El Little Caesars Arena ha sido testigo del primer partido en el que Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal ha vestido juntos la camiseta de los Phoenix Suns. El conjunto de Arizona dio inicio a su serie de encuentros de pretemporada con una visita a los Pistons que se saldó con victoria por 126-130, imponiéndose así en un choque que necesitó de una prórroga para dilucidarse.

No obstante, no fueron precisamente los últimos cinco minutos los que generaron más atención, sino más bien los iniciales. Frank Vogel optó por usar a sus estrellas solo durante la primera mitad, dando entre 13 y 14 minutos a cada uno para ir cogiendo ritmo y dejándoles descansar durante la segunda parte y el tiempo extra. Fue por tanto un primer contacto tímido, pero que permitió ver en acción a un Big 3 que promete pelear por dar a los de Arizona el primer anillo de su historia.

Los tres firmaron además actuaciones muy similares tanto en números como a nivel de eficiencia, pues tanto Booker como Durant lograron irse hasta los 12 puntos mientras que Beal les siguió con 11 pero añadiendo 3 asistencias. Juntos se combinaron para un 12/21 en tiros de campo, y permitieron a los Suns tomar desde el inicio las riendas de un partido en el que llegaron a ganar por hasta 26 tantos pero que casi dejaron ir en el último cuarto.

Ausar Thompson, clutch en su estreno

Con un parcial de 38-18, Detroit logró dar la vuelta a la situación en los últimos 12 minutos, parcial en el que fueron determinantes Marvin Bagley y Stanley Umude con 15 y 10 puntos respectivamente pero que se encargó de cerrar Ausar Thompson con un triple a falta de 6,9 segundos que puso el 122-122 en el marcador. El que fuera número 5 del pasado draft puso así la guinda a su primer amistoso, en el que firmó unos sólidos 12 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias.

AUSAR THOMPSON TIES IT FROM THE CORNER#Pistons pic.twitter.com/efoGRMxo4C

— Bally Sports Detroit (@BallySportsDET) October 8, 2023

La prórroga, no obstante, volvió a ser territorio de los visitantes, que dejaron que Keon Johnson y Yuta Watanabe asumieran responsabilidades y trataran de demostrar qué pueden aportar al equipo una vez que empiece la liga regular.

(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)

 

Otro equipo encuadrado en la División Central podría estar preparando algún que otro movimiento, aunque, por supuesto, de un calibre mucho menor que el protagonizado por los Milwaukee Bucks.

De acuerdo con el periodista de The Athletic, James Edwards III, los Detroit Pistons han intensificado sus negociaciones comerciales en las últimas semanas con vistas a cerrar algún movimiento antes de que arranque, incluso, el ‘training camp’.

Si bien no compartió ningún potencial acuerdo, Edwards III citó los jugadores candidatos para ser traspasados, entre los que destacan James Wiseman, Marvin Bagley, Killian Hayes, Bojan Bogdanovic y Alec Burks. De no salir antes de que empiece la temporada, es muy posible que varios componentes de esta lista hagan las maletas en el cierre de mercado de febrero.

Los Pistons quieren ofrecer más minutos a los jóvenes y ofrecer las llaves del equipo a la prometedora camada de jugadores que han reunido en Michigan. Entre Cade Cunningham, Jaden Ivey, Ausar Thompson y Jalen Duren fijan las bases del esperanzador futuro de la franquicia.

(Fotografía de portada de Ron Jenkins/Getty Images)

 

Jaden Ivey fue la gran noticia de Detroit en la campaña 2022-23. El novato aprovechó el espacio dejado por la lesión de Cade Cunningham para situarse como pieza esencial del backcourt del equipo, e incluso ser por momentos el líder del mismo. Su primer curso fue más que notable, pero el elegido como número 5 del draft de 2022 tiene claro que solo a base de trabajo podrá conseguir llegar a ser el jugador que desea.

Con tal premisa por delante, el guard atendió a los medios en Howarth Park, donde quiso dejar claro que el verano le ha servido para recargar pilas, pero más aún para entrenar en facetas del juego que le hagan seguir progresando.

«Ser capaz de jugar una mejor defensa, eso es en lo que traté de centrarme más. Usar mi velocidad para superar las pantallas y no quedarme atrás al no ser capaz de leerlas bien. Simplemente permanecer siempre en la jugada, siempre involucrado en la defensa. Siento que mejoré en ese aspecto», comenta en declaraciones recogidas por Detroit Free Press.

La realidad es que esperan mucho de Ivey en la franquicia de Michigan. En su primera campaña con el equipo promedió 16,3 puntos, 5,2 asistencias y 3,9 rebotes para dar la sensación de ser un jugador muy completo. En su segundo curso llega la hora de refrendar ese buen comienzo y establecerse como pieza esencial del proyecto de los Pistons.

(Fotografía de Candice Ward/Getty Images)

 

Cade Cunningham estaba teniendo un gran inicio de temporada 22-23 hasta que una lesión privó a los Pistons de poder contar con él más de 12 partidos. No obstante, un año después, el base está listo para un regreso con el que tratar de hacer que el proyecto despegue, algo que esperan no solo los aficionados de la franquicia. Su propio compañero de backcourt Jaden Ivey se ha mostrado muy ilusionado al respecto, y asegura que confía en ver un gran año del que fuera número 1 del draft de 2021.

«Creo que mucha gente va a quedar muy sorprendida al ver lo que va a aportar» comentó el escolta. «Va a tener una temporada especial este año. Su presencia nos da una energía determinada que es clave para que el equipo eche a rodar. Así ha sido desde el día en que fue escogido en el draft».

La dupla exterior entre Ivey y Cade aspira a dar muchas alegrías a los fans de los Pistons, y de hecho verles jugar juntos, algo que apenas pudieron hacer el curso pasado, es uno de los grandes alicientes en Michigan. Dado que apenas tuvieron juntos para acostumbrarse el uno al otro antes de la lesión de Cunningham, este será en cierto modo un año de aprendizaje para ambos, que sin embargo tienen el talento suficiente como para ayudar a Detroit a empezar a salir del fondo de la tabla mientras se van amoldando como pareja.

(Fotografía de portada: Jess Rapfogel/Getty Images)

 

Previa NBA 2023-24 Detroit Pistons. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Detroit Pistons

• Balance 2022-23: 17-65 (15º del Este, no clasificado para playoffs).
• Entrenador: Monty Williams (1ª temporada en el equipo).
• Agentes libres más importantes en 2023: Joe Harris, Alec Burks y Monte Morris.
• Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Detroit Pistons.

La plantilla

• Movimientos en el mercado: Renovación de Alec Burks y fichaje de Joe Harris vía traspaso.
• Backcourt: Cade Cunningham, Monte Morris, Killian Hayes, Marcus Sasser, Xavier Simpson (no garantizado), Jaden Ivey, Alec Burks y Buddy Boeheim (no garantizado).
• Frontcourt: Ausar Thompson, Joe Harris, Jared Rhoden (two-way), Malcolm Cazalon (two-way), Bojan Bogdanovic, Isaiah Stewart, Isaiah Livers, James Wiseman, Jalen Duren y Marvin Bagley III.

Así encaran la temporada

Con el objetivo de dar un paso al frente. En Detroit tienen claro que siguen en reconstrucción, pero no que ello deba continuar siendo sinónimo de acumular derrotas. Tras varios elecciones de primer nivel en los últimos drafts –Cade Cunningham, Jaden Ivey, Jalen Duren o más recientemente Ausar Thompson–, los Pistons quieren que esta sea la temporada del cambio, una en la que abandonen las últimas posiciones de la clasificación para pasar a ser un equipo competitivo, uno que esté en la lucha por al menos disputar el play-in.

¿Hablamos de una meta demasiado elevada? Depende. La campaña pasada ganaron únicamente 17 partidos, pero no es menos cierto que lo hicieron sin poder contar con quien se supone que es su mejor hombre. Cade Cunningham, número 1 del draft de 2021, solo pudo disputar 12 encuentros tras sufrir una grave lesión y dejó huérfano en el backcourt al por entonces novato Jaden Ivey. Tal circunstancia tuvo su influencia en los resultados, pero en el lado positivo de la balanza aparece el hecho de que el propio Ivey pudiese desarrollarse sin freno alguno para alcanzar un promedio de 16,3 puntos, 5,2 asistencias y 3,9 rebotes.

En Michigan hay ganas de verlos juntos. Cunningham apunta a ser más organizador y Ivey quizás pueda destacar anotando. Es algo que tienen que descubrir. Los Pistons creen tener entre manos un backcourt que puede llegar a ser de los mejores de la NBA, pero por el momento hay que esperar a verlos juntos y comprobar si encajan tal y como esperan.

Esa es la base que debe sostener el juego del equipo, pero en Detroit hay mucho más, empezando por un nuevo entrenador. Con la confianza perdida en Dwane Casey, los de la Motown se lanzaron rápidamente a contratar a Monty Williams, quien quedó libre tras ser despedido por Phoenix Suns. Según la prensa local, las reuniones mantenidas entre la gerencia y Williams han llevado a la conclusión de que lo que necesita el equipo es poner unos firmes pilares defensivos.

Los Pistons fueron el cuarto peor equipo en rating defensivo al encajar hasta 117,8 puntos por cada 100 posesiones en la campaña 2022-23. Esa es la primera circunstancia que quiere revertir el nuevo cuerpo técnico, por lo que desde que comience el training camp pondrán especial hincapié en ello; y no solo a nivel táctico, ya que también influirá a la hora de elegir el quinteto con el que inicien la temporada. En esta línea, no son pocas las voces que apuntan a que el novato Ausar Thompson empezará como ‘tres’ titular en detrimento de Bojan Bogdavonic, ya que Monty entiende que sus cualidades defensivas pueden ayudarles mucho a la hora de dar ese salto. Y continuando en esta línea, tampoco sería sorprendente que James Wiseman se viese abocado al banquillo para ver de center titular a Jalen Duren.

Lo cierto es que en Michigan se respira ilusión. Tienen claro que será un año por momentos complicado y que se encuentran lejos de los mejores equipos, pero de igual modo creen que el proyecto liderado por Monty Williams tiene opciones reales de convertirse en uno ganador. Para ello será clave dar con la tecla, algo que puede llevar a semanas de experimentación, ya que en realidad solo está claro quienes serán el base y el escolta titulares. A partir de ahí, el nuevo head coach tiene trabajo para encontrar la mejor rotación.

Año de reivindicaciones

Quizás esto sea lo mejor de los actuales Pistons. A falta de tener jugadores asentados en la NBA –algunos hay como el mencionado Bogdanovic–, el equipo está repleto de chicos que necesitan dar un golpe sobre la mesa. Cade Cunningham es el primero que necesita demostrar por qué fue número 1 del draft, pero junto a él también están otros como el mencionado Wiseman, número 2 de 2020, o Marvin Bagley III, número 2 de 2018.

Puede sonar demasiado optimista, pero son jugadores que no pueden seguir dejando pasar temporadas como si nada. Wiseman ya dio muestras la campaña pasada de que talento tiene para hacer bastante más sobre el parqué, ya que en los 24 partidos que jugó con Detroit (22 de titular) promedió 12,7 puntos y 8,1 rebotes en 25,2 minutos por noche. Lo hizo realmente bien y necesita seguir en esa línea, ya que en 2024 podría ser agente libre y firmar un nuevo contrato. Si su caso parece más que reconducible, existen dudas más fundadas con Bagley III. El año pasado solo pudo disputar 42 partidos a causa de problemas físicos y su rendimiento fue irregular. En su situación es esencial encontrar cierta regularidad para poder demostrar que no llegó a la NBA para simplemente pasar desapercibido.

Persiguiendo los playoffs

Así es. En las últimas cuatro campañas los Pistons no han estado en la postemporada. Para un equipo en reconstrucción no suena tan mal, pero ya se pone peor la cosa si vemos que de las últimas 14 solo dos han entrado en playoffs y que en ambas cayeron en primera ronda. La organización de Michigan tiene claro que es imposible dar un salto enorme de un día para otro, pero a diferencia de años anteriores, en este quieren empezar a progresar con paso firme. La pelea por el play-in no es ni mucho menos imposible. Indiana, Orlando, Washington, Charlotte… Hay varios equipos a los que pueden superar si hacen las cosas bien, pero de igual modo es una opción real que aun así lo consigan. Encontrar el rumbo y no desviarse el mismo debe ser lo primordial.

El jugador a seguir

Cade Cunningham. A algunos les puede sonar repetitivo, pero no lo es. El número 1 del draft de 2021 necesita dar un importante paso al frente. Tras llegar a la NBA como un enorme talento que debía convertirse en jugador franquicia de los Pistons, su primer año fue como mucho de suficiente y en el segundo solo puedo disputar 12 partidos por una grave lesión. Será interesante no solo ver cómo vuelve tras la misma, sino si puede ser quién dirija a un equipo que el curso pasado encontró en otro joven talento como Jaden Ivey su motor.

Lo cierto es que Cunningham ha mostrado destellos de lo que puede ser, pero hace falta que rompa con la barrera del casi para pasar a ser una realidad. No decimos que deba ser All-Star esta campaña, pero sí que su consideración de estrella del equipo tiene que verse reflejada sobre el parqué. Y una cosa más, no puede permitirse un nuevo año de pobres porcentajes en tiros de campo, sobre todo en triples. Su tiempo de baja y el trabaja que seguro ha realizado tiene que tener consecuencias positivas tanto para su juego como para el equipo. De su rendimiento dependerá gran parte de lo que pueda ser Detroit en la temporada 2023-24.

Previa NBA 2023-24 Detroit Pistons, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Tres lustros tomando malas decisiones y el desastroso balance de clasificaciones para playoffs mencionado unas líneas más arriba no han sido obstáculo suficiente para que los magos del marketing en Detroit y su cambio de pabellón hayan obrado el milagro de que la asistencia haya crecido casi un treinta por ciento en diez años. Ahora queda devolver esa fe ciega del aficionado piston construyendo algo en lo que se pueda creer. Llevo muchos años confiando cero en este equipo y aún sigo pensando que serán uno de los peores en 2024, pero creo que el fichaje de Monty Williams y su contrato a largo plazo es el primer paso correcto que da la franquicia en mucho tiempo. No los veo superando las 24 victorias, en dura pugna con Wizards ¿y Hornets si se tuercen algunas cosas? por el pozo del Este.

Próximo equipo: San Antonio Spurs

(Fotografía de portada: Nic Antaya/Getty Images)

 

Detroit Pistons tiene un plan para el curso 2023-24, pero no este no está exento de matices. Con el firme objetivo de desarrollar a sus jóvenes talentos, desde hace días se habla de la posibilidad de ver a Ausar Thompson como titular en el equipo, quien acompañaría desde el puesto de alero a un backcourt formado por Cade Cunningham y Jaden Ivey. Si finalmente se diese así, estaríamos hablando de que la organización de Michigan juntaría en su quinteto inicial a sus tres elecciones más altas de los tres últimos draft. No es mal plan, pero dejaría a algún que otro jugador en una difícil situación.

El principal damnificado de los nuevos Pistons podría ser Bojan Bogdanovic. El jugador croata lleva más de un lustro siendo titular en la NBA y un cambio de rol que le llevase a empezar desde el banquillo podría ser algo duro para él, aunque terminase teniendo muchos minutos desde la segunda unidad para convertirse en el sexto hombre del grupo dirigido por Monty Williams.

Según James L. Edwards III de The Athletic, el nuevo entrenador de los Pistons cuenta con Bogdanovic, ya que tanto la organización como él le ven como una pieza muy importante de cara a pelear por estar al menos en puestos de play-in en la temporada que comienza a finales de octubre. Sin embargo, tal perspectiva puede cambiar si el equipo no logra los resultados esperados.

Así es. El futuro de Bogdanovic está en el aire a la espera de saber qué gana en la balanza: su valor deportivo o el comercial. En Michigan están decididos a empezar explorando el primero, pero todo puede cambiar rápidamente si este no sirve al equipo para ganar el número de partidos que desean. Sería entonces cuando su contrato, 20 para la campaña 2023-24 y 19 para la 2024-25 (solo dos garantizados), entraría en juego para ver si puedes conseguir algo interesante a cambio.

La realidad es que el alero de 34 años es quien tiene más papeletas para salir de los Pistons. Hay otros jugadores como Alec Burks, Joe Harris o Marvin Bagley que podrían entrar en una discusión similar, pero en estos momentos es Bogdanovic quien encabeza la lista de posibles jugadores traspasados en Detroit.

(Fotografía de Mike Mulholland/Getty Images)

 

La luz empieza a asomar por el horizonte baloncestístico de Detroit. Después de más de un lustro de vaivenes infructuosos, los Pistons cuentan con un proyecto renovado que se cimenta sobre una hornada de jóvenes jugadores repletos de talento llegada desde el draft.

Si nos saltamos al cada vez más cuestionado Killian Hayes, las tres últimas selecciones altas del draft —no me he olvidado del también prometedor Jalen Duren— componen el núcleo de esta nueva etapa. Primero fue Cade Cunningham, flamante número uno del draft de 2021. Un año después, los Pistons seleccionaron a Jaden Ivey en quinta posición. El mismo pick que les devolvió a Ausar Thompson en el último draft. Y quizá es el recién llegado quien mejor parece personificar el molde de jugador que codicia el general manager de los Pistons, Troy Weaver.

 

Victor Wembanyana lo está eclipsando prácticamente todo. De cara al draft de 2023 estaba claro que el jugador francés era la gran atracción y que una vez se celebrase la gala los focos no girarían, sino que seguirían sobre él hasta verle debutar en la NBA. Sin embargo, ello no quita que haya otros novatos de gran potencial en la última camada; y entre ellos, un Ausar Thompson que apunta a ser muy importante en Detroit.

El número 5 del último draft no está llamado quizás a ser una mega estrella de la Liga, pero sí uno de esos jugadores cuyas cualidades le pueden convertir en una pieza perfecta para cualquier esquema; tanto es así que según informa James Edwards III de The Athletic, el rookie habría adelantado ya a dos insignes veteranos como Bojan Bogdanovic y Joe Harris.

Así es. A sus 20 años este chico californiano tendría muchas papeletas para iniciar la campaña como alero titular de los Pistons, quienes buscarían con él un impulso defensivo junto a backcourt que estaría formado por Cade Cunningham y Jaden Ivey.

El plan de la organización de Michigan se basa en empezar el nuevo proyecto estableciendo un tono defensivo, lo cual ayudaría a la titularidad de Thompson. A partir de ahí se trabajaría en variantes y en dar su espacio a los tiradores, pero esto solo llegaría bajo una base sólida con la que poder empezar a competir.

(Fotografía de Ethan Miller/Getty Images)

 

Acabado el Mundial, toca volver a poner el foco en la NBA. Aunque algunas franquicias continúan aún ultimando sus plantillas, estas están ya a grandes rasgos confeccionadas, lo que permite analizar cuáles han sido sus principales aciertos y errores en esta labor. En concreto, repasando el mejor y el peor contrato de los que tienen ahora mismo en vigor.

Como cada año, conviene destacar antes de empezar que no necesariamente vamos a estar hablando siempre de contratos excelentes y/o desastrosos. Hay franquicias sin contratos verdaderamente tóxicos en las que no queda más remedio que elegir a un jugador sin un contrato malo como tal, mientras que en otras puede ser difícil encontrar gangas en relación rendimiento/precio y habrá que tener otros factores en cuenta. Hablamos siempre en términos relativos, no absolutos.

Por último, no se han tenido en cuenta para los mejores a jugadores con contrato de rookie, pues en estos su salario viene fijado por la NBA y tiende a ser muy bajo. Todos convenimos en que, por ejemplo, LaMelo Ball es un jugador cuyo rendimiento está muy por encima de los 10,9 millones que va a cobrar, pero no podemos tener en cuenta esa cifra dado que viene preestablecida y los Hornets no han tenido que negociarla. Dicho esto, empezamos.

Atlanta Hawks

Mejor: Dejounte Murray. Sus 17,7 millones son un precio excelente para un base muy polivalente y capacitado para tapar muchos agujeros en el equipo. Su fichaje fue un gran movimiento por parte de la franquicia de Georgia, que a partir del año que viene empezará a pagarle un salario más acorde a sus capacidades.

Peor: Clint Capela. Cuando el suizo firmó la extensión de 45 millones en dos años que entra ahora en vigor, los Hawks venían de ser finalistas del Este y este parecía un proyecto muy prometedor que había que mantener. Dos años después, la perspectiva es otra, y aunque las cifras que se manejan actualmente hacen que un sueldo de 22,5 millones no sea tan alto como muchos seguimos teniendo en la cabeza, este es un contrato que deja más dudas ahora que cuando se firmó.

Boston Celtics

Mejor: Al Horford. Pasan los años y el dominicano sigue haciendo como que no. No viene de unos playoffs tan impresionantes como los de 2022, pero, salvo que su cuerpo decida de una vez aceptar la edad que tiene, contar con él por 10 millones anuales es un lujo para los de Massachusetts.

Peor: Kristaps Porzingis. Los Celtics se la han jugado, y lo cierto es que es seguramente muy temprano para colocar aquí un contrato cuya calidad dependerá de una pregunta: ¿Cuánto va a poder jugar Porzingis? Desde luego, Boston cree que mucho. Pero a su vez, es normal tener reservas con respecto a un hombre que convierte a Arjen Robben en el Hombre de Acero Inoxidable. Y a falta de contratos demasiado inflados (si alguno está pensando en la extensión de Jaylen Brown, todavía no ha entrado en vigor), se queda con esta posición.

Brooklyn Nets

Mejor: Nic Claxton. Reforzado tras un sensacional año en el que dio el salto y se consagró como uno de los mejores defensores interiores de la liga, cuesta no considerar una ganga los 8,8 millones que recibirá este curso. Y que, si sigue con esta tendencia, crecerán notablemente cuando llegue el próximo verano y tenga la oportunidad de negociar un nuevo contrato como agente libre.

Peor: Ben Simmons. Como fan incondicional del Ben Simmons de los 76ers, esto me duele más a mí de lo que le duele a él, que seguramente sea muy poco. El australiano era uno de los mejores defensores perimetrales de la liga (si no el mejor), un pasador y distribuidor excelente, y un jugador con un gran poderío físico muy agresivo en sus internadas a canasta y absolutamente imparable en transición. Era. Durante el curso 22-23, aunque tuvo algún tramo decente, no fue ni la sombra de aquello. Y aunque ha dicho que se siente listo para volver a aquella versión, que sí valía los 37,9 millones de dólares que cobrará, habrá que verlo para creerlo.

Charlotte Hornets

Mejor: Terry Rozier. El base se ha ido confirmando como un anotador solvente en unos Hornets en los que, siendo justos, no hay mucho que destacar. Esta es aún una plantilla muy joven y con muchos jugadores en sus contratos de novato, limitando las opciones y convirtiéndole en el elegido casi por defecto.

Peor: Miles Bridges. Por una vez vamos a dejar de lado el tema deportivo y económico porque la situación lo merece. El mero hecho de que Bridges tenga un contrato en vigor es una mancha para los Charlotte Hornets, y la sanción tan laxa impuesta por la NBA hace a la liga cómplice. Sigamos.

Chicago Bulls

Mejor: Alex Caruso. Es posible que no haya habido una sola temporada en la que Alex Caruso no haya sido una ganga. En una liga con salarios cada vez más desorbitados, un jugador con sus capacidades defensivas y tan capaz de cambiar el ritmo de partido con su energía podría cobrar fácilmente más de los 9,4 millones que recibirá este curso.

Peor: Lonzo Ball. Es una verdadera pena poner a Lonzo aquí, porque, por capacidades baloncestísticas, tenerle en la plantilla por 20 millones de dólares al año es sin duda un buen negocio. Pero no juega desde 2021 y no volverá a hacerlo, como pronto, hasta 2024. En otras palabras, si tenemos en cuenta que ya está descartado para esta temporada, en sus tres primeros años de contrato habrá disputado 35 partidos de 286 posibles. Un 12,2%. Hay universitarios que llaman ‘miernes’ y ‘juernes’ a los miércoles y jueves con un mejor ratio de asistencia. Doloroso, pero no queda otra.

Cleveland Cavaliers

Mejor: Jarrett Allen. El pívot aterrizó en Cleveland prácticamente rebotado desde Brooklyn y no tardó en demostrar el poderío interior que puede aportar en labores defensivas y de rebote. Es cierto que, tras unos playoffs en los que los Knicks exhibieron las carencias ofensivas del equipo, han empezado a surgir voces que cuestionan su encaje junto a Evan Mobley, pero por ahora es un jugador que suma muchas cosas a este proyecto y al que es un lujo tener atado por 20 millones anuales hasta 2026.

Peor: George Niang. Seguramente el contrato menos malo de los que se incluyen en el artículo, pero es difícil mirar la plantilla de los Cavaliers y encontrar alguien a quien señalar. Más que por su salario de 8 millones, es el elegido principalmente por la duración del mismo, pues tres años pueden ser quizás excesivos para un hombre tan unidimensional y de fondo de armario como Niang, que fácilmente podría no encajar y quedar relegado a muy pocos minutos en pista. Pero, siendo justos, es difícil calificarlo como un mal acuerdo.

Detroit Pistons

Mejor: Joe Harris. La de los Pistons es una plantilla un tanto extraña, en el sentido de que ha acumulado muchas piezas pero todavía no parece tener del todo claro qué tipo de puzle quiere armar. La lesión de Cunningham a principios de la pasada liga regular les privó de la habría sido su primera temporada con cierto espíritu competitivo, de modo que siguen aún en una especie de fase de prueba en la que quieren ver qué encaja y qué no. Y en ese sentido, Joe tiene todo lo que les conviene en un periodo así: un potencial demostrado que intentar recuperar, y un contrato expiring que hace de esta una operación de cero riesgo si sale mal. Si por el contrario sale bien, Detroit habrá sacado casi de la nada a un tirador capaz de rozar el 50% de acierto en triples durante toda una temporada regular.

Peor: Marvin Bagley III. Los mismos argumentos usados para defender el contrato de Harris podrían aplicar para el de Bagley (salvo lo de ser expiring), pero lamentablemente el ex de los Kings empieza a ser un jugador al que es difícil tenerle fe. Marvin solo ha llegado a disputar 50 partidos en su temporada de rookie, es decir, la 18-19, y desde entonces ha sido un mar de dudas, de problemas, y de un potencial que se atisba pero que nunca cuaja. Siempre cabe la posibilidad de que por fin llegue su año, y los Pistons son una de esas franquicias que ahora mismo no tienen ningún problema en comerse un contrato así. Pero es quizás el que más chirría.

Indiana Pacers

Mejor: Bruce Brown. No sé si 22 millones anuales son muchos, la lógica dice que sí pero los pasados playoffs dicen que no. La cuestión es que en esta liga, o sobrepagas o tus refuerzos son Isaiah Thomas y Tristan Thompson. Indiana quería un jugador atlético, polivalente y de rol que ayude a crecer a un proyecto joven y prometedor. Tenía espacio salarial para darle el contrato de su vida. Y ha conseguido que el segundo año esté recogido como opción de equipo por si la cosa no sale bien. Pues ole.

Peor: Buddy Hield. Su situación, al igual que la de Myles Turner, es muy curiosa. Ambos parecían destinados a ser traspasados durante la temporada pasada, pero los Pacers se encontraron de repente con que eran un equipo que estaba peleando por entrar en postemporada hasta que Haliburton se lesionó y decidieron que no iban a debilitar su plantilla. Y aunque es una decisión comprensible, deja al bahameño en una situación extraña, sobre todo porque es el que más se solapa con jóvenes como Mathurin que a priori necesitan más minutos. Dicho esto, no es un mal contrato como tal y será agente libre en 2024, pero sí es quizás el acuerdo que menos encaja.

Miami Heat

Mejor: Caleb Martin. Sin duda, este habría sido el verano ideal para él para salir a la agencia libre. Tal vez no volvamos a verle jugar jamás al nivel que ofreció en los pasados playoffs, pero basta con que tenga otro mes como aquel para que sus 6,8 millones queden más que amortizados.

Peor: Kyle Lowry. El base sigue siendo un jugador muy inteligente y que es puro ímpetu y esfuerzo, pero hace un tiempo que no está para contratos tan masivos como el 85×3 que firmó en 2021. Miami podrá consolarse sabiendo que termina el próximo verano.

Milwaukee Bucks

Mejor: Khris Middleton. Viene de dejar muchas dudas tras pasarse gran parte de la temporada gestionando una lesión, pero precisamente eso ha permitido a Milwaukee sacar una renovación más generosa. El alero renunció a su player option de 40,4 millones para firmar un acuerdo menos lucrativo pero a más largo plazo, dando a los de Wisconsin algo más de oxígeno para terminar de apuntalar la plantilla.

Peor: Brook Lopez. Estaba claro que los Bucks iban a tener que rascarse el bolsillo para evitar que algún equipo con espacio salarial como los Rockets se lo llevase, pero pocos esperaban que el pívot lograse sacar un acuerdo de 48 millones en dos años, sobre todo dada su avanzada edad. Viene de una grandísima temporada y renovarlo fue seguramente la decisión correcta por parte de la gerencia, pero no quita que sea una cifra que sorprende bastante, más teniendo en cuenta las limitaciones del nuevo convenio colectivo.

New York Knicks

Mejor: Jalen Brunson. Si había dudas acerca de si habían sobrepagado a Brunson o no, quedaron despejadas muy pronto. Los Knicks vuelven a ser una franquicia importante, el Madison vuelve a celebrar triunfos en playoffs, y el optimismo ha vuelto a la Gran Manzana. De repente, 26,3 millones parecen pocos.

Peor: Evan Fournier. El francés aseguró cuando acabó la temporada 22-23 que no esperaba volver a Nueva York para el próximo curso, pero tiene un contrato tan intraspasable que ahí sigue. La franquicia sigue intentando darle salida, pero a estas alturas tal vez tengan que conformarse con saber que será agente libre el verano que viene. Los Knicks tiene una team option para la 24-25, pero si a cualquier aficionado le diesen a elegir entre recibir un disparo o ejercer dicha opción, seguramente apretarían ellos mismos el gatillo.

Orlando Magic

Mejor: Markelle Fultz. A fuego lento, pero parece que la apuesta ha sido saliendo bien en Orlando. Fultz viene de la que seguramente sea su mejor temporada, y está aún a tiempo de ir creciendo junto a resto de jóvenes del equipo y de terminar de ganar la consistencia que le permita mostrar su talento más a menudo. Los de Florida contarán con él por 17 millones, una cifra que ha demostrado ser capaz de dejar corta.

Peor: Jonathan Isaac. Como Lonzo, da pena tener que asignarle este puesto por motivos no relacionados puramente con su rendimiento, pero las dudas son demasiado grandes como para no hacerlo. Después de dos años y medio sin jugar un partido con los Magic, el ala-pívot hizo su esperada reaparición durante el curso pasado, pero tras 11 encuentros tuvo que volver a parar y poner el foco en esta próxima temporada. ¿Le veremos en ella en condiciones normales? Si es así, podrá borrar su puesto de la lista.

Philadelphia 76ers

Mejor: Patrick Beverley. Aun siendo denostado por muchos debido a su carácter, no puede negarse que hacerse con él por 3,2 millones de dólares es un gran logro por parte de los 76ers. Su llegada a los Bulls en febrero cambió de forma notable la dinámica defensiva del equipo, y ahora aspira a dar un impulso parecido a Philadelphia a cambio de un salario mínimo.

Peor: James Harden. Siendo justos, este puesto debería pertenecer a Tobias Harris, pero tras cuatro años cincelando su nombre en mármol como uno de los peores contratos de la liga, aprovechemos que es expiring para darle un respiro y centrarnos en La Barba. A priori, 35,6 millones por él no suenan mal tal como está el mercado actual, pero son las condiciones las que hacen de este un contrato peligroso. Harden se acogió a su player option solo para poder pedir el traspaso e ir a alguna franquicia a la que no podría ir como agente libre, creando un clima de tensiones que amenaza con llevarse al proyecto por delante. Desde luego, no es el ecosistema en el que a los 76ers les habría gustado renovarle.

Toronto Raptors

Mejor: OG Anunoby. En unos Raptors que no parecen tener un rumbo fijo, el británico se queda con este puesto por dos razones. La primera es la buena relación entre rendimiento y precio que presenta este contrato de 18,6 millones de dólares. La segunda, que precisamente por eso es uno de los activos más interesantes en caso de que la franquicia opte finalmente por reconstruir. Su nombre ya estuvo metido en mil rumores de traspaso durante el pasado curso, y no sería de extrañar que la historia se repita esta vez, pues puede dar a los suyos un acuerdo con el que rearmarse de cara a futuro.

Peor: Pascal Siakam. A falta de contratos malos de verdad en Toronto, acabo poniendo a Siakam aquí cada año por el mismo motivo: tiene un contrato de primera espada del equipo sin, en mi opinión, llegar a serlo. Y sin embargo, siempre hay un par de semanas de la temporada en las que pienso que me equivoqué y que sí que es ese tipo de jugador. Pero son eso, tramos. Los canadienses están ahora mismo en una situación interesante en la que parecen haber decidido que es hora de ir deshaciendo este proyecto, y ver qué hacen con el camerunés será din duda uno de los temas a seguir.

Washington Wizards

Mejor: Jordan Poole. Las tendencias de opinión son curiosas, y a veces dan la sensación de crear una narrativa paralela a la realidad. Porque sí, Poole no tuvo una buena temporada 22-23, pero a veces se habla de su baloncesto y de su futuro en términos despectivos con una facilidad que asusta. Sobre todo si tenemos en cuenta que en 2022 fue fundamental en el anillo de los Warriors (aunque sus recientes errores hayan hecho que muchos se olviden de ello) hasta el punto de que se hablaba de que había derrocado a Klay como el otro Splash Brother. Ahora está en Washington, en un equipo sin ninguna aspiración y al que no le supone ningún problema pagarle 32 millones al año para ver si vuelve a aquella versión. Porque los contratos también son eso, contexto. Y así como en unos Warriors cuya ventana se está cerrando no había sitio para él, en unos Wizards que tienen que empezar a construir desde cero es más que bienvenido.

Peor: Bradley Bea… Ah, no. La respuesta comodín ya no está y hay que buscar alternativas, pero precisamente porque los capitalinos están empezando a armar un proyecto de la nada, no hay prácticamente nada donde elegir. La plantilla está formada por jóvenes a los que probar, veteranos con los que intentar marcar una dirección y hombres que están ahí porque hay que respetar el mínimo salarial y en algo habrá que gastar el dinero. Y teniendo en cuenta que ninguno de esos contratos estorba en lo más mínimo, tendría poco sentido señalar a cualquiera de ellos.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Como todos los jugadores elegidos en primera ronda del draft de 2020, Killian Hayes tiene la oportunidad de firmar la extensión de su contrato de rookie con los Pistons antes del 17 de octubre. No obstante, según asegura James Edwards III, periodista de The Athletic, estos no tienen intención de apostar tan claramente por el base, y todo apunta a que no renovarán su contrato este año y dejarán que salga a la agencia libre en 2024.

Los de Michigan tienen en este aspecto un cierto seguro de vida, pues, salvo que acepte la qualifying offer de 9,9 millones de dólares, Hayes será agente libre restringido, de modo que la franquicia podrá asegurarse su continuidad incluso si firma con otra franquicia. Si acepta la qualifying offer, una de decisión que pocos jugadores escogen pero que sigue siendo plausible, sí será agente libre sin restricciones, pero en este caso en el año 2025.

Las dudas de Detroit con respecto a Killian son comprensibles, pues, pese a que ha mostrado un más que interesante potencial, su incapacidad para brillar de forma regular empieza a ser ya un problema a las puertas de su cuarta temporada en la NBA. Si bien es cierto que viene de firmar su mejor curso con 10,3 puntos y 6,2 asistencias por partido, será difícil que estos números se mantengan una vez que Cade Cunningham esté de regreso y sus minutos se vean limitados, y la franquicia querrá comprobar cómo se adapta a un rol previsiblemente menor antes de tomar decisiones.

El base ha demostrado ser un defensor perimetral con muchas condiciones y un jugador con una muy buena lectura de juego, pero su capacidad para encadenar semanas muy prometedoras con otras en las que estas virtudes desaparecen puede llegar a resultar frustrante. De hecho, los Pistons han tomado decisiones que pueden relegarle aún más en la rotación, como la elección de Marcus Sasser en el draft o el traspaso de Monte Morris, que colapsan el puesto de base y le obligarán a pelear más por sus minutos en pista.

(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)

 

Parece que la familia McMillan están sentando las bases para seguir bastantes más años en los banquillo de la NBA. Según informa Keith Langlois de Pistons.com, Jamelle McMillan, hijo del veterano entrenador Nate McMillan, ha sido nombrado head coach del equipo afiliado a los Pistons en la G League, los Motor City Cruise.

Que McMillan llegue ahora a Michigan no es una sorpresa, ya que ya ha compartido oficina de trabajo con Monty Williams. Siendo exactos, el joven McMillan formó parte del personal de Monty en New Orleans Pelicans. Posteriormente, estuvo junto a su padre en Atlanta Hawks –fue despedido en febrero de 2023–.

McMillan reemplaza en el puesto a DJ Bakker, quien dejó la organización de Detroit para unirse al cuerpo técnico de los Milwaukee Bucks. Esto dice el nuevo técnico de los Motor City Cruise sobre el entrenador que desea ser. «Lo más importante para mí es no intentar imitar a ninguno de esos muchachos. Sin duda es una tarea muy, muy difícil para cualquier entrenador», sentencia.

 

Los Detroit Pistons le han extendido una invitación a Stanley Umude para el training camp, según informó Keith Smith de Sportrac.

El guard volverá con la organización después de que en febrero firmó un contrato de 10 días, aunque solo jugó dos minutos en un partido. El ex de la Universidad de Arkansas pasó su año de novato en la G League con el Motor City Cruise, equipo con el que promedió 15,4 puntos, 5,3 rebotes y 1,3 asistencias en 25 encuentros.

Umude también disputó la última Liga de Verano. En cinco compromisos registró 6,6 tantos y 4,6 capturas. Desde el perímetro apenas tuvo un 23 por ciento de efectividad.

El jugador de 24 años de edad tendrá la oportunidad de competir por un puesto en la plantilla final de 15 de jugadores o por uno de los two-way contract. Si es dejado libre es posible que regrese a la G League.

(Fotografía de Ethan Miller/Getty Images)

 

Cade Cunningham ha sido uno de los nombres a seguir de las primeras jornadas de preparación de la selección de Estados Unidos para el Mundial. El de los Pistons, sin embargo, ha brillado como miembro del Select Team, un grupo de jóvenes jugadores ante el que el combinado nacional se mide para ir amoldándose, lo que ha llevado a muchos a preguntarse por qué no forma parte de la lista oficial. Y para responder a ello, Cade acudió a su necesidad de llegar completamente recuperado a la próxima temporada.

«Estar en la selección es algo que conlleva muchísimos viajes y un calendario muy apretado con los entrenamientos y todo lo demás, y mi intención es dedicar el verano a prepararme individualmente para la próxima temporada, tanto física como mentalmente» afirmó en sus declaraciones para Joe Vardon, periodista de The Athletic. «Creo que ese ha sido el factor decisivo para mí. No quería ser parte de la selección en el Mundial mientras seguía yendo a rehabilitación y no estaba del todo involucrado en todo lo que pasaba».

Y es que, tras poder disputar tanto solo 12 partidos de su año de sophomore, el que viene será un curso fundamental para el base, lo que hace comprensible su decisión de dar prioridad a su situación personal. Su lesión acabó desde muy temprano con las ilusiones de unos Pistons que se habían planteado la temporada 22-23 como el primer paso hacia arriba tras varios años en el fondo de la tabla, y esta vez no pueden permitirse otro año de borrón y cuenta nueva.

Además, a nivel individual parece más que probable que esta no sea la última oportunidad de Cade con la selección. Es por ello por lo que el base ha querido ser parte del Select Team, para tener su primera experiencia internacional sin, por ello, poner en peligro su presencia en los Pistons.

«Sé que todos los que están en el equipo están listos para dar el 100%. Por eso quería estar en el Select Team, para ser parte del proceso pero a la vez poder mantener mi calendario y mi rutina de trabajo durante el verano».

(Fotografía de portada: Dustin Satloff/Getty Images)

 

El Baskonia de Vitoria se habría interesado en la contratación del agente libre sin restricciones R.J. Hampton, informó el periodista Iván Benito del diario ‘El Correo’ de Álava.

El conjunto baskonista buscaría apuntalar su rotación exterior y el joven Hampton les permitiría dar un paso hacia delante. Actualmente se encuentra sin equipo desde que fuera cortado el pasado 24 de junio por los Detroit Pistons dónde llegó como agente libre tras ser despedido previamente por Orlando Magic.

Formado en la liga de Australia, fue seleccionado por los Milwaukee Bucks mediante el pick 24º de la primera ronda del Draft 2020, pero inmediatamente traspasado a los Denver Nuggets.

En la NBA ha disputado un total de 162 encuentros oficiales con unos guarismos de 7,1 puntos, 2,8 rebotes y 1,8 asistencias en 18,8 minutos por noche.

(Fotografía de portada: Nic Antaya/Getty Images)

 

Continuando con la tradición arrancada hace algunos años, la NBA ha organizado algunos partidos de pretemporada en Canadá para llevar la liga a otras ciudades del país al margen de Toronto. En concreto, han sido Montreal y Vancouver las elegidas en esta ocasión, y acogerán un encuentro cada una para dar a sus habitantes la oportunidad de ver a las grandes estrellas de la competición en directo.

Vancouver abrirá este serie de duelos con el choque entre los Toronto Raptors y los Sacramento Kings, que tendrá lugar el 8 de octubre y hará al equipo canadiense moverse por el territorio. Montreal, por su parte, recibirá el día 12 de octubre a los Oklahoma City Thunder y a los Detroit Pistons, por lo que contará con la presencia de la que seguramente sea la gran estrella canadiense del momento, Shai Gilgeous-Alexander. El base viene de ser elegido en el mejor quinteto de liga, confirmándose como una de las figuras emergentes de la misma.

Desde que el proyecto de las NBA Canada Series comenzara en el año 2012, 15 equipos han participado en los 16 partidos de pretemporada disputados en seis ciudades canadienses (al margen de Toronto), dando cada vez más peso al país vecino de los Estados Unidos. Esto no es baladí, pues, por novena temporada consecutiva, Canadá fue durante el curso 22-23 el segundo país con más jugadores en la NBA, y de hecho estableció su récord con 22 hombres nacidos en sus fronteras participando en la competición.

(Fotografía de portada: Mark Blinch/Getty Images)