Donte DiVincenzo no tuvo su debut soñado con los New York Knicks, ya que estuvo bastante irregular en sus primeros minutos en el Madison Square Garden. El base/escolta formado en Villanova se marchó hasta los 23 minutos para obtener 8 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias mediante un 2/8 en el lanzamiento.

Sus 2 asistencias y sus dos triples consecutivos a mediados del tercer periodo salvaron un poco su partido. Antes de eso fue un verdadero desastre con seis fallos consecutivos a canasta y un triple que ni siquiera rozó el aro.

«Su primera parte estuvo un poco accidentada», reconoció Tom Thibodeau al NY Post. «Chicos nuevos jugando juntos. Luego cogieron un poco el ritmo, y allí pareció que se encaminaron un poco», explicó.

Cabe recordar que DiVincenzo firmó este pasado verano un contrato por 4 años y 50 millones de dólares, teniendo que darle salida a Obi Toppin, uno de los favoritos de la afición y que prácticamente se marchó regalado a Indiana Pacers.

«Yo no diría que fueron los nervios. Como dije, simplemente tenía que sentirme cómodo», dijo DiVincenzo. «Creo que simplemente estoy aprendiendo un nuevo sistema, aprendiendo de 14 compañeros nuevos, un nuevo entrenador y un nuevo entorno. Estamos aclimatándonos. No me preocupa», destacó.

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— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) October 10, 2023

Quickley, el mejor

Immanuel Quickley empezó donde lo dejó todo, o al menos en la temporada regular. El base fue el más destacado de los Knicks con 21 puntos, 3 robos de balón y 3 asistencias partiendo como suplente. Sabe que su futuro contrato está en juego, ya sea con los Knicks o en cualquier otra franquicia, y quiere demostrar que su rendimiento de la campaña 2022-23 no fue una cosa de un solo día.

»Manolito’, como se le conoce entre sus seguidores españoles, conectó un 8/14 en tiros de campo y un 2/5 en triples.

En frente, unos Celtics repletos de suplentes tras su pasado estreno ante Philadelphia. Descansaron todos sus titulares: Holiday, Tatum, Brown, Porzingis y Derrick White.

Su máximo exponente fue el recientemente renovado Payton Pritchard con 21 puntos; secundado por su compañero Dalano Banton con 20 tantos.

Punto y a parte para Evan Fournier, quien ha rajado en numerosas ocasiones por su falta de minutos Del año pasado. Thibs no le elogió precisamente pese a rendir a bastante buen nivel en la segunda parte. Jugó como reserva con 11 puntos en 21 minutos.

«Aquí no se trata del individuo. Se trata del equipo. Así es como trabajamos aquí», dijo Thibs sobre Fournier.

También tuvo sus primeros minutos Julius Randle después de someterse a una operación de tobillo, y los mundialistas Jalen Brunson y R.J. Barrett. ‘Julito’ cosechó 11 puntos y 4 rebotes; el base obtuvo 10 puntos en apenas 6 minutos, y el canadiense concluyó con 12 tantos y un perfecto 9/9 en tiros libres.

«Solo se trataba de empezar… Y lo mismo con Julius. Le he visto bastante bien después de tanto tiempo ausente», concluyó el técnico de los Knicks.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

Kristaps Porzingis es para muchos una eterna duda. Tamaño, talento, rango de tiro, defensa… Parece cumplir con todo lo necesario para ser una súper estrella, pero sus problemas físicos y el hecho de no haberle visto competir en las últimas fases de la NBA hace que no pocos pongan en cuarentena su impacto en los Celtics. Puede que tengan razón, pero… ¿y si sale bien?

Eso es lo que nos ha hecho pensar su debut con Boston. Aunque se trata únicamente del primer amistoso de pretemporada, en el cual vencieron a Philadelphia por 114-106, la realidad es que el pívot letón mostró sus credenciales al dar muestra de todo lo que puede hacer sobre el parqué. Metió triples, abrió la cancha, machacó el aro, puso un tapón… Fueron 25 minutos en pista con 17 puntos y 5 rebotes para llamar a la ilusión, esa que dice que con su adición –y la de Jrue Holiday– Boston por fin puede volver a ser campeón.

17 PTS in his Celtics #NBAPreseason debut

Welcome to Boston, Kristaps Porzingis pic.twitter.com/2honErdy08

— NBA (@NBA) October 9, 2023

Por supuesto hay que mantener los pies en el suelo. La temporada ni ha empezado, pero tras un verano en el que una fascitis plantar le impidió estar en el Mundial 2023 con Letonia, el simple hecho de verle ágil y con energía sobre el parqué ya hace sonreír a los aficionados verdes; y si a eso le añades una muy buena actuación en términos baloncestísticos, pues obviamente el hype se dispara. Desde Masachussetts ya dijeron que no había preocupación alguna con el estado físico del pívot, y parece que tenían razón.

Lo cierto es que los Celtics, con Brad Stevens desde los despachos, han apostado fuerte este verano; tanto como para dar salida a dos ‘intocables’ como Marcus Smart y Robert Williams. Han entendido que dar más oportunidades a un grupo que no terminaba de salir campeón carecía de sentido, medida que ha aplaudido incluso el jugador franquicia, Jayson Tatum. Ahora solo queda esperar a los partidos oficiales y ver en qué se terminan traduciendo las buenas sensaciones.

(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)

 

Payton Pritchard estuvo en conversaciones de traspaso este verano; sin embargo, las circunstancias para él en los Boston Celtics han dado un giro de 180 grados, ya que, según fuentes de Adrian Wojnarowski, el base ha sellado una extensión de contrato por 4 años y 30 millones de dólares.

El base formado en Oregón y seleccionado mediante el pick 26º del Draft 2020 se encontraba en su último año de contrato rookie valorado en apenas 4 millones de dólares. Con su nuevo compromiso será un Celtics hasta el próximo 2027 si nada se tuerce.

Con el traspaso de Smart y la llegada de Jrue Holiday, Pritchard apunta a tener un rol más importante que el del año pasado si el técnico Joe Mazzula apuesta por el citado Holiday y Derrick White como bases titulares junto a Tatum, Brown y Porzingis como pívot.

En 48 encuentros de la campaña 2022-23 promedió 5,6 puntos, 1,8 rebotes y 1,3 asistencias en poco más de 13 minutos por jornada.

(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)

 

Hace años –bastantes– que los Celtics son aspirantes al anillo. Desde que en 2017 perdiesen las finales de la Conferencia Este ante Cleveland Cavaliers, cada campaña han estado en la terna de favoritos; sin embargo, ya sea por un motivo u otro, la cuestión es que siempre se han quedado cortos.

Con el habitual eje formado por Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart se plantaron en las Finales de 2022 ante Golden State Warriors. Fue la mejor temporada de Boston, una que les hizo cree que con lo que tenían, podían. No fue así. En 2023 cayeron sorprendentemente en las finales del Este ante Miami Heat y ahí dijeron: ‘hasta aquí hemos llegado’.

Primero dieron salida a un ‘intocable’ Smart para hacerse con Kristaps Porzingis. Movimiento arriesgado, puede, pero que les impulsaba con un jugador grande que si le respetan las lesiones es realmente bueno. En este punto ya se entendió que Brad Stevens no estaba por la labor de dar más tiempo al actual proyecto, lo cual quedó certificado hace escasos días con la contratación de Jrue Holiday, por quien soltaron a Malcolm Brogdon y Robert Williams. Han hecho una apuesta importante, pero es lo que tenían que hacer.

Al menos así lo entiende el jugador franquicia. Jayson Tatum necesita tocar la gloria más pronto que tarde tras muchos cursos brillando a nivel individual, y cree que la organización ha hecho bien al ser agresiva en el mercado para mejorar el equipo, más viendo que Damian Lillard ha llegado a Milwaukee Bucks. «No puedes vivir con la mentalidad de que esta ventana va a durar para siempre», comenta a Bleacher Report.

La realidad es que ahora la Conferencia Este parece contar con dos equipos por encima del resto. Milwaukee tiene a dos de los mejores jugadores de los últimos años y Boston cuenta ahora justo con lo que le faltaba, un base estelar que llega curiosamente tras ser traspasado por los Bucks. Ya hay ganas de verles midiendo sus fuerzas.

(Fotografía de Maddie Malhotra/Getty Images)

 

Milwaukee y Boston parecen arrancar la temporada como los dos grandes favoritos a ganar la Conferencia Este, y lo son en parte por movimientos que implican a Jrue Holiday. Los Bucks, por darle salida para hacerse con Damian Lillard; los Celtics, por aprovechar la situación para sumarlo a la plantilla. ¿Cambia esto las opciones del base de hacerse con un nuevo anillo? Él parece tenerlo claro.

«Creo que estando aquí estoy donde tengo más oportunidades de ganar» aseguró en su presentación con los de Massachusetts, en la que también reconoció que, una vez que se confirmó su salida de Milwaukee, esperaba que los Blazers lo enviaran a Boston. «Tenía ganas de venir aquí. A veces tienes que intentar no hacerte muchas expectativas en ese sentido porque te puedes llevar un golpe, pero ahora que he sido traspasado, estoy totalmente comprometido».

Holiday llega con una dosis extra de experiencia a la plantilla, pues cuenta en su haber con un anillo conquistado hacer dos años. Esto hizo que fuera preguntado acerca de cómo podía guiar por ese camino al resto de sus compañeros, que no saben lo que es ser campeones de la NBA pero que buscan lograrlo este año.

«Es más duro que nada de lo que hayas hecho antes. Vas a terminar cansado y exhausto, pero todo depende de quién tenga la fortaleza mental para sobreponerse a ello y generar las jugadas adecuadas en los finales de partido, y también de qué equipo esté más unido. El equipo que tenga más ganas es el que se lo va a llevar».

Por último, Jrue cerró su intervención hablando acerca de su nuevo entrenador: «Joe siempre es muy honesto y va de frente. Me gusta mucho por eso, y desde el principio me ha dicho que mi rol va a ser hacer de todo. Defender por toda la pista, controlar la situación en ataque, poner algo de calma para generar buenos tiros en los finales de partido… Pero creo que todo se resume en ganar. Se trata de mantener esta cultura ganadora de la que Joe es parte, y su forma de comunicarse conmigo ha sido genial».

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)

 

Creo que jamás he visto a una afición tan de luto por la marcha de un jugador como la parroquia celtic con el adiós de Marcus Smart. No debería de extrañar tal penitencia viniendo de quienes más enaltecen la identidad y la pertenencia como valores irrenunciables. Aquellos principios sobre los que Red Auerbach construyó una dinastía y tres cuartos y que llega a nuestros días algo así como un “mejor caer con los míos que vencer a toda costa”. Y en ese mar lacrimógeno y verde, Javier R. Rodríguez sirve siempre como brújula. Aunque el rumbo que marca lleve a una deriva aún mayor. 

El Despacho Celtics y su creador hace tiempo que representan la voz editorial de la afición de los de Boston. Al menos de la que se encuentra fuera de la propia Boston y habla la lengua de Cervantes o Cortázar o García Márquez. Sus artículos son prácticamente editoriales del simpatizante celtic y su humor “son unos paquetes, pero son nuestros paquetes” ya son santo y seña de la cultura que rodea al equipo de los diecisiete anillos. Al de la costa este quiero decir. 

“Brad Stevens ha traspasado en menos de dos meses a Marcus Smart y Robert Williams, nos encontramos sin extremidades, habla, vista, oído, gusto y olfato”, arranca el último texto de Javi. Que no levanta el ánimo en ningún momento de ahí en adelante. Solo deja una pequeña rendija abierta en el último párrafo para intuir que sí, que quizás ahora sean mejor equipo ¿Pero y eso qué importa? 

Más allá de lo emocional

Bien, vamos ahora con el burdo, frío y despreciable pragmatismo. El cambio, más allá de la profundidad perdida por el camino, es un ‘posición por posición’. O, como impera en las normas del baloncesto de hoy, perfil por perfil. Holiday y Smart son bases, pero ambos agradecen no ser los jugadores que lleven el timón del equipo en cada jugada. Además, son consumados especialistas defensivos, encomiados a la defensa de la estrella rival noche tras noche y excelsos cuando les toca quedar parados lejos del balón o ante jugadores de mayor peso, tamaño y envergadura. 

No obstante, más allá de estas similitudes, existe una miríada de matices. A pesar de no haber desarrollado la totalidad de su carrera como el clásico playmaker, Jrue sí ha demostrado estar más que capacitado para asumir ese rol. Cosa que Smart no, ya sea por la desconfianza de sus técnicos, el reparto de roles ofensivos de sus equipos o sus propias limitaciones. De hecho, viene de la que seguramente haya sido la mejor temporada regular de su carrera ejerciendo como tal durante la mayoría de encuentros en ausencia de Middleton o con el escolta aún mermado físicamente.

Quizás la memoria reciente, la única que parece existir en el deporte de élite, le castigue por su papel en la debacle ante Miami. Asunto en el que cabe recalcar dos cosas. El primero, que el partido que ganan los Bucks es una exhibición de Holiday alimentando el juego interior en ausencia de Giannis. Lo segundo, que los cortocircuitos ofensivos de Milwaukee bebieron mayormente de poner el balón en las manos de Antetokounmpo alejado del aro y sin plan aparente más allá de la finalización del griego por lo civil o lo criminal. Claro que el base tiene su parte de culpa y que se mostró incapaz en muchos momentos marcando a Jimmy Butler, pero esto no debería pesar demasiado en el análisis general. 

Por tercer año consecutivo el ya ex de Milwaukee ha incrementado sus lanzamientos tras bote sin bajar del 38% en triples después de dribbling. A estas alturas, pasarle un bloqueo por detrás supone un suicidio que suele castigar. Además, se ha especializado en el arte del triple en transición, anotando el 45% de sus intentos en los primeros seis segundos de posesión. La llegada de Derrick White y el paso de adelante de Smart al ‘uno’ alimentaron un contraataque hasta hace un par de cursos inexistente, pero la llegada de Holiday debería catapultar la transición ofensiva de Boston hasta el top diez en frecuencia y efectividad. 

Un director inédito en Massachussets

Yendo al ataque a media pista, en Milwaukee Holiday se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la liga en secuencias de bloqueo directo, generando un punto por posesión en acciones finalizadas con tiro (percentil 79). Y es que en la etapa Stevens, ya sea como entrenador o general manager, Boston no ha contado con un base que cubra tanto espectro desde el juego de pares como lo hace Jrue. 

Irving y Thomas eran grandes anotadores en estas lides, pero rara vez afrontaban la acción con la idea de buscar la solución involucrando a sus compañeros. Lo mismo sucede con Brown y Tatum, aunque el segundo sí ha experimentado una notable evolución castigando los desajustes defensivos que él mismo genera. Smart y White vienen de dos temporadas notables ahí, pero de volumen reducido. 

A estos efectos, Holiday es un multiplicador de todo lo que rodea al pick and roll. Sobre todo porque su mayor virtud no es alimentar al jugador que sitúa la pantalla, sino castigar los desajustes que emanan de esa primera ventaja. Los Celtics son un conjunto que insiste mucho en acciones de bloqueo entre exteriores para generar missmatches o las ya famosas pantallas fantasmas donde el que acude a bloquear simplemente amaga para ocupar una posición abierta cerca del manejador para generar dudas defensivas. Jrue es uno de los mejores bases de la liga leyendo estos desequilibrios momentáneos desde el ya mencionado triple tras bote o desde el pase. Precisamente uno de los debes de los Bucks está en no haber explotado al máximo su conexión con Giannis, ya que una vez el base tocaba pintura y el griego partía desde el lado débil, resultaba una combinación mortífera. 

Boston le regala a Holiday un sistema en el que sus anotadores no tienen ningún problema en llegar a los puntos sin balón, aunque necesiten una notable cuota del mismo. Y ahí, Jrue también ofrece grandes bloqueos directos e indirectos que remata con su amenaza en el tiro a pies parados (45% de acierto el pasado curso). Pero, sobre todo, a los Celtics llega un elemento conciliador en momentos donde el balón quema. A menudo, la resolución en el clutch de Boston era un calco de la versión que mostraba Marcus Smart. Resolutiva cuando el base estaba con la bombilla encendida y caótica cuando llegaba a esos instantes con la mecha prendida.

Esta ha sido la piedra con la que el equipo, ya sea bajo el mando de Stevens, Udoka o Mazzulla, más ha tropezado en tiempos recientes. Ahora no sólo han restado un factor azaroso como Smart, sino que suman a un tipo que viene de promediar 2,7 puntos y 0,7 asistencias con un 50% de acierto en tiros de campo y 47% en triples en estas tesituras. Estos fueron los números de los jugadores de Boston en el clutch el curso pasado:

Evidentemente, todo esto solo es el resultado de poner en números lo que resulta evidente al ojo: Holiday es bastante mejor jugador y creador primario o secundario que Marcus Smart. Aparte de representar un impacto defensivo, como mínimo, igual que el de el jugador de los Grizzlies.

Regreso a lo emocional

La única pega que podría hallar el traspaso sobre el papel es la de las vísceras. En un conjunto que se viste por los pies de los Jays, nunca hubo duda de quién era el líder espiritual de ese vestuario. Con la repercusión que conlleva en cancha. Y el volcánico carácter y excentricidad de Smart ahora encuentra la absoluta calma en su lugar. Holiday es un jugador impasible, el estilete defensivo más silencioso que existió, pues se sabe que Duncan mascullaba pequeñas puyas entre dientes. Como dijo Gonzalo Vázquez “Jrue Holiday es Gary Payton con la boca cerrada”. 

Si en Smart todo es grito, aspaviento y euforia que hacen las veces de gasolina para su incendiaria defensa, en Holiday no cabe siquiera el cambio de semblante. El Garden ya no celebrará entre la alegría y la sorna las acciones en las que el silbato cae en las simulaciones de uno de los mejores actores de la liga. Tendrá que acostumbrarse a un tipo tan frío (y duro) como el metal. Actitud que seguramente le haya costado varias presencias en mejores quintetos defensivos o consideraciones a mejor defensor del año cuando ha sido el mayor bastión defensivo que encuentra el perímetro en la última década.

El abismo entre ambas personalidades, más en la posición usualmente dueña del orden, obliga a un cambio drástico en la naturaleza del equipo. Los Boston Celtics ya no serán lo que hemos conocido hasta ahora. Y, a pesar del dolor del aficionado de la franquicia, evolucionar es sano. Aunque sea dejando atrás lo que tanto se quiso.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)

 

La vida se le ha complicado a Donovan Mitchell y a los Cavaliers. Los últimos movimientos del mercado han colocado a Milwaukee Bucks (han adquirido a Damian Lillard) y a Boston Celtics (se han hecho con Jrue Holiday) como dos fuerzas que parecen estar por encima del resto en la Conferencia Este.

Ese es el nuevo contexto. Cleveland tiene muy buen equipo y si sus jóvenes estrellas (Darius Garland y Evan Mobley) dan otro paso al frente, serán sin duda mejores que hace un año, pero… ¿será suficiente? Justo a eso responde Donovan Mitchell, quien hace escasos días recalcó que no firmaría una extensión con el equipo antes del inicio de la temporada.

«Siento que estamos ahí. Creo que, obviamente, el hecho de que Milwaukee agregue a Damian Lillard, que es uno de los mejores bases de la liga, además de tener a Giannis, que es uno de los mejores jugadores, sin duda lo hace más difícil. Y luego agregar a Jrue Holiday a un equipo de los Celtics que ya está bien formado, lo hace más difícil. Pero al final del día, tenemos grandes esperanzas. Seguimos teniendo metas altas y un techo alto», comenta a Chris Fedor del Cleveland Plain Dealer.

Lo cierto es que el curso 2023-24 se antoja esencial para los Cavs. El año pasado estuvieron bien en temporada regular, pero todo se desvaneció en playoffs. Ahora necesitan dar un golpe sobre la mesa. No hablamos de batir a los mencionados equipos –quizás puedan–, pero sí de mostrar que tienen lo suficiente para competir con cualquiera.

(Fotografía de Elsa/Getty Images)

 

Los últimos movimientos vividos en la NBA han servido para abrir una aparente brecha entre los dos grandes candidatos al anillo de la Conferencia Este y el resto de equipos. Primero fue Milwaukee Bucks el que saltó la banca con el traspaso de Damian Lillard, un contundente golpe moral y deportivo que los Celtics han tratado de aplacar con la llegada de Jrue Holiday.

En Boston han recibido al experimentado base a cambio de un paquete compuesto por Robert Williams, Malcolm Brogdon y dos primeras rondas del draft. Este movimiento confirma el all-in de los Celtics, mientras que, de forma paralela, incrementa el botín de unos Portland Trail Blazers que están sacando muchos más activos de los que esperaban en un principio por Lillard.

En las siguientes líneas analizaremos quiénes son los potenciales ganadores y perdedores de este traspaso.

Ganador: Portland Trail Blazers

Ya los situé como ganadores tras la operación inicial por Damian Lillard y ahora no puedo hacer más que coronar la sobresaliente gestión realizada por el general manager Joe Cronin. A la espera de nuevos movimientos, la franquicia de Oregon ha recibido los siguientes activos a cambio de la que había sido su máxima estrella durante la última década: Deandre Ayton, Robert Williams, Malcolm Brogdon, Toumani Camara, tres primeras rondas y dos swaps.

En un abrir y cerrar de ojos, los Blazers han transformado uno de los juegos interiores más débiles de la NBA en uno de un gran valor, tanto en la pista como de cara a nuevos acuerdos comerciales. Las dos rondas desde Boston y Milwaukee, ambas de 2029, no cuentan con ninguna protección y la recibida desde Golden State Warriors, para 2024, está protegida entre las cuatro primeras posiciones. Además, pueden lograr otro ‘pellizco’ con el traspaso de Malcolm Brogdon y un nuevo festín si consiguen dar salida a Jerami Grant.

Es presumible que los Blazers apuesten por construir desde cero y dotar de muchísimos minutos a su núcleo joven, pero las piezas recibidas les permitirían competir ya esta temporada si así lo desearan. En todo caso, una situación que amenazaba con sumir en el pesimismo a los aficionados se ha convertido en una jugada maestra que abre ahora un futuro esperanzador en la organización. La reconstrucción de Portland no tiene por qué extenderse mucho.

Ganador: Jrue Holiday

Las vueltas que da la vida. Muchas más, y más impredecibles, si juegas en la NBA. Apenas 24 horas después de jurar amor eterno a los Milwaukee Bucks, Holiday fue traspasado a los Portland Trail Blazers como parte de la operación por Damian Lillard. Menos de una semana más tarde ha vuelto a hacer las maletas para enrolarse en las filas del que apuntaba a ser el máximo rival de su ya ex equipo por el cetro del Este.

La apuesta de los Celtics es importante, por lo que Holiday no solo se asegura seguir compitiendo por el anillo, sino que es más que probable que su inminente extensión de contrato no tarde en llegar. Ya solo nos queda pedir unas Finales del Este entre Bucks y Celtics, con Holiday defendiendo en cada posesión a Lillard.

Morbo asegurado.

Indeciso: Boston Celtics

Aquí voy a ‘romper’ con los análisis que leo en medios de comunicación norteamericanos y redes sociales. No tengo tan claro que los Celtics puedan ser considerados ganadores de este traspaso de forma tan rotunda. Ni tampoco perdedores.

Es evidente que la incorporación de Jrue Holiday presenta una doble lectura positiva. Por una parte, mejora notablemente a cualquier base que hayan tenido en las últimas temporadas. Por la otra, los Bucks serán su principal rival hacia las Finales de la NBA y pocos ‘guards’ los conocen tan bien como Holiday.

Tras este movimiento, los Celtics posiblemente dispongan de la mejor rotación de seis hombres de toda la NBA. Sin embargo, carecen de profundidad de banquillo y han arriesgado, mucho, desprendiéndose de Robert Williams. Es cierto que es un jugador que se lesiona con facilidad. Al igual que Kristaps Porzingis. Al Horford no es ningún chaval y los Celtics también perdieron este verano a Grant Williams.

Los Celtics irán sobrados en temporada regular, pero Brad Stevens tendrá que hacer algún movimiento más antes de los playoffs para corregir esas debilidades y confirmarse, sin discusión alguna, como uno de los máximos candidatos al anillo.

Perdedores: Miami Heat y Philadelphia 76ers

Lo que se presentaba como una posible guerra entre cuatro equipos por el liderato del Este, ahora parece ser solo una lucha entre dos. Los Philadelphia 76ers todavía andan a vueltas con lo que puedan sacar por un James Harden que se ha negado a presentarse con el equipo en el Media Day. Quizá sean capaces de arreglar un poco las cosas. Sin embargo, los Heat, salvo que Erik Spoelstra protagonice su enésimo milagro, están destinados a perder fuelle dentro de su conferencia.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)

 

Los Boston Celtics han alcanzado un acuerdo con los Portland Trail Blazers para cerrar el traspaso de Jrue Holiday, confirmaron fuentes del periodista Adrian Wojnarowski de ESPN.

La franquicia de Massachussets consigue su objetivo de sustituir la sensible baja del que fuera su capitán Marcus Smart enviando un paquete formado por los jugadores Robert Williams III y Malcolm Brogdon, además de una futura primera ronda del Draft 2024 vía Golden State Warriors y una futura primera ronda del Draft 2029 propia sin proteger.

Jrue Holiday, de 33 años de edad, es el encaje perfecto para las líneas exteriores asumiendo el papel defensivo que venía desempeñando Smart sobre la lista. En sus etapas de New Orleans y Milwaukee se destapó como uno de los mejores defensores exteriores de toda la liga.

Para la campaña 2023-24 percibirá un salario de 36,86 millones de dólares, y para la próxima 2024-25 se reserva una ‘opción de jugador’ valorada en casi 40 millones.

A las órdenes de Mike Budenholzer obtuvo unos guarismos de 19,3 puntos, 5,1 rebotes, 7,4 asistencias y 1,2 robos de balón en 32,6 minutos por encuentro.

El futuro de Brogdon, en el aire

El futuro de Malcolm Brogdon parece que está muy lejos de Portland, ya que según fuentes cercanas de Woj, la franquicia de Oregón planea traspasarle próximamente con el objetivo de apostar por sus jóvenes valores, sobre todo en la figura del novato Scott Henderson.

Brogdon ya venía con la mosca detrás de la oreja y su relación con los Celtics estaba prácticamente rota desde que éstos intentaran traspasarle sin éxito a Los Angeles Clippers como parte de la operación con Kristaps Porzingis.

Tal como informó el periodista Gary Washburn del Boston Globe, la relación entre Brogdon y los Celtics era prácticamente inexistente, y le preocupaba bastante en qué estado de ánimos llegaría a la próxima pretemporada.

Brogdon, Mejor Sexto Hombre del Año y que terminó el curso con problemas en su hombro, jugó 67 partidos oficiales con unos promedios de 14,9 puntos, 4,2 rebotes y 3,7 asistencias por encuentro.

Ayton y Williams III

El que sí formará parte del futuro de Portland es Robert Williams III. Los Blazers cuentan con sus servicios y esperan que pueda formar una interesante pareja interior junto al joven DeAndre Ayton.

Williams III, que también arrastró problemas físicos el año pasado, tiene 3 años de contrato garantizados por un total de 38 millones de dólares.

(Fotografía de portada: via Getty Images)

 

Los Boston Celtics han cerrado el fichaje del ex jugador de los Lakers, Wenyen Gabriel, confirmaron fuentes del periodista Shams Charania en el medio The Athletic.

El interior de Sudán del Sur luchará en la próxima pretemporada por hacerse un hueco en la rotación interior de los míticos verdes después de realizar un buen papel en el Mundial 2023 donde promedió 9,2 puntos y 6,8 rebotes por encuentro.

Gabriel, de 26 años de edad, disputó el año pasado 68 encuentros con los de oro y púrpura con unos promedios de 5,5 puntos y 4,2 rebotes en 15,1 minutos por jornada.

Anteriormente a su llegada a los Lakers pasó por las filas de Sacramento, Portland, New Orleans, Brooklyn y LA Clippers.

(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)

 

Blake Griffin, ex jugador de Boston Celtics, estaría considerando muy seriamente su retirada de las pistas de baloncesto, informó el periodista Gary Washburn del medio The Boston Globe.

El que fuera número 1º del Draft 2009 ha visto como las lesiones han lastrado una carrera deportiva que parecía meteórica cuando por entonces vestía la camiseta de los Clippers.

A sus 34 años de edad ha disputado más de 700 encuentros oficiales con unos promedios de 19 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias en 31,9 minutos por jornada.

En los angelinos estuvo desde 2009 hasta 2018 para, posteriormente, ser traspasado a los Detroit Pistons, y de la Motor Town a firmar por Brooklyn Nets y los citados Celtics.

Con la mítica elástica verde apenas tuvo importancia en la rotación con los peores números de su carrera NBA: apenas 4,1 puntos y 3,8 rebotes en poco más de 11 minutos por partido.

(Fotografía de portada: Ronald Martinez/Getty Images)

 

El ‘terremoto’ por el traspaso de Damian Lillard no ha dejado de sentirse en el seno de la NBA. Los Portland Trail Blazers cerraron este miércoles la operación que daba salida al que había su buque insignia durante la última década rumbo a los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo. Como parte del movimiento, del que también formó parte Phoenix Suns, los Blazers recibieron, entre otros activos, a Jrue Holiday.

Sin embargo, la estancia del veterano base en Oregon apunta a ser muy breve. Nada más conocerse el traspaso, el periodista de ESPN, Adrian Wojnarowski, informó que los Blazers moverán a Holiday, quien no entra en los planes de futuro de la organización. Entre los equipos interesados en él adelantó a Toronto Raptors y Miami Heat, quienes también habían pujado por Lillard.

Ahora, el periodista del Miami Herald, Barry Jackson, añade otros cinco equipos que llamarán a las oficinas de Oregon para preguntar por Holiday: Lakers, Clippers, Bulls, Celtics y 76ers. Otros medios, como Sportskeeda, sugieren que franquicias como Timberwolves y Warriors también podrían estar al acecho.

A sus 33 años, Holiday es uno de los mejores exteriores defensivos de toda la NBA. De hecho, el pasado curso lo cerró con su segunda aparición en un All-Star y la inclusión en los All-Defensive Team tras promediar 19,3 puntos, 5,1 rebotes, 7,4 asistencias y 1,2 robos por partido.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)

 

Jabari Parker, que este verano se comprometía con el F.C. Barcelona por una temporada parcialmente garantizada, ha realizado unas interesantes declaraciones al medio EuroHoops.com donde ha realizado una comparativa de la actual NBA con las ligas de Europa, donde cada vez aterrizan más jugadores procedente de USA.

«Solo quiero ser parte de algo legítimo. Quiero ser parte de algo tipo… ‘Cada partido importa’. Tristemente la NBA es un negocio y hay entre 10 y 12 equipos que intentan ganar todos los días, y la otra mitad intenta conseguir una elección del Draft. ¿Dónde han quedado los buenos jugadores? Tienes que ser súper bueno o súper malo para ganar o perder partidos. No hay excusas para DeMarcus Cousins, Dwight Howard o John Wall… Tipos que serán Hall of Fame del baloncesto… ¿Por qué no tienen trabajo? Estamos viendo como se diluye la liga, por desgracia», destacó Parker.

Cabe recordar que este pasado fin de semana debutó con los blaugranas con 12 puntos en 13 minutos de juego en el triunfo ante el Joventut por un holgado 95-79.

(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)

 

Cuando Boston consiguió a Kristaps Porzingis a finales del mes de junio lo hizo pensando en una única cosa: dar un salto para ganar el anillo. Los verdes llevan más de un lustro muy cerca de ser campeones, pero siempre se quedan a escasos pasos de conseguirlo. Ahora, con el letón en sus filas, esperan dar el último; una impresión que comparten en el vestuario, tal y como expresa Payton Pritchard.

«Creo que es un jugador increíble que obviamente es muy alto y puede afectar al juego de una manera completamente diferente a la que hemos tenido hasta ahora. Su habilidad para lanzar a canasta, simplemente se presencia sobre el parqué… Creo que va a crear muchos desajustes», comenta a Adam Himmelsbach del Boston Globe.

Más allá del impacto que tenga Porzingis, en los Celtics están pendientes de su estado físico. El jugador de 28 años se perdió el Mundial por una fascitis plantar y hace pocos días llegó a Boston, donde por ahora ha estado haciendo trabajo ligero en la cancha para prepararse para el training camp. Brad Stevens, presidente de operaciones de baloncesto del equipo, ha señalado que no están preocupados, pero aún hay que verlo jugando.

(Fotografía de atrick Smith/Getty Images)

 

Lamar Stevens finalmente ha conseguido un contrato. El alero y los Boston Celtics han acordado un pacto parcialmente garantizado según Shams Charania de The Athletic.

Después de tres años con los Cleveland Cavaliers fue traspasado en julio a los San Antonio Spurs en un movimiento a tres bandas que llevó a Max Struss a Ohio, pero los texanos lo cortaron inmediatamente. Un mes después se reportó que realizaría un workout con Boston y tras 30 días le ofrecieron el último de los 15 acuerdos estándares de la nómina. El jugador de 26 años de edad también generó interés en Minnesota, Houston y Miami.

A menos de dos semanas de comenzar el training camp, la franquicia de Massachusetts suma a un forward con vocación defensiva. De acuerdo a Charania, el equipo quería sumar más profundidad en las alas con el fin de que pueda tomar importantes asignaciones en la marcación detrás de Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Stevens disputó 165 partidos con Cleveland promediando 5,3 puntos y 2,8 rebotes. Promedia un bajo 28 por ciento de efectividad en tiros triples, aunque en la 2022-2023 alcanzó un tope en su carrera de 31 por ciento. Asimismo, en el curso pasado, fue titular en 25 de los 65 compromisos que disputó.

(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)