Donte DiVincenzo no tuvo su debut soñado con los New York Knicks, ya que estuvo bastante irregular en sus primeros minutos en el Madison Square Garden. El base/escolta formado en Villanova se marchó hasta los 23 minutos para obtener 8 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias mediante un 2/8 en el lanzamiento.

Sus 2 asistencias y sus dos triples consecutivos a mediados del tercer periodo salvaron un poco su partido. Antes de eso fue un verdadero desastre con seis fallos consecutivos a canasta y un triple que ni siquiera rozó el aro.

«Su primera parte estuvo un poco accidentada», reconoció Tom Thibodeau al NY Post. «Chicos nuevos jugando juntos. Luego cogieron un poco el ritmo, y allí pareció que se encaminaron un poco», explicó.

Cabe recordar que DiVincenzo firmó este pasado verano un contrato por 4 años y 50 millones de dólares, teniendo que darle salida a Obi Toppin, uno de los favoritos de la afición y que prácticamente se marchó regalado a Indiana Pacers.

«Yo no diría que fueron los nervios. Como dije, simplemente tenía que sentirme cómodo», dijo DiVincenzo. «Creo que simplemente estoy aprendiendo un nuevo sistema, aprendiendo de 14 compañeros nuevos, un nuevo entrenador y un nuevo entorno. Estamos aclimatándonos. No me preocupa», destacó.

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— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) October 10, 2023

Quickley, el mejor

Immanuel Quickley empezó donde lo dejó todo, o al menos en la temporada regular. El base fue el más destacado de los Knicks con 21 puntos, 3 robos de balón y 3 asistencias partiendo como suplente. Sabe que su futuro contrato está en juego, ya sea con los Knicks o en cualquier otra franquicia, y quiere demostrar que su rendimiento de la campaña 2022-23 no fue una cosa de un solo día.

»Manolito’, como se le conoce entre sus seguidores españoles, conectó un 8/14 en tiros de campo y un 2/5 en triples.

En frente, unos Celtics repletos de suplentes tras su pasado estreno ante Philadelphia. Descansaron todos sus titulares: Holiday, Tatum, Brown, Porzingis y Derrick White.

Su máximo exponente fue el recientemente renovado Payton Pritchard con 21 puntos; secundado por su compañero Dalano Banton con 20 tantos.

Punto y a parte para Evan Fournier, quien ha rajado en numerosas ocasiones por su falta de minutos Del año pasado. Thibs no le elogió precisamente pese a rendir a bastante buen nivel en la segunda parte. Jugó como reserva con 11 puntos en 21 minutos.

«Aquí no se trata del individuo. Se trata del equipo. Así es como trabajamos aquí», dijo Thibs sobre Fournier.

También tuvo sus primeros minutos Julius Randle después de someterse a una operación de tobillo, y los mundialistas Jalen Brunson y R.J. Barrett. ‘Julito’ cosechó 11 puntos y 4 rebotes; el base obtuvo 10 puntos en apenas 6 minutos, y el canadiense concluyó con 12 tantos y un perfecto 9/9 en tiros libres.

«Solo se trataba de empezar… Y lo mismo con Julius. Le he visto bastante bien después de tanto tiempo ausente», concluyó el técnico de los Knicks.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

La historia de los Knicks y Evan Fournier es peculiar. Llegó al equipo como una pieza importante del mismo –y por momentos lo fue–, pero de ahí terminó pasando al ostracismo. Lo raro no es que dejase de contar para Tom Thibodeau, sino que siga formando parte del roster pese a tener un alto salario (18,8 millones de dólares).

Con tal escenario, el alero francés ha pedido salir del equipo en varias ocasiones, siendo la última hace escasos días. De nada ha servido. Está realizando el training camp con el equipo y ahora, viendo que su partida empieza a tornarse en imposible, ha cambiado su discurso para dejar claro que estaría encantado de tener minutos en la organización neoyorquina.

«Para ser honesto, podría estar soñando, pero para mí puedo ayudar al equipo. Soy un buen jugador. Puedo jugar. También puedo traer cosas que este equipo no tiene. Tengo esperanzas de jugar», comenta a los medios tras un entrenamiento.

Está complicado que su deseo se cumpla. Thibodeau parece estar convencido de que su salida de la rotación ayudó a que el equipo fuese mejor el curso pasado. A partir de ahí, ver al técnico dando marcha atrás en su planteamiento es algo que cuesta imaginar.

(Fotografía de Patrick Smith/Getty Images)

 

Sin hacer grandes alardes en la agencia libre, en el Media Day de los New York Knicks su entrenador, Tom Thibodeau, explicó el por qué no han llegado grandes fichajes.

Pese a que los rumores les situaban muy cerca de varios jugadores, tales como James Harden o más recientemente Jrue Holiday, ningún traspaso se hizo efectivo, y apenas habrá cambios en su plantilla. Thibs confirmó que apostará por el mismo quinteto titular del año pasado, es decir, por Brunson, Grimes, Barrett, Randle y Robinson; y la única diferencia respecto a la rotación anterior será el cambio de Obi Toppin, ahora en Indiana Pacers, por Donte DiVincenzo.

«Somos prácticamente el mismo grupo, pero tenemos que seguir encontrando las formas de mejorar», señaló Jalen Brunson en rueda de prensa. «Pueden ser las pequeñas cosas, las pequeñas ventajas mentales o simplemente poniendo mucha atención a los pequeños detalles», reconoció.

«Simplemente nuestra química mejorará mucho al conocernos ya todos más de un año», destacó.

Los tres grandes nombres del equipo están claros: Brunson, Julius Randle y R.J. Barrett. En ese orden. Tal como compadecieron los tres juntos en la primera rueda de prensa de la pretemporada. Brunson con la espinita del pasado Mundial 2023; Randle con nuevo corte de pelo y recuperado al 100%, y Barrett eufórico por su bronce mundialista y por seguir un año más en los Knicks, que por cierto será su quinto curso desde que fuera escogido en el Draft 2019.

¿Han dado un paso hacia atrás? Viendo como otros equipos, tales como Milwaukee o Boston han fichado a Damian Lillard y Jrue Holiday, los Knicks cuentan prácticamente con la misma plantilla. Pero también puede suponer una gran ventaja, como ya hiciera Michael Malone en Denver Nuggets, construyendo un equipo a fuego lento que, tras ocho años moldeándolo, les dio el primer anillo de su historia.

«Nuestra situación es perfecta para mí. Nuestro foco somos nosotros mismos. Nuestro enfoque no está en lo que hagan Boston o Milwaukee», reconoció DiVincenzo.

(Fotografía de portada: Dustin Satloff/Getty Images)

 

Julius Randle se convirtió en All-Star en los New York Knicks. Muchos conocían su potencial, pero no tantos creían que pudiera ser esa pieza que tirase de un equipo hasta playoffs. Lo hizo. Con sus virtudes y defectos, encajó de manera excelente en la Gran Manzana y es gran parte del éxito del conjunto montado por Tom Thibodeau. Sin embargo, no por ello ha dejado de recibir algunas críticas, ya que en ocasiones se muestra algo anárquico sobre el parqué. Pues bien, asegura que eso se ha terminado.

«Creo que mi eficiencia será mucho mejor este año. Creo que entiendo el juego a un nivel superior, así que creo que eso me permitirá ser un jugador más eficiente, sin duda. Siempre voy a seguir mejorando mi juego, pero creo que el detalle importante está en la comprensión del juego, y sí, creo que mi comprensión es mucho más clara, sin duda», comenta en declaraciones a Ian Begley de Sny.tv tras el primer entrenamiento de la presente pretemporada.

En cuanto a lo que ha explicado, lo cierto es que Randle estableció el curso pasado un récord personal en intentos de triples (8,3); es decir, casi tres más que su récord anterior. Sobre esto, no señala si reducirá el número, pero sí dice que tiene una idea más clara sobre «cuáles son buenos tiros y cuáles malos».

Ya lo consiga en mayor o menor medida, es obvio que un Randle más eficiente supondría un importante paso al frente para los neoyorquinos, ya que gran parte del juego del equipo pasa por sus manos. Lo que sí está totalmente olvidada es la lesión que sufrió el curso pasado y que le hizo pasar por el quirófano.

(Fotografía de Dustin Satloff/Getty Images)

 

Los rumores apuntaban a una posible extensión de contrato valorada en alrededor de los 100 millones de dólares; sin embargo, los Knicks e Immanuel Quickley todavía no han alcanzado tal acuerdo. Por el camino han sonado los nombres de Jrue Holiday, que finalmente ha sido traspasado a Boston; y en este preciso instante también se está vinculando a Malcolm Brogdon a la franquicia de la Big Apple.

Pero a Quickley no le preocupan los rumores. Tampoco su próximo contrato, ya sea en Nueva York o en cualquier otra parte. Quiere seguir progresando en la NBA, y quien sabe si esta vez sí consiga ganar el galardón al Mejor Sexto Hombre del Año (el año pasado fue segundo en las votaciones).

«Pase lo que pase, todo sucederá dependiendo de lo que hagan mi agente y los Knicks», dijo Quickley en el Media Day de los Knicks.

«Siento que todavía puedo ser un mejor jugador. Siento que hay mucho potencial que todavía tengo que explorar. Y voy a hacer todo lo que pueda para conseguirlo», destacó.

El base protagonizó su mejor temporada en la NBA con cifras récords en puntos (14,9); rebotes (4,2); robos de balón (1) y porcentajes en tiros de campo (45%).

Quickley se encuentra en su último año garantizado valorado en 4,6 millones de dólares, y los Knicks se reservan extenderle una oferta cualificada de alrededor de los 7 millones para convertirle en agente libre restringido en 2024.

«Estoy feliz de poder estar de vuelta aquí (en el Madison). Especialmente cuando uno se toma un descanso tan prolongado como este», concluyó.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)

 

Un sinfín de equipos han fijado su interés en Jrue Holiday desde que Milwaukee sellara su traspaso a Portland en la ‘mega operación’ por Damian Lillard. Y entre los posibles destinos recientemente han sonado con fuerza Los Angeles Clippers, Philadelphia 76ers o Chicago Bulls.

Asimismo, el periodista Fred Katz del medio The Athletic ha incluido recientemente a los Knicks en la lista de interesados, quienes estarían estudiando la posibilidad de adquirirle vía traspaso para posteriormente alcanzar un acuerdo de extensión. Cabe recordar que Holiday podría ser agente libre sin restricciones en 2024 si decide rechazar su player option de casi 40 millones de dólares.

¿Qué podrían ofrecer?

No sería descabellado pensar que Portland vería con buenos ojos una posible oferta de los Knicks, ya que cuentan con jóvenes jugadores bastante interesantes e infinidad de rondas del Draft, que al fin y al cabo es lo que buscan los Blazers para su futura reconstrucción.

Encima de la mesa se habrían barajado los nombres de Quentin Grimes, Immanuel Quickley, Mitchell Robinson o el contrato del canadiense R.J. Barrett.

Además, obviamente, de futuras primeras rondas del Draft, de las cuales atesoran un buen puñado:

• 2024: cuentan con la suya propia, y tres protegidas vía Dallas, Washington y Charlotte.
• 2025: con la suya propia, y una protegida vía Milwaukee.
• 2026: también cuentan con la suya.
• 2027: su ronda.
• 2028: su ronda.
• 2029: su ronda.

Los Knicks buscarían apuntalar un proyecto que el año pasado concluyó con 47 triunfos en la temporada regular y que cayó en las Semifinales de Conferencia ante Miami Heat por 4-2. Con Jalen Brunson, la renovación de Josh Hart y la llegada de Donte DiVincenzo, el traspaso de Holiday sin duda impulsaría su poderío exterior.

El año pasado disputó 67 partidos oficiales con unos promedios de 19,3 puntos, 5,1 rebotes, 7,4 asistencias y 1,2 robos en 32 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

Desde que finalizara la temporada 2022-23, el tono de Evan Fournier ha ido cambiando respecto a los New York Knicks hasta el punto de reclamar abiertamente su salida en una reciente entrevista realizada a la emisora de radio francesa RTL.

«De momento sigo en Nueva York», dijo Fournier. «Quiero irme, pero más allá de irme, quiero tener la oportunidad de jugar. Eso es todo. Porque en Nueva York estoy muy bien. Me encanta vivir allí. Me encanta la franquicia y me encanta jugar en el Madison Square Garden y mis compañeros de equipo», señaló.

«Así que solo quiero jugar. Eso es todo. Es cierto que cambiar de equipo, encontrar otro destino… Si eso es lo que tengo que hacer para volver a jugar, eso es lo que me gustaría hacer», añadió.

Fournier se encuentra en su último año garantizado valorado en 18,85 millones de dólares. Por su parte, los Knicks se reservan una opción de equipo para la campaña 2024-25 de 19 millones que no ejecutarán para buscarle próximamente una salida mediante traspaso debido a su condición de expiring.

Fuera de la rotación de los Knicks desde el pasado mes de noviembre 2022, en su última campaña apenas promedió 6,1 puntos y 17 minutos en 27 encuentros oficiales.

El próximo lunes arranca la pretemporada 2023 de los Knicks, siendo el lunes el Media Day donde los jugadores atenderán a los principales medios de comunicación. El técnico Tom Thibodeau ya le ha transmitido que, de momento, su rol es el mismo del año pasado, es decir, que está fuera de la rotación.

«Si supiera, por ejemplo, que el entrenador va a darme unos 10 o 15 minutos, sé que podría aprovecharlo al máximo e iría adquiriendo minutos. Pero no es el caso. No tengo la oportunidad de jugar, y lo que es peor, me siento como un rehén. Espero que toda esta situación se resuelva y que los Knicks me den una oportunidad», destacó.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

Hace unos meses supimos que Magic Johnson se unía a la propiedad de los Washington Commanders, equipo de la NFL. En ese momentos muchos se preguntaron por qué uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto optaba por sumarse al juego del fútbol americano y no al del baloncesto en la NBA. Sí, ha estado involucrado en los Lakers tomando decisiones en la oficina en su momento y aconsejando en el presente, pero nunca ha dado el paso hacia ser propietario de una franquicia. Ahora nos explica el motivo: sólo se siente capaz de ser parte de la propiedad de dos franquicias NBA.

Exacto. En una entrevista concedida a Tim Reynolds de Associated Press, la leyenda del deporte de la canasta señala que ha rechazado oportunidades para unirse a los varios grupos propietarios de la NBA debido a su lealtad a los Lakers, y que por tanto sólo consideraría la posibilidad ser parte de un grupo propietario de estos… y de otra organización que le entusiasma.

«Creo que debido a la forma en que los aficionados aman el baloncesto, es posible que tengas que pensar en eso, porque me encanta venir a Nueva York e ir al Garden y ver jugar a los Knicks. Me encanta estar con aficionados que son tan apasionados por su equipo y los de los Knicks, además, son inteligentes. Son aficionados que saben de baloncesto y me lo pensaría. Creo que aparte de esta opción, probablemente nunca pensaría en ser parte de otra franquicia».

Dicho eso, Johnson admite que nunca ha hablado sobre esto con el presidente ejecutivo del Madison Square Garden, James Dolan; eso sí, no le importaría reunirse con él. En cualquier caso, está bien con su actual estatus.

«Eso es algo en lo que realmente tendrías que pensar, en términos de ser propietario minoritario de ese equipo. Pero aparte de ellos, simplemente me quedaría con los Lakers e incluso con mi rol actual, simplemente siendo un aficionado, estoy feliz de jugar este papel con los Lakers porque, los repito, sangro oro y púrpura, sentencia.

(Fotografía de Jon Kopaloff/Getty Images for The Elizabeth Taylor AIDS Foundation)

 

Julius Randle jugó el final de la temporada 2022-23 lesionado. Dos esguinces en el tobillo izquierdo le hicieron forzar la máquina en playoffs para estar presente ante Cleveland Cavaliers y Miami Heat, eliminatorias en las que no estuvo a su nivel habitual por las limitaciones físicas.

Concluida la andadura de los Knicks en la postemporada, el jugador interior pasó por el quirófano para someterse a una cirugía artroscópica en su tobillo izquierdo. Adrian Wojnarowski de ESPN señaló entonces que el periodo de baja se extenderían al menos durante todo el verano. Así ha sido, pero para alegría de los neoyorquinos, va camino de estar plenamente recuperado.

Aunque la organización no ha hecho ningún comunicado al respecto, ha sido su propio entrenador, Tom Thibodeau, quien ha confirmado que su pupilo evoluciona adecuadamente y que estará preparado para el inicio del curso 2023-24.

«Simplemente se trata de un progreso constante. Ha tenido una muy buena temporada baja. Estará fresco y listo para comenzar», anuncia el head coach de los Knicks, quien inicia su cuarta temporada al frente del equipo de la Gran Manzana.

(Fotografía de Kevork Djansezian/Getty Images)

 

New York Knicks puede estar ante su momento más importante en una década. Los de la Gran Manzana han dado forma a un sólido proyecto bajo la batuta de Tom Thibodeau, tanto como para el curso pasado alcanzasen las semifinales de conferencia. El modelo está claro. No hay súper estrellas, pero sí muy buenos jugadores que hacen del conjunto su gran fortaleza.

Lo cierto es que los neoyorquinos están contentos con lo que tienen. Durante el mercado de este verano de 2023 apenas se han movido para dar salida a Obi Toppin y conseguir a través de la agencia libre a Donte DiVincenzo, un jugador que apunta a encajar a las mil maravillas dadas sus características. Tienen la línea de trabajo marcada (y remarcada), pero no por ello se cierran a virar un poco el rumbo.

Que la NBA se mueven al son de sus mejores jugadores no es secreto alguno. Los grandes traspasos son recordados para siempre y pueden cambiar la historia de la competición de la noche a la mañana. Por ello, ante la posibilidad de que uno de esos jugadores aterrice en Nueva York, los Knicks no solo han levantado las orejas, sino que han dejado el terreno preparado.

Dos nombres: Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo. Dos de los últimos tres jugadores galardonados con el MVP de la NBA podrían estar disponibles a corto plazo. El pívot de Philadelphia aún no ha levantado la voz en esa dirección, pero la inestable situación causada por la petición de traspaso de James Harden, y la posibilidad real de que el equipo sea peor que hace un año (y dos y tres) hace que no pocos vean la puerta abierta a que el jugador franquicia de los 76ers se acabe cansando y quiera marcharse.

Siguiendo esa pista, fue Keith Pompey de Philadelphia Inquirer quien nos puso en la pista al señalar que los Knicks tenían los activos necesarios para ir por el center camerunés, algo que no dudarían en hacer si existiese la posibilidad de conseguirlo. Dicha información fue poco después confirmada por Matt Ehalt de New Yok Post, quien certificó que los de la ciudad que nunca duerme tenían posados sus ojos sobre Embiid –obviamente no son los únicos–.

Aparece Giannis

Cuando surgió el nombre de Joel Embiid se trataba de poner todos los huevos en la misma cesta, pero poco después fue Giannis Antetokounmpo el que levantó la mano y dejó entrever que igual se marchaba de Milwaukee a no mucho tardar, diciendo básicamente que su único objetivo era ganar y que si no podía hacerlo en Wisconsin…

Si con el center de los Sixers surgieron rumores, con el griego directamente se dio por hecho –de acuerdo con la información de Marc Stein– que tanto Knicks como Lakers estaban interesados –¡y quién no!–. La cuestión es que a estas alturas los activos de los neoyorquinos; es decir, piezas con cierto atractivo (o salario para igualar) y rondas del draft, empezaban a tener un doble sentido. Ya no se trataba de nadar y guardar la ropa confiando en que una súper estrella decida que eres su mejor opción entre 29 –contando también con la aceptación de la oferta por parte de su equipo–, sino de que se duplicaban las oportunidades de conseguir un jugador que diese un vuelco de éxito a la organización.

Una oportunidad real

¿Merece la pena esperar a que se abra la opción de conseguir a Embiid o Antetokounmpo? Esa es la gran duda que nos plantea Ian Begley de SNY.tv. Según el periodista que sigue la información diaria de los Knicks, estos podrían moverse en otra dirección y buscar un movimiento que mejorase el equipo a través de una oportunidad real como OG Anunoby. El alero de los Raptors no h renovado su contrato y podría ser libre en verano de 2024 (tiene una opción de jugador) por lo que todo apunta –salvo que Toronto abra el curso hinchándose a ganar partidos– a que en los próximos meses estará disponible vía traspaso.

Es llegados a ese punto, al de tener a Anunoby u otro jugador similar a tiro, cuando aparecerá el gran conflicto knickerbocker, ya que deberán decidir entre lanzarse a por una pieza que les suponga un plus inmediato y seguro, o guardarse todo su potencial de activos por si finalmente el sueño de Embiid o Giannis se hace realidad, el cual no depende únicamente de que decidan más pronto o tarde cambiar de aires, sino de que elijan a los del Madison Squarer Garden como su destino predilecto. Realidad terrenal o ilusión estelar, difícil decisión.

Lo cierto es que parece complicado que los Knicks dejen pasar una gran oportunidad si esta se les presenta, sobre todo si incluye a un jugador que realmente creen que puede hacerles mejor equipo, pero todo es posible. Tener en el horizonte la opción de convertirte en un contender con todas las letras tampoco es algo que ocurra todos los días. Toca esperar acontecimientos.

(Fotografía de Mark Blinch/Getty Images)

 

El jugador de los New York Knicks, Julius Randle, ha cambiado de agencia de representación, pasando de la compañía CAA a WME, con el objetivo de la agencia libre de 2025, donde podría negociar su nuevo compromiso.

Cabe recordar que en 2017 firmó con los neoyorquinos una ampliación de su contrato por cuatro cursos adicionales y 117 millones de dólares, siendo el mejor pagado de la plantilla.

Para este curso 2023-24 percibirá casi 28 millones de dólares, y en la campaña 2025-26 tiene en su haber una ‘player option‘ por valor de 32,40 millones.

Desde su llegada a los Knicks en 2019 procedente de NOLA Pelicans, ha disputado 284 encuentros oficiales con los mejores promedios de su carrera en la NBA: 22,3 puntos, 10 rebotes y 4,6 asistencias en 35,3 minutos por noche.

Randle ha dado un paso hacia delante en los Knicks, convirtiéndose en una de las principales referencias de la franquicia, y siendo All-Star en 2021 y 2023, incluido en el Segundo (2021) y Tercer Mejor Equipo NBA (2023), y alzándose con el galardón Most Improved Player también en 2021.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

Lo que hasta ahora era calma, ya no lo es tanto. Los New York Knicks tienen claro que desean seguir contando con Immanuel Quickley, pero no tanto que cuando se sienten con sus representantes ambas partes lleguen a un acuerdo sobre la extensión de su contrato.

Según informa Sean Deveney de Heavy.com, la organización neoyorquina ya se ha puesto en contacto con los agentes del base, pero por ahora solo ha sido un acercamiento preliminar, ya que no se ha profundizado en las discusiones sobre una renovación del jugador de 24 años.

Como bien señalaba hace escasos días Ian Begley de SNY, los Knicks ofrecerán una extensión a su jugador durante el mes de octubre, pero ello no evita que en la franquicia de la Gran Manzana sientan cierto pesimismo respecto a la resolución del caso. La gran duda del equipo es que el jugador crea que merece un contrato diferente (más lucrativo) al que le ofrezcan

Si no hubiese acuerdo, Quickley se convertiría en agente libre restringido el verano de 2024, por lo que aún existiría la posibilidad de que continuase en la organización –tema diferente es cómo estaría la relación entre ambas partes para ese momento–.

En cuanto al rendimiento del que fuese número 25 del draft de 2020, este viene de hacer su mejor campaña hasta la fecha al promediar 14,9 puntos, 4,2 rebotes, 3,4 asistencias y 1 robo, números que le dieron para terminar segundo en el premio al Sexto Hombre del Año la temporada pasada.

(Fotografía de Eric Espada/Getty Images)

 

Acabado el Mundial, toca volver a poner el foco en la NBA. Aunque algunas franquicias continúan aún ultimando sus plantillas, estas están ya a grandes rasgos confeccionadas, lo que permite analizar cuáles han sido sus principales aciertos y errores en esta labor. En concreto, repasando el mejor y el peor contrato de los que tienen ahora mismo en vigor.

Como cada año, conviene destacar antes de empezar que no necesariamente vamos a estar hablando siempre de contratos excelentes y/o desastrosos. Hay franquicias sin contratos verdaderamente tóxicos en las que no queda más remedio que elegir a un jugador sin un contrato malo como tal, mientras que en otras puede ser difícil encontrar gangas en relación rendimiento/precio y habrá que tener otros factores en cuenta. Hablamos siempre en términos relativos, no absolutos.

Por último, no se han tenido en cuenta para los mejores a jugadores con contrato de rookie, pues en estos su salario viene fijado por la NBA y tiende a ser muy bajo. Todos convenimos en que, por ejemplo, LaMelo Ball es un jugador cuyo rendimiento está muy por encima de los 10,9 millones que va a cobrar, pero no podemos tener en cuenta esa cifra dado que viene preestablecida y los Hornets no han tenido que negociarla. Dicho esto, empezamos.

Atlanta Hawks

Mejor: Dejounte Murray. Sus 17,7 millones son un precio excelente para un base muy polivalente y capacitado para tapar muchos agujeros en el equipo. Su fichaje fue un gran movimiento por parte de la franquicia de Georgia, que a partir del año que viene empezará a pagarle un salario más acorde a sus capacidades.

Peor: Clint Capela. Cuando el suizo firmó la extensión de 45 millones en dos años que entra ahora en vigor, los Hawks venían de ser finalistas del Este y este parecía un proyecto muy prometedor que había que mantener. Dos años después, la perspectiva es otra, y aunque las cifras que se manejan actualmente hacen que un sueldo de 22,5 millones no sea tan alto como muchos seguimos teniendo en la cabeza, este es un contrato que deja más dudas ahora que cuando se firmó.

Boston Celtics

Mejor: Al Horford. Pasan los años y el dominicano sigue haciendo como que no. No viene de unos playoffs tan impresionantes como los de 2022, pero, salvo que su cuerpo decida de una vez aceptar la edad que tiene, contar con él por 10 millones anuales es un lujo para los de Massachusetts.

Peor: Kristaps Porzingis. Los Celtics se la han jugado, y lo cierto es que es seguramente muy temprano para colocar aquí un contrato cuya calidad dependerá de una pregunta: ¿Cuánto va a poder jugar Porzingis? Desde luego, Boston cree que mucho. Pero a su vez, es normal tener reservas con respecto a un hombre que convierte a Arjen Robben en el Hombre de Acero Inoxidable. Y a falta de contratos demasiado inflados (si alguno está pensando en la extensión de Jaylen Brown, todavía no ha entrado en vigor), se queda con esta posición.

Brooklyn Nets

Mejor: Nic Claxton. Reforzado tras un sensacional año en el que dio el salto y se consagró como uno de los mejores defensores interiores de la liga, cuesta no considerar una ganga los 8,8 millones que recibirá este curso. Y que, si sigue con esta tendencia, crecerán notablemente cuando llegue el próximo verano y tenga la oportunidad de negociar un nuevo contrato como agente libre.

Peor: Ben Simmons. Como fan incondicional del Ben Simmons de los 76ers, esto me duele más a mí de lo que le duele a él, que seguramente sea muy poco. El australiano era uno de los mejores defensores perimetrales de la liga (si no el mejor), un pasador y distribuidor excelente, y un jugador con un gran poderío físico muy agresivo en sus internadas a canasta y absolutamente imparable en transición. Era. Durante el curso 22-23, aunque tuvo algún tramo decente, no fue ni la sombra de aquello. Y aunque ha dicho que se siente listo para volver a aquella versión, que sí valía los 37,9 millones de dólares que cobrará, habrá que verlo para creerlo.

Charlotte Hornets

Mejor: Terry Rozier. El base se ha ido confirmando como un anotador solvente en unos Hornets en los que, siendo justos, no hay mucho que destacar. Esta es aún una plantilla muy joven y con muchos jugadores en sus contratos de novato, limitando las opciones y convirtiéndole en el elegido casi por defecto.

Peor: Miles Bridges. Por una vez vamos a dejar de lado el tema deportivo y económico porque la situación lo merece. El mero hecho de que Bridges tenga un contrato en vigor es una mancha para los Charlotte Hornets, y la sanción tan laxa impuesta por la NBA hace a la liga cómplice. Sigamos.

Chicago Bulls

Mejor: Alex Caruso. Es posible que no haya habido una sola temporada en la que Alex Caruso no haya sido una ganga. En una liga con salarios cada vez más desorbitados, un jugador con sus capacidades defensivas y tan capaz de cambiar el ritmo de partido con su energía podría cobrar fácilmente más de los 9,4 millones que recibirá este curso.

Peor: Lonzo Ball. Es una verdadera pena poner a Lonzo aquí, porque, por capacidades baloncestísticas, tenerle en la plantilla por 20 millones de dólares al año es sin duda un buen negocio. Pero no juega desde 2021 y no volverá a hacerlo, como pronto, hasta 2024. En otras palabras, si tenemos en cuenta que ya está descartado para esta temporada, en sus tres primeros años de contrato habrá disputado 35 partidos de 286 posibles. Un 12,2%. Hay universitarios que llaman ‘miernes’ y ‘juernes’ a los miércoles y jueves con un mejor ratio de asistencia. Doloroso, pero no queda otra.

Cleveland Cavaliers

Mejor: Jarrett Allen. El pívot aterrizó en Cleveland prácticamente rebotado desde Brooklyn y no tardó en demostrar el poderío interior que puede aportar en labores defensivas y de rebote. Es cierto que, tras unos playoffs en los que los Knicks exhibieron las carencias ofensivas del equipo, han empezado a surgir voces que cuestionan su encaje junto a Evan Mobley, pero por ahora es un jugador que suma muchas cosas a este proyecto y al que es un lujo tener atado por 20 millones anuales hasta 2026.

Peor: George Niang. Seguramente el contrato menos malo de los que se incluyen en el artículo, pero es difícil mirar la plantilla de los Cavaliers y encontrar alguien a quien señalar. Más que por su salario de 8 millones, es el elegido principalmente por la duración del mismo, pues tres años pueden ser quizás excesivos para un hombre tan unidimensional y de fondo de armario como Niang, que fácilmente podría no encajar y quedar relegado a muy pocos minutos en pista. Pero, siendo justos, es difícil calificarlo como un mal acuerdo.

Detroit Pistons

Mejor: Joe Harris. La de los Pistons es una plantilla un tanto extraña, en el sentido de que ha acumulado muchas piezas pero todavía no parece tener del todo claro qué tipo de puzle quiere armar. La lesión de Cunningham a principios de la pasada liga regular les privó de la habría sido su primera temporada con cierto espíritu competitivo, de modo que siguen aún en una especie de fase de prueba en la que quieren ver qué encaja y qué no. Y en ese sentido, Joe tiene todo lo que les conviene en un periodo así: un potencial demostrado que intentar recuperar, y un contrato expiring que hace de esta una operación de cero riesgo si sale mal. Si por el contrario sale bien, Detroit habrá sacado casi de la nada a un tirador capaz de rozar el 50% de acierto en triples durante toda una temporada regular.

Peor: Marvin Bagley III. Los mismos argumentos usados para defender el contrato de Harris podrían aplicar para el de Bagley (salvo lo de ser expiring), pero lamentablemente el ex de los Kings empieza a ser un jugador al que es difícil tenerle fe. Marvin solo ha llegado a disputar 50 partidos en su temporada de rookie, es decir, la 18-19, y desde entonces ha sido un mar de dudas, de problemas, y de un potencial que se atisba pero que nunca cuaja. Siempre cabe la posibilidad de que por fin llegue su año, y los Pistons son una de esas franquicias que ahora mismo no tienen ningún problema en comerse un contrato así. Pero es quizás el que más chirría.

Indiana Pacers

Mejor: Bruce Brown. No sé si 22 millones anuales son muchos, la lógica dice que sí pero los pasados playoffs dicen que no. La cuestión es que en esta liga, o sobrepagas o tus refuerzos son Isaiah Thomas y Tristan Thompson. Indiana quería un jugador atlético, polivalente y de rol que ayude a crecer a un proyecto joven y prometedor. Tenía espacio salarial para darle el contrato de su vida. Y ha conseguido que el segundo año esté recogido como opción de equipo por si la cosa no sale bien. Pues ole.

Peor: Buddy Hield. Su situación, al igual que la de Myles Turner, es muy curiosa. Ambos parecían destinados a ser traspasados durante la temporada pasada, pero los Pacers se encontraron de repente con que eran un equipo que estaba peleando por entrar en postemporada hasta que Haliburton se lesionó y decidieron que no iban a debilitar su plantilla. Y aunque es una decisión comprensible, deja al bahameño en una situación extraña, sobre todo porque es el que más se solapa con jóvenes como Mathurin que a priori necesitan más minutos. Dicho esto, no es un mal contrato como tal y será agente libre en 2024, pero sí es quizás el acuerdo que menos encaja.

Miami Heat

Mejor: Caleb Martin. Sin duda, este habría sido el verano ideal para él para salir a la agencia libre. Tal vez no volvamos a verle jugar jamás al nivel que ofreció en los pasados playoffs, pero basta con que tenga otro mes como aquel para que sus 6,8 millones queden más que amortizados.

Peor: Kyle Lowry. El base sigue siendo un jugador muy inteligente y que es puro ímpetu y esfuerzo, pero hace un tiempo que no está para contratos tan masivos como el 85×3 que firmó en 2021. Miami podrá consolarse sabiendo que termina el próximo verano.

Milwaukee Bucks

Mejor: Khris Middleton. Viene de dejar muchas dudas tras pasarse gran parte de la temporada gestionando una lesión, pero precisamente eso ha permitido a Milwaukee sacar una renovación más generosa. El alero renunció a su player option de 40,4 millones para firmar un acuerdo menos lucrativo pero a más largo plazo, dando a los de Wisconsin algo más de oxígeno para terminar de apuntalar la plantilla.

Peor: Brook Lopez. Estaba claro que los Bucks iban a tener que rascarse el bolsillo para evitar que algún equipo con espacio salarial como los Rockets se lo llevase, pero pocos esperaban que el pívot lograse sacar un acuerdo de 48 millones en dos años, sobre todo dada su avanzada edad. Viene de una grandísima temporada y renovarlo fue seguramente la decisión correcta por parte de la gerencia, pero no quita que sea una cifra que sorprende bastante, más teniendo en cuenta las limitaciones del nuevo convenio colectivo.

New York Knicks

Mejor: Jalen Brunson. Si había dudas acerca de si habían sobrepagado a Brunson o no, quedaron despejadas muy pronto. Los Knicks vuelven a ser una franquicia importante, el Madison vuelve a celebrar triunfos en playoffs, y el optimismo ha vuelto a la Gran Manzana. De repente, 26,3 millones parecen pocos.

Peor: Evan Fournier. El francés aseguró cuando acabó la temporada 22-23 que no esperaba volver a Nueva York para el próximo curso, pero tiene un contrato tan intraspasable que ahí sigue. La franquicia sigue intentando darle salida, pero a estas alturas tal vez tengan que conformarse con saber que será agente libre el verano que viene. Los Knicks tiene una team option para la 24-25, pero si a cualquier aficionado le diesen a elegir entre recibir un disparo o ejercer dicha opción, seguramente apretarían ellos mismos el gatillo.

Orlando Magic

Mejor: Markelle Fultz. A fuego lento, pero parece que la apuesta ha sido saliendo bien en Orlando. Fultz viene de la que seguramente sea su mejor temporada, y está aún a tiempo de ir creciendo junto a resto de jóvenes del equipo y de terminar de ganar la consistencia que le permita mostrar su talento más a menudo. Los de Florida contarán con él por 17 millones, una cifra que ha demostrado ser capaz de dejar corta.

Peor: Jonathan Isaac. Como Lonzo, da pena tener que asignarle este puesto por motivos no relacionados puramente con su rendimiento, pero las dudas son demasiado grandes como para no hacerlo. Después de dos años y medio sin jugar un partido con los Magic, el ala-pívot hizo su esperada reaparición durante el curso pasado, pero tras 11 encuentros tuvo que volver a parar y poner el foco en esta próxima temporada. ¿Le veremos en ella en condiciones normales? Si es así, podrá borrar su puesto de la lista.

Philadelphia 76ers

Mejor: Patrick Beverley. Aun siendo denostado por muchos debido a su carácter, no puede negarse que hacerse con él por 3,2 millones de dólares es un gran logro por parte de los 76ers. Su llegada a los Bulls en febrero cambió de forma notable la dinámica defensiva del equipo, y ahora aspira a dar un impulso parecido a Philadelphia a cambio de un salario mínimo.

Peor: James Harden. Siendo justos, este puesto debería pertenecer a Tobias Harris, pero tras cuatro años cincelando su nombre en mármol como uno de los peores contratos de la liga, aprovechemos que es expiring para darle un respiro y centrarnos en La Barba. A priori, 35,6 millones por él no suenan mal tal como está el mercado actual, pero son las condiciones las que hacen de este un contrato peligroso. Harden se acogió a su player option solo para poder pedir el traspaso e ir a alguna franquicia a la que no podría ir como agente libre, creando un clima de tensiones que amenaza con llevarse al proyecto por delante. Desde luego, no es el ecosistema en el que a los 76ers les habría gustado renovarle.

Toronto Raptors

Mejor: OG Anunoby. En unos Raptors que no parecen tener un rumbo fijo, el británico se queda con este puesto por dos razones. La primera es la buena relación entre rendimiento y precio que presenta este contrato de 18,6 millones de dólares. La segunda, que precisamente por eso es uno de los activos más interesantes en caso de que la franquicia opte finalmente por reconstruir. Su nombre ya estuvo metido en mil rumores de traspaso durante el pasado curso, y no sería de extrañar que la historia se repita esta vez, pues puede dar a los suyos un acuerdo con el que rearmarse de cara a futuro.

Peor: Pascal Siakam. A falta de contratos malos de verdad en Toronto, acabo poniendo a Siakam aquí cada año por el mismo motivo: tiene un contrato de primera espada del equipo sin, en mi opinión, llegar a serlo. Y sin embargo, siempre hay un par de semanas de la temporada en las que pienso que me equivoqué y que sí que es ese tipo de jugador. Pero son eso, tramos. Los canadienses están ahora mismo en una situación interesante en la que parecen haber decidido que es hora de ir deshaciendo este proyecto, y ver qué hacen con el camerunés será din duda uno de los temas a seguir.

Washington Wizards

Mejor: Jordan Poole. Las tendencias de opinión son curiosas, y a veces dan la sensación de crear una narrativa paralela a la realidad. Porque sí, Poole no tuvo una buena temporada 22-23, pero a veces se habla de su baloncesto y de su futuro en términos despectivos con una facilidad que asusta. Sobre todo si tenemos en cuenta que en 2022 fue fundamental en el anillo de los Warriors (aunque sus recientes errores hayan hecho que muchos se olviden de ello) hasta el punto de que se hablaba de que había derrocado a Klay como el otro Splash Brother. Ahora está en Washington, en un equipo sin ninguna aspiración y al que no le supone ningún problema pagarle 32 millones al año para ver si vuelve a aquella versión. Porque los contratos también son eso, contexto. Y así como en unos Warriors cuya ventana se está cerrando no había sitio para él, en unos Wizards que tienen que empezar a construir desde cero es más que bienvenido.

Peor: Bradley Bea… Ah, no. La respuesta comodín ya no está y hay que buscar alternativas, pero precisamente porque los capitalinos están empezando a armar un proyecto de la nada, no hay prácticamente nada donde elegir. La plantilla está formada por jóvenes a los que probar, veteranos con los que intentar marcar una dirección y hombres que están ahí porque hay que respetar el mínimo salarial y en algo habrá que gastar el dinero. Y teniendo en cuenta que ninguno de esos contratos estorba en lo más mínimo, tendría poco sentido señalar a cualquiera de ellos.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Los New York Knicks han oficializado el despido de Obadiah Noel para posteriormente confirmar el fichaje de Charlie Brown Jr. mediante un nuevo compromiso ‘Exhibit 10’.

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— NY_KnicksPR (@NY_KnicksPR) September 8, 2023

Todo hace indicar que Obadiah Noel firmará próximamente por su conjunto afiliado a la G League, los Westchester Knicks. Y el citado Brown Jr. podría tomar el mismo camino si finalmente no convence a los neoyorquinos en la pretemporada de 2023.

Con su fichaje anunciado, el conjunto dirigido por Tom Thibodeau cuenta con 21 fichas confirmadas, de las cuales solo podrán quedar 15 jugadores para iniciar la próxima temporada 2023-24.

Charlie Brown Jr., formado en St. Joseph’s y fuera de los puestos de acceso al Draft 2019, ha conseguido disputar 41 encuentros de la NBA entre Atlanta, Oklahoma, Dallas y Philadelphia con unos guarismos de 2,2 puntos y 1,3 rebotes en 9 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)

 

Los New York Knicks podrían ofrecerle una extensión de contrato a Immanuel Quickley en «algún momento de este mes», según ha informado Ian Begley de SNY.

El guard viene de completar su tercera temporada en la NBA y es elegible para una rookie extension que puede ser acordada hasta el 23 de octubre, un día antes del inicio de la edición 2023-2024. De acuerdo a Begley, el jugador buscará un acuerdo significativo, aunque todavía se desconoce cuánto está dispuesto a ofrecerle la franquicia.

Quickley fue la selección 25 del Draft de 2020 y desde su llegada a la liga ha dejado buenos números. En su año de novato fue galardonado con el segundo equipo All-Rookie tras promediar 11,4 puntos. Una temporada después terminó con 11,3 tantos, 3,5 asistencias y 3.2 asistencias, mientras que en la anterior continuó su vertiginoso ascenso con 14,9 unidades, 4,2 capturas y 3,4 pases para anotación en 81 partidos. También acumuló 37 por ciento de efectividad en triples.

«Supongo que los Knicks harán lo necesario para ampliar el contrato a un jugador que ha superado todas las expectativas basadas en su posición en el Draft», agregó el citado periodista.

El jugador de 24 años de edad recibirá en la próxima edición 4,1 millones de dólares y, en caso de no llegar a un acuerdo con New York antes del 23 de octubre, se convertirá en agente libre restringido luego del fin de la contienda. De esta manera, la organización podrá igualar las ofertas que reciba.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)