NO
Washington Wizards	139,2	NO
San Antonio Spurs	137,2	NO
Charlotte Hornets	135,1	NO
Orlando Magic	132,5	NO
Indiana Pacers	130,1	NO

Cantidades obtenidas desde Hoosphype. La NBA no hace públicos los salarios de los jugadores. Actualizado a 13 de septiembre de 2023

(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)

 

Acabado el Mundial, toca volver a poner el foco en la NBA. Aunque algunas franquicias continúan aún ultimando sus plantillas, estas están ya a grandes rasgos confeccionadas, lo que permite analizar cuáles han sido sus principales aciertos y errores en esta labor. En concreto, repasando el mejor y el peor contrato de los que tienen ahora mismo en vigor.

Como cada año, conviene destacar antes de empezar que no necesariamente vamos a estar hablando siempre de contratos excelentes y/o desastrosos. Hay franquicias sin contratos verdaderamente tóxicos en las que no queda más remedio que elegir a un jugador sin un contrato malo como tal, mientras que en otras puede ser difícil encontrar gangas en relación rendimiento/precio y habrá que tener otros factores en cuenta. Hablamos siempre en términos relativos, no absolutos.

Por último, no se han tenido en cuenta para los mejores a jugadores con contrato de rookie, pues en estos su salario viene fijado por la NBA y tiende a ser muy bajo. Todos convenimos en que, por ejemplo, LaMelo Ball es un jugador cuyo rendimiento está muy por encima de los 10,9 millones que va a cobrar, pero no podemos tener en cuenta esa cifra dado que viene preestablecida y los Hornets no han tenido que negociarla. Dicho esto, empezamos.

Atlanta Hawks

Mejor: Dejounte Murray. Sus 17,7 millones son un precio excelente para un base muy polivalente y capacitado para tapar muchos agujeros en el equipo. Su fichaje fue un gran movimiento por parte de la franquicia de Georgia, que a partir del año que viene empezará a pagarle un salario más acorde a sus capacidades.

Peor: Clint Capela. Cuando el suizo firmó la extensión de 45 millones en dos años que entra ahora en vigor, los Hawks venían de ser finalistas del Este y este parecía un proyecto muy prometedor que había que mantener. Dos años después, la perspectiva es otra, y aunque las cifras que se manejan actualmente hacen que un sueldo de 22,5 millones no sea tan alto como muchos seguimos teniendo en la cabeza, este es un contrato que deja más dudas ahora que cuando se firmó.

Boston Celtics

Mejor: Al Horford. Pasan los años y el dominicano sigue haciendo como que no. No viene de unos playoffs tan impresionantes como los de 2022, pero, salvo que su cuerpo decida de una vez aceptar la edad que tiene, contar con él por 10 millones anuales es un lujo para los de Massachusetts.

Peor: Kristaps Porzingis. Los Celtics se la han jugado, y lo cierto es que es seguramente muy temprano para colocar aquí un contrato cuya calidad dependerá de una pregunta: ¿Cuánto va a poder jugar Porzingis? Desde luego, Boston cree que mucho. Pero a su vez, es normal tener reservas con respecto a un hombre que convierte a Arjen Robben en el Hombre de Acero Inoxidable. Y a falta de contratos demasiado inflados (si alguno está pensando en la extensión de Jaylen Brown, todavía no ha entrado en vigor), se queda con esta posición.

Brooklyn Nets

Mejor: Nic Claxton. Reforzado tras un sensacional año en el que dio el salto y se consagró como uno de los mejores defensores interiores de la liga, cuesta no considerar una ganga los 8,8 millones que recibirá este curso. Y que, si sigue con esta tendencia, crecerán notablemente cuando llegue el próximo verano y tenga la oportunidad de negociar un nuevo contrato como agente libre.

Peor: Ben Simmons. Como fan incondicional del Ben Simmons de los 76ers, esto me duele más a mí de lo que le duele a él, que seguramente sea muy poco. El australiano era uno de los mejores defensores perimetrales de la liga (si no el mejor), un pasador y distribuidor excelente, y un jugador con un gran poderío físico muy agresivo en sus internadas a canasta y absolutamente imparable en transición. Era. Durante el curso 22-23, aunque tuvo algún tramo decente, no fue ni la sombra de aquello. Y aunque ha dicho que se siente listo para volver a aquella versión, que sí valía los 37,9 millones de dólares que cobrará, habrá que verlo para creerlo.

Charlotte Hornets

Mejor: Terry Rozier. El base se ha ido confirmando como un anotador solvente en unos Hornets en los que, siendo justos, no hay mucho que destacar. Esta es aún una plantilla muy joven y con muchos jugadores en sus contratos de novato, limitando las opciones y convirtiéndole en el elegido casi por defecto.

Peor: Miles Bridges. Por una vez vamos a dejar de lado el tema deportivo y económico porque la situación lo merece. El mero hecho de que Bridges tenga un contrato en vigor es una mancha para los Charlotte Hornets, y la sanción tan laxa impuesta por la NBA hace a la liga cómplice. Sigamos.

Chicago Bulls

Mejor: Alex Caruso. Es posible que no haya habido una sola temporada en la que Alex Caruso no haya sido una ganga. En una liga con salarios cada vez más desorbitados, un jugador con sus capacidades defensivas y tan capaz de cambiar el ritmo de partido con su energía podría cobrar fácilmente más de los 9,4 millones que recibirá este curso.

Peor: Lonzo Ball. Es una verdadera pena poner a Lonzo aquí, porque, por capacidades baloncestísticas, tenerle en la plantilla por 20 millones de dólares al año es sin duda un buen negocio. Pero no juega desde 2021 y no volverá a hacerlo, como pronto, hasta 2024. En otras palabras, si tenemos en cuenta que ya está descartado para esta temporada, en sus tres primeros años de contrato habrá disputado 35 partidos de 286 posibles. Un 12,2%. Hay universitarios que llaman ‘miernes’ y ‘juernes’ a los miércoles y jueves con un mejor ratio de asistencia. Doloroso, pero no queda otra.

Cleveland Cavaliers

Mejor: Jarrett Allen. El pívot aterrizó en Cleveland prácticamente rebotado desde Brooklyn y no tardó en demostrar el poderío interior que puede aportar en labores defensivas y de rebote. Es cierto que, tras unos playoffs en los que los Knicks exhibieron las carencias ofensivas del equipo, han empezado a surgir voces que cuestionan su encaje junto a Evan Mobley, pero por ahora es un jugador que suma muchas cosas a este proyecto y al que es un lujo tener atado por 20 millones anuales hasta 2026.

Peor: George Niang. Seguramente el contrato menos malo de los que se incluyen en el artículo, pero es difícil mirar la plantilla de los Cavaliers y encontrar alguien a quien señalar. Más que por su salario de 8 millones, es el elegido principalmente por la duración del mismo, pues tres años pueden ser quizás excesivos para un hombre tan unidimensional y de fondo de armario como Niang, que fácilmente podría no encajar y quedar relegado a muy pocos minutos en pista. Pero, siendo justos, es difícil calificarlo como un mal acuerdo.

Detroit Pistons

Mejor: Joe Harris. La de los Pistons es una plantilla un tanto extraña, en el sentido de que ha acumulado muchas piezas pero todavía no parece tener del todo claro qué tipo de puzle quiere armar. La lesión de Cunningham a principios de la pasada liga regular les privó de la habría sido su primera temporada con cierto espíritu competitivo, de modo que siguen aún en una especie de fase de prueba en la que quieren ver qué encaja y qué no. Y en ese sentido, Joe tiene todo lo que les conviene en un periodo así: un potencial demostrado que intentar recuperar, y un contrato expiring que hace de esta una operación de cero riesgo si sale mal. Si por el contrario sale bien, Detroit habrá sacado casi de la nada a un tirador capaz de rozar el 50% de acierto en triples durante toda una temporada regular.

Peor: Marvin Bagley III. Los mismos argumentos usados para defender el contrato de Harris podrían aplicar para el de Bagley (salvo lo de ser expiring), pero lamentablemente el ex de los Kings empieza a ser un jugador al que es difícil tenerle fe. Marvin solo ha llegado a disputar 50 partidos en su temporada de rookie, es decir, la 18-19, y desde entonces ha sido un mar de dudas, de problemas, y de un potencial que se atisba pero que nunca cuaja. Siempre cabe la posibilidad de que por fin llegue su año, y los Pistons son una de esas franquicias que ahora mismo no tienen ningún problema en comerse un contrato así. Pero es quizás el que más chirría.

Indiana Pacers

Mejor: Bruce Brown. No sé si 22 millones anuales son muchos, la lógica dice que sí pero los pasados playoffs dicen que no. La cuestión es que en esta liga, o sobrepagas o tus refuerzos son Isaiah Thomas y Tristan Thompson. Indiana quería un jugador atlético, polivalente y de rol que ayude a crecer a un proyecto joven y prometedor. Tenía espacio salarial para darle el contrato de su vida. Y ha conseguido que el segundo año esté recogido como opción de equipo por si la cosa no sale bien. Pues ole.

Peor: Buddy Hield. Su situación, al igual que la de Myles Turner, es muy curiosa. Ambos parecían destinados a ser traspasados durante la temporada pasada, pero los Pacers se encontraron de repente con que eran un equipo que estaba peleando por entrar en postemporada hasta que Haliburton se lesionó y decidieron que no iban a debilitar su plantilla. Y aunque es una decisión comprensible, deja al bahameño en una situación extraña, sobre todo porque es el que más se solapa con jóvenes como Mathurin que a priori necesitan más minutos. Dicho esto, no es un mal contrato como tal y será agente libre en 2024, pero sí es quizás el acuerdo que menos encaja.

Miami Heat

Mejor: Caleb Martin. Sin duda, este habría sido el verano ideal para él para salir a la agencia libre. Tal vez no volvamos a verle jugar jamás al nivel que ofreció en los pasados playoffs, pero basta con que tenga otro mes como aquel para que sus 6,8 millones queden más que amortizados.

Peor: Kyle Lowry. El base sigue siendo un jugador muy inteligente y que es puro ímpetu y esfuerzo, pero hace un tiempo que no está para contratos tan masivos como el 85×3 que firmó en 2021. Miami podrá consolarse sabiendo que termina el próximo verano.

Milwaukee Bucks

Mejor: Khris Middleton. Viene de dejar muchas dudas tras pasarse gran parte de la temporada gestionando una lesión, pero precisamente eso ha permitido a Milwaukee sacar una renovación más generosa. El alero renunció a su player option de 40,4 millones para firmar un acuerdo menos lucrativo pero a más largo plazo, dando a los de Wisconsin algo más de oxígeno para terminar de apuntalar la plantilla.

Peor: Brook Lopez. Estaba claro que los Bucks iban a tener que rascarse el bolsillo para evitar que algún equipo con espacio salarial como los Rockets se lo llevase, pero pocos esperaban que el pívot lograse sacar un acuerdo de 48 millones en dos años, sobre todo dada su avanzada edad. Viene de una grandísima temporada y renovarlo fue seguramente la decisión correcta por parte de la gerencia, pero no quita que sea una cifra que sorprende bastante, más teniendo en cuenta las limitaciones del nuevo convenio colectivo.

New York Knicks

Mejor: Jalen Brunson. Si había dudas acerca de si habían sobrepagado a Brunson o no, quedaron despejadas muy pronto. Los Knicks vuelven a ser una franquicia importante, el Madison vuelve a celebrar triunfos en playoffs, y el optimismo ha vuelto a la Gran Manzana. De repente, 26,3 millones parecen pocos.

Peor: Evan Fournier. El francés aseguró cuando acabó la temporada 22-23 que no esperaba volver a Nueva York para el próximo curso, pero tiene un contrato tan intraspasable que ahí sigue. La franquicia sigue intentando darle salida, pero a estas alturas tal vez tengan que conformarse con saber que será agente libre el verano que viene. Los Knicks tiene una team option para la 24-25, pero si a cualquier aficionado le diesen a elegir entre recibir un disparo o ejercer dicha opción, seguramente apretarían ellos mismos el gatillo.

Orlando Magic

Mejor: Markelle Fultz. A fuego lento, pero parece que la apuesta ha sido saliendo bien en Orlando. Fultz viene de la que seguramente sea su mejor temporada, y está aún a tiempo de ir creciendo junto a resto de jóvenes del equipo y de terminar de ganar la consistencia que le permita mostrar su talento más a menudo. Los de Florida contarán con él por 17 millones, una cifra que ha demostrado ser capaz de dejar corta.

Peor: Jonathan Isaac. Como Lonzo, da pena tener que asignarle este puesto por motivos no relacionados puramente con su rendimiento, pero las dudas son demasiado grandes como para no hacerlo. Después de dos años y medio sin jugar un partido con los Magic, el ala-pívot hizo su esperada reaparición durante el curso pasado, pero tras 11 encuentros tuvo que volver a parar y poner el foco en esta próxima temporada. ¿Le veremos en ella en condiciones normales? Si es así, podrá borrar su puesto de la lista.

Philadelphia 76ers

Mejor: Patrick Beverley. Aun siendo denostado por muchos debido a su carácter, no puede negarse que hacerse con él por 3,2 millones de dólares es un gran logro por parte de los 76ers. Su llegada a los Bulls en febrero cambió de forma notable la dinámica defensiva del equipo, y ahora aspira a dar un impulso parecido a Philadelphia a cambio de un salario mínimo.

Peor: James Harden. Siendo justos, este puesto debería pertenecer a Tobias Harris, pero tras cuatro años cincelando su nombre en mármol como uno de los peores contratos de la liga, aprovechemos que es expiring para darle un respiro y centrarnos en La Barba. A priori, 35,6 millones por él no suenan mal tal como está el mercado actual, pero son las condiciones las que hacen de este un contrato peligroso. Harden se acogió a su player option solo para poder pedir el traspaso e ir a alguna franquicia a la que no podría ir como agente libre, creando un clima de tensiones que amenaza con llevarse al proyecto por delante. Desde luego, no es el ecosistema en el que a los 76ers les habría gustado renovarle.

Toronto Raptors

Mejor: OG Anunoby. En unos Raptors que no parecen tener un rumbo fijo, el británico se queda con este puesto por dos razones. La primera es la buena relación entre rendimiento y precio que presenta este contrato de 18,6 millones de dólares. La segunda, que precisamente por eso es uno de los activos más interesantes en caso de que la franquicia opte finalmente por reconstruir. Su nombre ya estuvo metido en mil rumores de traspaso durante el pasado curso, y no sería de extrañar que la historia se repita esta vez, pues puede dar a los suyos un acuerdo con el que rearmarse de cara a futuro.

Peor: Pascal Siakam. A falta de contratos malos de verdad en Toronto, acabo poniendo a Siakam aquí cada año por el mismo motivo: tiene un contrato de primera espada del equipo sin, en mi opinión, llegar a serlo. Y sin embargo, siempre hay un par de semanas de la temporada en las que pienso que me equivoqué y que sí que es ese tipo de jugador. Pero son eso, tramos. Los canadienses están ahora mismo en una situación interesante en la que parecen haber decidido que es hora de ir deshaciendo este proyecto, y ver qué hacen con el camerunés será din duda uno de los temas a seguir.

Washington Wizards

Mejor: Jordan Poole. Las tendencias de opinión son curiosas, y a veces dan la sensación de crear una narrativa paralela a la realidad. Porque sí, Poole no tuvo una buena temporada 22-23, pero a veces se habla de su baloncesto y de su futuro en términos despectivos con una facilidad que asusta. Sobre todo si tenemos en cuenta que en 2022 fue fundamental en el anillo de los Warriors (aunque sus recientes errores hayan hecho que muchos se olviden de ello) hasta el punto de que se hablaba de que había derrocado a Klay como el otro Splash Brother. Ahora está en Washington, en un equipo sin ninguna aspiración y al que no le supone ningún problema pagarle 32 millones al año para ver si vuelve a aquella versión. Porque los contratos también son eso, contexto. Y así como en unos Warriors cuya ventana se está cerrando no había sitio para él, en unos Wizards que tienen que empezar a construir desde cero es más que bienvenido.

Peor: Bradley Bea… Ah, no. La respuesta comodín ya no está y hay que buscar alternativas, pero precisamente porque los capitalinos están empezando a armar un proyecto de la nada, no hay prácticamente nada donde elegir. La plantilla está formada por jóvenes a los que probar, veteranos con los que intentar marcar una dirección y hombres que están ahí porque hay que respetar el mínimo salarial y en algo habrá que gastar el dinero. Y teniendo en cuenta que ninguno de esos contratos estorba en lo más mínimo, tendría poco sentido señalar a cualquiera de ellos.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)