No son pocas las veces que se dice que tal temporada es clave para tal jugador. Aunque nadie depende de un solo año, sí es cierto que hay momentos que marcan la carrera, y justo ante eso estará a partir de escasas semanas Mikal Bridges.

El alero de los Nets, quien llegó el curso pasado al equipo en el traspaso de Kevin Durant, dio muestra de poder ser una auténtica estrella en los dos meses que jugó para los neoyorquinos; sin embargo, ello no evita que se trate de una pequeña muestra que ahora, con 82 partidos por delante, debe refrendar.

Cuestionado por ello, por la presión de ser el líder de Brooklyn y tener la responsabilidad del equipo sobre sus hombros, Bridges no desprende otra cosa que ilusión, ya que entiende que es algo a lo que todos los jugadores aspiran.

«Es un rol nuevo. Personalmente creo que puedo cumplirlo y triunfar siendo quién soy como persona. Estoy dispuesto a recibir cada bala, a asumir la culpa por perder: estoy preparado para todo eso. Personalmente creo que estoy preparado, pero ya veremos. ¿Quién no querría esto? ¿Quién no querría este tipo de presión, este tipo de expectativas? Si realmente amas el juego y realmente quieres ser lo mejor que puedas ser, querrás estar en esta situación en la que eres el protagonista y todo está sobre tus hombros», sentencia.

Aunque los Nets no están entre los favoritos de la Conferencia Este, sí se les incluye entre esas franquicia intrigantes de las que se esperan cosas interesantes. Más allá de Bridges, hay ganas de ver cómo está Ben Simmons y si puede suponer un paso al frente para el equipo.

(Fotografía de Mike Lawrie/Getty Images)

 

Así es. Olvidados los problemas físicos de Ben Simmons, ahora llega la hora de hacerlo funcionar sobre el parqué. Ya sin ninguna rutilante estrella, los Nets entienden que ha llegado la hora de que su base brille con luz propia, algo para lo que están dispuestos a colocarle en la mejor posición posible de cara al curso venidero.

Justo sobre eso, del encaje de Simmons en el equipo, ha hablado su entrenador Jacque Vaughn, quien señala que está investigando la fórmula correcta para que Nic Claxton y él puedan estar juntos sobre el parqué siendo efectivos.

«Tengo que tener la combinación adecuada a su alrededor. Esos otros tres tipos tienen que ser los tres tipos correctos. El espacio alrededor de ellos tiene que ser bastante premium y bastante detallado. Y luego tenemos que poner a Ben y Nic en posiciones para reaccionar con la pelota, sin la pelota, con su espaciado», comenta al periodista Erik Slater.

Lo cierto es que en Brooklyn quedan muchas cosas por descubrir; tanto es así que Vaughn tampoco acaba de tener claro cuál será el rol exacto de otra pieza esencial en su esquema como Cam Johnson.

«Creo que habrá una especie equilibrio con él. Necesitamos su tiro de élite. Creo que si hay algo en lo que apoyarnos, lo necesitamos. Necesitamos el espacio que él nos brinda. Literalmente, si puede lanzar 10 triples por partido, me encantaría. Lo invitaría a cenar todas las noches. Es un un tirador de un 40% en su carrera… Pero al final del día, creo que está creciendo como jugador, y eso lo viste al final del año: su habilidad para jugar pick-and-roll, su tamaño, puede salir corriendo, puede jugar rápido… Así que le esperan muchas cosas buenas», concluye.

(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)

 

Cameron Johnson, jugador de los Brooklyn Nets, se perderá el inicio de la próxima pretemporada 2023 debido a una pequeña lesión en el tendón de la corva, confirmó el periodista Michael Scotto de HoopsHype.com.

Johnson, de 27 años y que llegó traspasado procedente de Phoenix Suns en la operación por Durant, alcanzó este pasado verano un acuerdo de extensión por 4 años adicionales y 108 millones de dólares.

Se espera que sea una de las grandes piezas del próximo proyecto de Brooklyn junto a su compañero de equipo, Mikal Bridge, quien también llegó procedente de Brooklyn.

En 25 encuentros oficiales del año pasado (todos como titular) obtuvo unos promedios de 16,6 puntos, 4,8 rebotes, 2,1 asistencias y 1,4 robos de balón en 31 minutos por jornada.

Formado entre las Universidades de Pittsburg y North Carolina entre 2014 y 2019, llegó a la NBA mediante el pick 11º de la primera ronda del Draft 2019, siendo seleccionado por la franquicia de Arizona.

(Fotografía de portada: Mitchell Leff/Getty Images)

 

Es una de las grandes incógnitas de cara a la próxima temporada. Tras semanas –incluso diríamos meses– en las que se nos ha repetido por activa y por pasiva que Ben Simmons (lo ha dicho él mismo) está realmente bien físicamente, se acerca la hora de verlo sobre el parqué. Ese será el momento de la verdad… y no solo para nosotros, ya que su propio entrenador, Jacque Vaughn, ha confesado que tiene un pacto con el jugador.

«Usaría la palabra ‘acuerdo’ más que ‘compromiso’ de cara a que juegue como point guard. El acuerdo es que si juega a un nivel alto y consistente, entonces Simmons jugará como base. Si Ben es capaz de jugar consistentemente de cierta manera, entonces no hay duda de que debería tener el balón en sus manos», comenta en declaraciones recogidas por Ian Begley de sny.tv.

Simmons ya dijo no hace mucho que él es un base. Pese a tu tamaño y fortaleza, es la posición en la que ha brillado en la NBA –llegando a ser All-Star– y quiere que su regreso a la acción sea desde ese punto. La cuestión es que lo que pide Vaughn a cambio de complacerle no está tan claro.

Desde que llegase a los Nets en 2022, Simmons no pudo debutar en sus primeros meses con el equipo y el curso pasado estuvo limitado a 42 partidos (33 como titular) debido a dolencias en la espalda y las rodillas. Es obvio que nadie sabe si será diferente en la campaña 2023-24, pero sin duda cunde el optimismo.

«Ha sido divertido verle jugar cinco contra cinco, así como verle trabajar durante el verano. Creo que todos estamos emocionados de ver en qué se traduce durante el training camp», comenta el general manager de Brooklyn, Sean Marks.

Desconocemos cómo terminará la historia, pero los pasos dados van en al dirección correcta. Hace escasos días supimos que el jugador australiano participará sin restricciones en la pretemporada. ¿Será una de las grandes resurrecciones del curso?

(Fotografía de Ronald Cortes/Getty Images)

 

Los Brooklyn Nets contarán con Ben Simmons cuando arranque oficialmente el ‘training camp’ la próxima semana. El entrenador del equipo, Jacque Vaughn, ha confirmado que Simmons se encuentra «al 100%» para participar en la pretemporada y realizar los mismos ejercicios que sus compañeros sin limitaciones.

Simmons ha jugado 42 partidos con los Nets desde que la organización lo adquiriese en la fecha límite para traspasos de 2022. El jugador australiano se perdió los últimos 24 encuentros de la temporada regular y los playoffs del pasado curso debido a una lesión en la espalda. El propio Simmons confirmó su total rehabilitación a finales de agosto y declaró estar listo para recuperar su estatus en la NBA.

«Para mí volver y dominar a la gente sería genial. No pretendo volver a ser el mismo jugador de la temporada pasada porque no estoy ni cerca de serlo. La versión en la que estoy ahora, si estuviera jugando contra mí mismo en la temporada pasada, lo mataría. Pero es fácil decir eso porque sé dónde estaba el año pasado», admitió Simmons entonces.

Hace una semana, Simmons también lanzó un dardo a sus antiguos compañeros, agradeciendo que ahora se encuentra en una plantilla sin egos individuales. «Este año espero simplemente jugar con muchachos con los que es fácil jugar, que solo tienen un objetivo, que es ganar. No creo que los muchachos tengan demasiados objetivos individuales. Creo que ahora el equipo va a ser lo primero», expresó en declaraciones a Tina Cervasio de FOX5.

Ahora solo queda por ver si este optimismo se traslada a la pista y los aficionados de los Nets disfrutan de nuevo de un jugador que aterrizó en la NBA con el cartel de potencial súper estrella y jugador generacional.

(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)

 

Tyler Herro parece destinado a salir de los Heat más pronto que tarde. Incluso si los Blazers han dejado claro que no están interesados en dar a Damian Lillard a cambio de un paquete que le tenga a él como pieza central, es indiscutiblemente el jugador traspasable más interesante con el que cuentan los de Florida, y parece que si quieren generar un movimiento a tres o más bandas, el escolta tendrá que marcharse. Y debido a esto, varias franquicias han comenzado a seguir de cerca su situación.

En concreto, el periodista de Yahoo Sports Jake Fischer señala que Chicago, Brooklyn, Utah y Charlotte han mostrado su interés en hacerse con sus servicios. Con la excepción de los Bulls, cuyo plan a largo plazo es más difuso, el escolta parece haber generado especial interés en franquicias con plantillas jóvenes, en las que, a sus 23 años, aún encaja por edad pero a las que podría dar un grado de experiencia en postemporada con el que ayudarlas a crecer. Sus virtudes anotadoras y de generación ofensiva harían indiscutiblemente mejores a cualquiera de estos equipos, aunque la cuestión está en ver cómo podría producirse su llegada.

Y es que si Herro pone rumbo a alguno de estos equipos y Lillard va a Miami, ¿quién llega a Portland? Pues a priori debería ser la franquicia que adquiera a Tyler la que ponga las piezas sobre la mesa. No necesariamente todas, los Heat podría ayudar a dar forma el movimiento con hombres como Nikola Jovic, pero sí las más importantes. Al fin y al cabo, los Blazers buscan a un hombre joven y con talento que pueda ser parte central de su futuro proyecto y que no se solape con los jóvenes que ya tienen. En resumen, un Tyler Herro que no juegue en la posición de Tyler Herro. Ese parece ser el precio para entrar a la mesa de negociaciones.

(Fotografía de portada: Al Bello/Getty Images)

 

Ben Simmons está listo para volver a la acción y lo va a hacer en un equipo prácticamente desconocido para él. Cuando llegó a Brooklyn, Kyrie Irving y Kevin Durant eran los líderes indiscutibles. Ahora, a punto de comenzar el training camp de la campaña 2023-24, deja clara su satisfacción por jugar junto a una plantilla en la que no existen egos.

«Este año espero simplemente jugar con muchachos con los que es fácil jugar, que solo tienen un objetivo, que es ganar. No creo que los muchachos tengan demasiados objetivos individuales. Creo que ahora el equipo va a ser lo primero», expresa en declaraciones a Tina Cervasio de FOX5 sobre lo que espera de compartir cancha con Mikal Bridges y Cameron Johnson.

Más allá del nivel de compenetración que pueda tener con sus nuevos compañeros, Simmons tiene claro que lo primero es demostrar que puede volver a ser el que era. Recordemos que desde que aterrizó en territorio neoyorquino (allá por el curso 2021-22) solo ha podido jugar 42 partidos.

También reconoció que necesita hacer su parte después de aparecer en solo 42 juegos desde que fue adquirido de Filadelfia durante la temporada 2021/22.

«Se lo debo a todos, a los aficionados y a todos, volver a donde necesito estar. Eso es lo que hice este verano: regresar. Preparaos para un gran año. Creo que será emocionante y nos divertiremos mucho. Vuelve el baloncesto de Brooklyn», sentencia

(Fotografía de Elsa/Getty Images)

 

Es la realidad de la NBA actual. Tras muchos años en los que evitar superar el límite salarial era casi un objetivo, en el presente son numerosos los equipos que no solo lo sobrepasan, sino que van más allá al pagar grandes cantidades tanto en sueldos como en impuesto de lujo. No es un capricho, sino una necesidad para tener una plantilla competitiva; eso sí, las restricciones del nuevo convenio colectivo para las franquicias que superan el límite del impuesto de lujo ha hecho que muchos conjuntos busquen fórmulas para ahorrar. Sin mas dilación, y tras repasar el mejor y peor contrato de cada equipo en la NBA, toca ordenar a las franquicias de mayor a menor gasto en sus plantillas.

Antes, cabe recordar que el límite salarial para la temporada 23-24 está fijado en 136 millones de dólares, mientras que el límite del impuesto de lujo se encuentra en los 165,3. Por contra, el cap floor, es decir, la cantidad mínima que las franquicias deben gastar en sueldos, es de 122,4 millones, algo que en estos momentos están cumpliendo todos los equipos.

Los que más gastan

Los Golden State Warriors recuperan la primera plaza. Tras el sorpasso del curso anterior con los Clippers en el primer lugar, los de San Francisco superan en esta ocasión los 200 millones de dólares –único equipo que lo hace– para destacarse como el que mayor gasto tendrá en salarios y, por tanto, en impuesto de lujo. La renovación de Draymond Green, el incremento anual de Stephen Curry y Klay Thompson, así como la llegada de Chris Paul, hacen que sea con diferencia la organización que está en cabeza.

Ya en segunda plaza aparecen Los Angeles Clippers. Contando aún con dos enormes contratos como son los de Paul George y Kawhi Leonard, los angelinos acumularán en esta ocasión 195,2 millones de dólares. Un año más apuestan por un proyecto caro que esperan les lleve de una vez por todas al ansiado anillo, algo que dependerá en gran medida de la salud de los jugadores anteriormente nombrados.

Completando el podio nos encontramos a Milwaukee Bucks. En la línea de los dos equipos ya mencionados, los de Wisconsin también han optado por mantener su proyecto con la renovaciones de Khris Middleton y Brook Lopez, las cuales han disparado un poco más el gasto. Además, entre Giannis Antetokounmpo y Jrue Holiday suman 91 millones de dólares. En total estamos hablando de un inversión en plantilla que llega hasta los 191 millones de dólares en este curso 2023-24.

La gran caída, Brooklyn

Es quizás el cambio más sorprendente que se ha producido en los gastos salariales de un año a otro. Los Brooklyn Nets empezaron el curso pasado con Kevin Durant y Kyrie Irving en plantilla para ser el tercero que más gastaba en salarios; sin embargo, con la salida de ambos a mitad de la temporada anterior ahora han pasado a ocupar el 18º lugar con un gasto total de 161,2 millones de dólares; es decir, 22 menos que hace doce meses. Tal ahorro les ha permitido salir además del impuesto de lujo.

Una tabla cambiante

Aunque a continuación detallamos el gasto salarial de cada equipo, hay que tener en cuenta que se trata de un número vivo, ya que cualquier movimiento en las semanas que quedan para que arranque la nueva campaña puede hacerlo cambiar. Hablamos de traspasos, despidos, contrataciones de agentes libres… Lo lógico es que ningún equipo vea una variación sustancial en su cifra, por lo que la tabla nos sirve para colocar a cada uno en su particular contexto, dando por hecho que los que están abajo –Indiana Pacers, Orlando Magic o San Antonio Spurs– están en reconstrucción, mientras que los primeros no tienen otro objetivo que el anillo.

Equipo	Salario	Impuesto
Golden State Warriors	209,6	SÍ
Los Angeles Clippers	195,2	SÍ
Milwaukee Bucks	191	SÍ
Phoenix Suns	189	SÍ
Miami Heat	187	SÍ
Denver Nuggets	185	SÍ
Boston Celtics	181,2	SÍ
Philadelphia 76ers	178,5	SÍ
Los Angeles Lakers	173,4	SÍ
Dallas Mavericks	170,1	SÍ
Toronto Raptors	169,7	SÍ
Chicago Bulls	169,5	SÍ
New York Knicks	168,5	SÍ
New Orleans Pelicans	168,1	SÍ
Minnesota Timberwolves	164,4	NO
Cleveland Cavaliers	164,2	NO
Portland Trail Blazers	163,2	NO
Brooklyn Nets	161,5	NO
Atlanta Hawks	157,9	NO
Memphis Grizzlies	155,8	NO
Sacramento Kings	154,4	NO
Houston Rockets	151,7	NO
Oklahoma City Thunder	149,1	NO
Utah Jazz	142	NO
Detroit Pistons	141,5	NO
Washington Wizards	139,2	NO
San Antonio Spurs	137,2	NO
Charlotte Hornets	135,1	NO
Orlando Magic	132,5	NO
Indiana Pacers	130,1	NO

Cantidades obtenidas desde Hoosphype. La NBA no hace públicos los salarios de los jugadores. Actualizado a 13 de septiembre de 2023

(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)

 

Acabado el Mundial, toca volver a poner el foco en la NBA. Aunque algunas franquicias continúan aún ultimando sus plantillas, estas están ya a grandes rasgos confeccionadas, lo que permite analizar cuáles han sido sus principales aciertos y errores en esta labor. En concreto, repasando el mejor y el peor contrato de los que tienen ahora mismo en vigor.

Como cada año, conviene destacar antes de empezar que no necesariamente vamos a estar hablando siempre de contratos excelentes y/o desastrosos. Hay franquicias sin contratos verdaderamente tóxicos en las que no queda más remedio que elegir a un jugador sin un contrato malo como tal, mientras que en otras puede ser difícil encontrar gangas en relación rendimiento/precio y habrá que tener otros factores en cuenta. Hablamos siempre en términos relativos, no absolutos.

Por último, no se han tenido en cuenta para los mejores a jugadores con contrato de rookie, pues en estos su salario viene fijado por la NBA y tiende a ser muy bajo. Todos convenimos en que, por ejemplo, LaMelo Ball es un jugador cuyo rendimiento está muy por encima de los 10,9 millones que va a cobrar, pero no podemos tener en cuenta esa cifra dado que viene preestablecida y los Hornets no han tenido que negociarla. Dicho esto, empezamos.

Atlanta Hawks

Mejor: Dejounte Murray. Sus 17,7 millones son un precio excelente para un base muy polivalente y capacitado para tapar muchos agujeros en el equipo. Su fichaje fue un gran movimiento por parte de la franquicia de Georgia, que a partir del año que viene empezará a pagarle un salario más acorde a sus capacidades.

Peor: Clint Capela. Cuando el suizo firmó la extensión de 45 millones en dos años que entra ahora en vigor, los Hawks venían de ser finalistas del Este y este parecía un proyecto muy prometedor que había que mantener. Dos años después, la perspectiva es otra, y aunque las cifras que se manejan actualmente hacen que un sueldo de 22,5 millones no sea tan alto como muchos seguimos teniendo en la cabeza, este es un contrato que deja más dudas ahora que cuando se firmó.

Boston Celtics

Mejor: Al Horford. Pasan los años y el dominicano sigue haciendo como que no. No viene de unos playoffs tan impresionantes como los de 2022, pero, salvo que su cuerpo decida de una vez aceptar la edad que tiene, contar con él por 10 millones anuales es un lujo para los de Massachusetts.

Peor: Kristaps Porzingis. Los Celtics se la han jugado, y lo cierto es que es seguramente muy temprano para colocar aquí un contrato cuya calidad dependerá de una pregunta: ¿Cuánto va a poder jugar Porzingis? Desde luego, Boston cree que mucho. Pero a su vez, es normal tener reservas con respecto a un hombre que convierte a Arjen Robben en el Hombre de Acero Inoxidable. Y a falta de contratos demasiado inflados (si alguno está pensando en la extensión de Jaylen Brown, todavía no ha entrado en vigor), se queda con esta posición.

Brooklyn Nets

Mejor: Nic Claxton. Reforzado tras un sensacional año en el que dio el salto y se consagró como uno de los mejores defensores interiores de la liga, cuesta no considerar una ganga los 8,8 millones que recibirá este curso. Y que, si sigue con esta tendencia, crecerán notablemente cuando llegue el próximo verano y tenga la oportunidad de negociar un nuevo contrato como agente libre.

Peor: Ben Simmons. Como fan incondicional del Ben Simmons de los 76ers, esto me duele más a mí de lo que le duele a él, que seguramente sea muy poco. El australiano era uno de los mejores defensores perimetrales de la liga (si no el mejor), un pasador y distribuidor excelente, y un jugador con un gran poderío físico muy agresivo en sus internadas a canasta y absolutamente imparable en transición. Era. Durante el curso 22-23, aunque tuvo algún tramo decente, no fue ni la sombra de aquello. Y aunque ha dicho que se siente listo para volver a aquella versión, que sí valía los 37,9 millones de dólares que cobrará, habrá que verlo para creerlo.

Charlotte Hornets

Mejor: Terry Rozier. El base se ha ido confirmando como un anotador solvente en unos Hornets en los que, siendo justos, no hay mucho que destacar. Esta es aún una plantilla muy joven y con muchos jugadores en sus contratos de novato, limitando las opciones y convirtiéndole en el elegido casi por defecto.

Peor: Miles Bridges. Por una vez vamos a dejar de lado el tema deportivo y económico porque la situación lo merece. El mero hecho de que Bridges tenga un contrato en vigor es una mancha para los Charlotte Hornets, y la sanción tan laxa impuesta por la NBA hace a la liga cómplice. Sigamos.

Chicago Bulls

Mejor: Alex Caruso. Es posible que no haya habido una sola temporada en la que Alex Caruso no haya sido una ganga. En una liga con salarios cada vez más desorbitados, un jugador con sus capacidades defensivas y tan capaz de cambiar el ritmo de partido con su energía podría cobrar fácilmente más de los 9,4 millones que recibirá este curso.

Peor: Lonzo Ball. Es una verdadera pena poner a Lonzo aquí, porque, por capacidades baloncestísticas, tenerle en la plantilla por 20 millones de dólares al año es sin duda un buen negocio. Pero no juega desde 2021 y no volverá a hacerlo, como pronto, hasta 2024. En otras palabras, si tenemos en cuenta que ya está descartado para esta temporada, en sus tres primeros años de contrato habrá disputado 35 partidos de 286 posibles. Un 12,2%. Hay universitarios que llaman ‘miernes’ y ‘juernes’ a los miércoles y jueves con un mejor ratio de asistencia. Doloroso, pero no queda otra.

Cleveland Cavaliers

Mejor: Jarrett Allen. El pívot aterrizó en Cleveland prácticamente rebotado desde Brooklyn y no tardó en demostrar el poderío interior que puede aportar en labores defensivas y de rebote. Es cierto que, tras unos playoffs en los que los Knicks exhibieron las carencias ofensivas del equipo, han empezado a surgir voces que cuestionan su encaje junto a Evan Mobley, pero por ahora es un jugador que suma muchas cosas a este proyecto y al que es un lujo tener atado por 20 millones anuales hasta 2026.

Peor: George Niang. Seguramente el contrato menos malo de los que se incluyen en el artículo, pero es difícil mirar la plantilla de los Cavaliers y encontrar alguien a quien señalar. Más que por su salario de 8 millones, es el elegido principalmente por la duración del mismo, pues tres años pueden ser quizás excesivos para un hombre tan unidimensional y de fondo de armario como Niang, que fácilmente podría no encajar y quedar relegado a muy pocos minutos en pista. Pero, siendo justos, es difícil calificarlo como un mal acuerdo.

Detroit Pistons

Mejor: Joe Harris. La de los Pistons es una plantilla un tanto extraña, en el sentido de que ha acumulado muchas piezas pero todavía no parece tener del todo claro qué tipo de puzle quiere armar. La lesión de Cunningham a principios de la pasada liga regular les privó de la habría sido su primera temporada con cierto espíritu competitivo, de modo que siguen aún en una especie de fase de prueba en la que quieren ver qué encaja y qué no. Y en ese sentido, Joe tiene todo lo que les conviene en un periodo así: un potencial demostrado que intentar recuperar, y un contrato expiring que hace de esta una operación de cero riesgo si sale mal. Si por el contrario sale bien, Detroit habrá sacado casi de la nada a un tirador capaz de rozar el 50% de acierto en triples durante toda una temporada regular.

Peor: Marvin Bagley III. Los mismos argumentos usados para defender el contrato de Harris podrían aplicar para el de Bagley (salvo lo de ser expiring), pero lamentablemente el ex de los Kings empieza a ser un jugador al que es difícil tenerle fe. Marvin solo ha llegado a disputar 50 partidos en su temporada de rookie, es decir, la 18-19, y desde entonces ha sido un mar de dudas, de problemas, y de un potencial que se atisba pero que nunca cuaja. Siempre cabe la posibilidad de que por fin llegue su año, y los Pistons son una de esas franquicias que ahora mismo no tienen ningún problema en comerse un contrato así. Pero es quizás el que más chirría.

Indiana Pacers

Mejor: Bruce Brown. No sé si 22 millones anuales son muchos, la lógica dice que sí pero los pasados playoffs dicen que no. La cuestión es que en esta liga, o sobrepagas o tus refuerzos son Isaiah Thomas y Tristan Thompson. Indiana quería un jugador atlético, polivalente y de rol que ayude a crecer a un proyecto joven y prometedor. Tenía espacio salarial para darle el contrato de su vida. Y ha conseguido que el segundo año esté recogido como opción de equipo por si la cosa no sale bien. Pues ole.

Peor: Buddy Hield. Su situación, al igual que la de Myles Turner, es muy curiosa. Ambos parecían destinados a ser traspasados durante la temporada pasada, pero los Pacers se encontraron de repente con que eran un equipo que estaba peleando por entrar en postemporada hasta que Haliburton se lesionó y decidieron que no iban a debilitar su plantilla. Y aunque es una decisión comprensible, deja al bahameño en una situación extraña, sobre todo porque es el que más se solapa con jóvenes como Mathurin que a priori necesitan más minutos. Dicho esto, no es un mal contrato como tal y será agente libre en 2024, pero sí es quizás el acuerdo que menos encaja.

Miami Heat

Mejor: Caleb Martin. Sin duda, este habría sido el verano ideal para él para salir a la agencia libre. Tal vez no volvamos a verle jugar jamás al nivel que ofreció en los pasados playoffs, pero basta con que tenga otro mes como aquel para que sus 6,8 millones queden más que amortizados.

Peor: Kyle Lowry. El base sigue siendo un jugador muy inteligente y que es puro ímpetu y esfuerzo, pero hace un tiempo que no está para contratos tan masivos como el 85×3 que firmó en 2021. Miami podrá consolarse sabiendo que termina el próximo verano.

Milwaukee Bucks

Mejor: Khris Middleton. Viene de dejar muchas dudas tras pasarse gran parte de la temporada gestionando una lesión, pero precisamente eso ha permitido a Milwaukee sacar una renovación más generosa. El alero renunció a su player option de 40,4 millones para firmar un acuerdo menos lucrativo pero a más largo plazo, dando a los de Wisconsin algo más de oxígeno para terminar de apuntalar la plantilla.

Peor: Brook Lopez. Estaba claro que los Bucks iban a tener que rascarse el bolsillo para evitar que algún equipo con espacio salarial como los Rockets se lo llevase, pero pocos esperaban que el pívot lograse sacar un acuerdo de 48 millones en dos años, sobre todo dada su avanzada edad. Viene de una grandísima temporada y renovarlo fue seguramente la decisión correcta por parte de la gerencia, pero no quita que sea una cifra que sorprende bastante, más teniendo en cuenta las limitaciones del nuevo convenio colectivo.

New York Knicks

Mejor: Jalen Brunson. Si había dudas acerca de si habían sobrepagado a Brunson o no, quedaron despejadas muy pronto. Los Knicks vuelven a ser una franquicia importante, el Madison vuelve a celebrar triunfos en playoffs, y el optimismo ha vuelto a la Gran Manzana. De repente, 26,3 millones parecen pocos.

Peor: Evan Fournier. El francés aseguró cuando acabó la temporada 22-23 que no esperaba volver a Nueva York para el próximo curso, pero tiene un contrato tan intraspasable que ahí sigue. La franquicia sigue intentando darle salida, pero a estas alturas tal vez tengan que conformarse con saber que será agente libre el verano que viene. Los Knicks tiene una team option para la 24-25, pero si a cualquier aficionado le diesen a elegir entre recibir un disparo o ejercer dicha opción, seguramente apretarían ellos mismos el gatillo.

Orlando Magic

Mejor: Markelle Fultz. A fuego lento, pero parece que la apuesta ha sido saliendo bien en Orlando. Fultz viene de la que seguramente sea su mejor temporada, y está aún a tiempo de ir creciendo junto a resto de jóvenes del equipo y de terminar de ganar la consistencia que le permita mostrar su talento más a menudo. Los de Florida contarán con él por 17 millones, una cifra que ha demostrado ser capaz de dejar corta.

Peor: Jonathan Isaac. Como Lonzo, da pena tener que asignarle este puesto por motivos no relacionados puramente con su rendimiento, pero las dudas son demasiado grandes como para no hacerlo. Después de dos años y medio sin jugar un partido con los Magic, el ala-pívot hizo su esperada reaparición durante el curso pasado, pero tras 11 encuentros tuvo que volver a parar y poner el foco en esta próxima temporada. ¿Le veremos en ella en condiciones normales? Si es así, podrá borrar su puesto de la lista.

Philadelphia 76ers

Mejor: Patrick Beverley. Aun siendo denostado por muchos debido a su carácter, no puede negarse que hacerse con él por 3,2 millones de dólares es un gran logro por parte de los 76ers. Su llegada a los Bulls en febrero cambió de forma notable la dinámica defensiva del equipo, y ahora aspira a dar un impulso parecido a Philadelphia a cambio de un salario mínimo.

Peor: James Harden. Siendo justos, este puesto debería pertenecer a Tobias Harris, pero tras cuatro años cincelando su nombre en mármol como uno de los peores contratos de la liga, aprovechemos que es expiring para darle un respiro y centrarnos en La Barba. A priori, 35,6 millones por él no suenan mal tal como está el mercado actual, pero son las condiciones las que hacen de este un contrato peligroso. Harden se acogió a su player option solo para poder pedir el traspaso e ir a alguna franquicia a la que no podría ir como agente libre, creando un clima de tensiones que amenaza con llevarse al proyecto por delante. Desde luego, no es el ecosistema en el que a los 76ers les habría gustado renovarle.

Toronto Raptors

Mejor: OG Anunoby. En unos Raptors que no parecen tener un rumbo fijo, el británico se queda con este puesto por dos razones. La primera es la buena relación entre rendimiento y precio que presenta este contrato de 18,6 millones de dólares. La segunda, que precisamente por eso es uno de los activos más interesantes en caso de que la franquicia opte finalmente por reconstruir. Su nombre ya estuvo metido en mil rumores de traspaso durante el pasado curso, y no sería de extrañar que la historia se repita esta vez, pues puede dar a los suyos un acuerdo con el que rearmarse de cara a futuro.

Peor: Pascal Siakam. A falta de contratos malos de verdad en Toronto, acabo poniendo a Siakam aquí cada año por el mismo motivo: tiene un contrato de primera espada del equipo sin, en mi opinión, llegar a serlo. Y sin embargo, siempre hay un par de semanas de la temporada en las que pienso que me equivoqué y que sí que es ese tipo de jugador. Pero son eso, tramos. Los canadienses están ahora mismo en una situación interesante en la que parecen haber decidido que es hora de ir deshaciendo este proyecto, y ver qué hacen con el camerunés será din duda uno de los temas a seguir.

Washington Wizards

Mejor: Jordan Poole. Las tendencias de opinión son curiosas, y a veces dan la sensación de crear una narrativa paralela a la realidad. Porque sí, Poole no tuvo una buena temporada 22-23, pero a veces se habla de su baloncesto y de su futuro en términos despectivos con una facilidad que asusta. Sobre todo si tenemos en cuenta que en 2022 fue fundamental en el anillo de los Warriors (aunque sus recientes errores hayan hecho que muchos se olviden de ello) hasta el punto de que se hablaba de que había derrocado a Klay como el otro Splash Brother. Ahora está en Washington, en un equipo sin ninguna aspiración y al que no le supone ningún problema pagarle 32 millones al año para ver si vuelve a aquella versión. Porque los contratos también son eso, contexto. Y así como en unos Warriors cuya ventana se está cerrando no había sitio para él, en unos Wizards que tienen que empezar a construir desde cero es más que bienvenido.

Peor: Bradley Bea… Ah, no. La respuesta comodín ya no está y hay que buscar alternativas, pero precisamente porque los capitalinos están empezando a armar un proyecto de la nada, no hay prácticamente nada donde elegir. La plantilla está formada por jóvenes a los que probar, veteranos con los que intentar marcar una dirección y hombres que están ahí porque hay que respetar el mínimo salarial y en algo habrá que gastar el dinero. Y teniendo en cuenta que ninguno de esos contratos estorba en lo más mínimo, tendría poco sentido señalar a cualquiera de ellos.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Nic Claxton dio un gran salto en la pasada temporada, pero su compañero Spencer Dinwiddie espera incluso aún más de él con los Brooklyn Nets en la 2023-2024.

En su cuarto año en la NBA, el pívot acumuló 12,6 puntos, 9,2 rebotes, 2,5 bloqueos y 76 partidos como titular. Todos los números son topes en su carrera, además terminó como líder de la liga en porcentaje de cestas dobles con 70 por ciento. La actuación fue sobresaliente y Dinwiddie considera que su techo está más alto después de entrenar con Claxton este verano en Los Angeles.

«Tratará de establecerse como uno de los mejores hombres grandes de la liga, especialmente estando en año de contrato y de cara a la agencia libre en 2024. Creo que Nic va a dar el mayor salto, va a estar muy motivado. Vamos a ver un gran año de él», adelantó el base a Dylan Burris de NetsPress.

Es un año importante para el exjugador de la Universidad de Georgia. Después de las Finales se convertirá en agente libre sin restricciones, por lo que su desempeñó en la próxima contienda determinará la dimensión de su próximo pacto. En 2022 firmó un acuerdo por dos años y 17,2 millones de dólares con los neoyorquinos, que lo seleccionaron en el puesto 31 del Draft de 2019.

«Ha mejorado su toque cerca del aro. Obviamente es un defensor fenomenal, todo el mundo lo sabe. Creo que, en general, se ha vuelto mucho más fuerte, más equilibrado, lo que le ha hecho ser más contundente en sus lanzamientos. Creo que la gran mejora, la sorpresa, está en su cuerpo y su condición física. En ciertos momentos de la temporada pasada se cansó un poco, después de dos o tres bloqueos se quedaba sin gasolina», detalló Dinwiddie.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

David Duke tendrá la posibilidad de demostrar su valía en Philadelphia 76ers. Según informa Gina Mizell del Philadelphia Inquirer, el jugador de 23 años ha firmado un contrato Exhibit 10 con la organización de Pensilvania, el cual le permitirá realizar la pretemporada.

Sin llegar a ser elegido en el draft de 2021, este chico formado en la Universidad de Providence ha pasado los dos primeros años de su carrera en Brooklyn Nets, equipo con el que ha disfrutado de un two-way contract tanto en el curso 2021-22 como en el 2022-23, si bien concluyó este último firmando un contrato estándar con los neoyorquinos en abril.

Cuando el presente de Duke parecía más o menos marcado, los Nets decidieron este verano no extenderle la oferta cualificada, por lo que se convirtió en agente libre sin restricciones. Ha sido entonces, estando ya sin equipo, cuando los Sixers han reparado en él, dándole la oportunidad de pelear por quedarse en el equipo, ya que cuentan en este momento con solo 13 contratos garantizados.

Respecto al rendimiento del guard en estos dos años, en el curso 2022-23 promedió 3,5 puntos y 1,3 rebotes con Brooklyn en 9,9 minutos por noche (jugando 23 partidos). Más protagonismo tuvo en la G League, don con los Long Island Nets se fue a una media de 22,9 puntos, 6 rebotes, 3,8 asistencias y 1,9 robos, números que le sirvieron para entrar en el mejor quinteto de la competición.

(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)

 

Los Nets han acordado la incorporación de Harry Giles III. Según asegura Chris Haynes, periodista de Yahoo Sports, el ala-pívot ha firmado un contrato de un año con la franquicia neoyorquina, por un salario sin especificar pero que cabe esperar que sea el mínimo.

No está tan claro si el año acordado está garantizado o no, pues Brooklyn cuenta, con esta incorporación, con 16 jugadores en plantilla. Los de Jacque Vaughn deberán por tanto dar salida a al menos un hombre antes de que comience la liga, de modo que, en función de cómo sea este contrato, Harry podría no tener aún garantizada su presencia una vez que dé comienzo la temporada regular.

Y es que a Giles lleva un tiempo costándole volver a hacerse sitio en la NBA. Su último partido disputado en ella data 2021, temporada en la que formó parte de los Blazers pero fue un hombre muy de fondo de armario y que acabó quedando relegado prácticamente a los minutos de la basura. Antes, pasó dos temporadas en los Kings, en los que pareció dejar entrever cierto potencial que sin embargo no le ayudó a consolidarse ni le impidió tener un peso cada vez menor.

A sus 25 años, sin embargo, tiene aún tiempo por delante para terminar de pulirse como jugador y tratar de encontrar un sitio. Veremos si unos Nets en pleno proceso de rearmar su proyecto acaban siendo ese lugar.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Yi Jianlian deja el baloncesto profesional. Tras un carrera que se ha extendido durante 21 años, el veterano jugador chino ha anunciado su retirada a través de comunicado publicado en su cuenta en la red Sina Weibo. En tal texto, el que fuese número 6 del draft de 2007 explica los motivos de su adiós, el cual llega a los 35 años y habiéndose convertido uno de los jugadores más importantes de la historia de China, país con el que ha llegado a disputar hasta cuatro Juegos Olímpicos.

En lo que concierne a su paso por la NBA, Yi Jianlian inició su periplo en los Milwaukee Bucks y posteriormente pasó por Brooklyn Nets, Washington Wizards y Dallas Mavericks. Su mejor curso llegó en su segundo año con los Nets, en el cual promedió 12 puntos y 7,2 rebotes. Ahora se despide del deporte de la canasta con estas palabras:

«El tiempo vuela, en un abrir y cerrar de ojos, el baloncesto lleva 21 años conmigo. Después de pensarlo detenidamente, hoy decidí despedirme oficialmente de mi carrera en el baloncesto»

«En el camino, quiero dar las gracias sinceramente a mi más querida familia, a mi más querido líder Bole, a cada entrenador, compañero de equipo, oponente, patrocinador, socio y equipo rival. Me gustaría dar las gracias de manera especial al equipo masculino de baloncesto de China, que es un nombre sagrado para mí. Cada vez que uso la camiseta de la selección nacional y juego para mi país, puedo sentir el gran orgullo que me produce mi patria. También estoy muy agradecido al equipo de baloncesto masculino de Guangdong por sus años de entrenamiento y apoyo, que me dieron la oportunidad de representar a mi ciudad natal para ganar tantos honores y me brindaron la oportunidad de ir a un escenario más grande»

«La despedida no es un final, sino un nuevo comienzo. Lo echaré mucho de menos mucho y seguiré trabajando con el objetivo de dar la bienvenida a un nuevo capítulo»

«Adiós, mi baloncesto favorito: gracias por brindarme este maravilloso viaje de 21 años, con sangre, alegría, arrepentimiento, lágrimas, compañeros fiables y oponentes respetables. Esta ha sido una experiencia inolvidable y preciosa».

(Fotografía de Mark Thompson/Getty Images)

 

En cada verano las noticias de la NBA suelen estar repletas de promesas y Ben Simmons se ha convertido en una historia recurrente de las últimas offseasons. Ahora, en conversación con Marc J. Spears de ESPN, ha asegurado que está completamente sano y augura una gran temporada 2023-2024.

«Estoy emocionado porque sé lo que puedo hacer. Independientemente de lo que diga la gente, soy tres veces All-Star, All-NBA y All-Defensive Team. He hecho cosas. No soy alguien que no haya hecho nada (…) No creo que la gente se dé cuenta de lo mal que me sentía físicamente. Poder sentarme ahora y no tener que inclinarme o encorvarme hacia un lado es una locura para mí. Pero me siento al cien por ciento ahora», expuso el base.

El australiano se despidió de la temporada en febrero para iniciar un proceso de rehabilitación de la espalda luego de participar en 42 partidos. Antes, en la 2020-2021, se perdió la contienda por completo debido a la misma lesión y también a que no se sentía mentalmente preparado. «A veces pienso en mis recientes problemas y digo: Son muchas cosas. Fue agotador tener que lidiar con todo eso. Siento que hay diferentes situaciones que puedo manejar y esta es una buena prueba para mí ¿Cuánto puede empeorar?», reconoció el jugador de 27 años de edad.

«Para mí volver y dominar a la gente sería genial. No pretendo volver a ser el mismo jugador de la temporada pasada porque no estoy ni cerca de serlo. La versión en la que estoy ahora, si estuviera jugando contra mí mismo en la temporada pasada, lo mataría. Pero es fácil decir eso porque sé dónde estaba el año pasado», admitió Simmons.

En la 2022-2023 promedió 6,9 puntos, 6,3 rebotes y 6,1 asistencias en 26,3 minutos. Las cifras son más bajas en su carrera de cinco temporadas.

Las declaraciones del pick número 1 del Draft de 2016 pretenden darle validez al reporte del mes pasado de Spears, quien aseguró que estaba «tan sano como nunca desde su último año con los Philadelphia 76ers e igualmente a las de Patty Mills. «Escuché que está logrando el estado de forma y salud que todos quieren ver en él», reveló su compatriota.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Estamos ante unos atípicos Brooklyn Nets. Durante el siglo XXI nos hemos acostumbrado a ver a los neoyorquinos como un conjunto de estrellas. Primero vivimos ese gran equipo liderado por Jason Kidd que llegó dos veces a las Finales, posteriormente aquel megatraspaso por el que se hicieron con Kevin Garnett y Paul Pierce (jugadores que coincidieron con Deron Williams y Joe Johnson), y finalmente la apuesta por Kevin Durant y Kyrie Irving (más James Harden).

Dando por hecho que aquel roster formado alrededor de Kidd tuvo mucha más lógica y funcionó genial comparado con los otros dos, la realidad es que los Nets están algo acostumbrados a ir por la vía rápida, la cual hasta la fecha le ha deparado más quebraderos de cabeza que felicidades. Quizás por ello, por haber soltado bastante lastre, el general manager de la organización, Sean Marks parece pletórico ante el nuevo presente del equipo, uno marcado por jóvenes valores y un crecimiento en conjunto. Así lo expresa.

«Todos hemos conseguido ponernos en una posición para tener unos años emocionantes aquí. Tenemos una plantilla mucho más joven que la que hemos tenido en el pasado y muchos muchachos tienen responsabilidades, lo cual creo que es bastante importante. Están bastante motivados. No necesitan escucharme a mí ni a nadie más para motivarse. Simplemente tienen algo que demostrar», comenta el ejecutivo a Anthony Puccio de Nets Daily.

Lo cierto es que en Brooklyn parecen satisfechos por haber dejado atrás los focos y ser simplemente un equipo más que quiere ir progresando. La gran noticia para ellos fue comprobar el curso pasado que una de sus adquisiciones, Mikal Bridges, está preparada para asumir galones como referente de un equipo. A partir de ahí, quieren ir dando forma a un roster de futuro, en el cual aún no sabemos qué papel jugará Ben Simmons, quien no pocos señalan que está en plena forma.

(Fotografía de Elsa/Getty Images)